Cómo cultivar y cuidar las jacarandas

La jacaranda (Jacaranda  mimosifolia) es un hermoso árbol tropical que produce panículas de fragantes flores moradas en forma de racimos. Las jacarandas tienen ramas arquedadas que componen una copa con forma de paraguas invertido. La jacaranda es un excelente árbol de sombra (ideal para plantar en las calles) con hojas finas y delicadas parecidas a las de los helechos. Es un árbol de rápido crecimiento cuando el clima es propicio. Se desarrolla con rapidez en un ambiente tropical, aunque su tasa de crecimiento varía según el lugar donde se cultiva y va más lento si el clima no es tan ideal. Su tamaño como ejemplar adulto varía entre los 7 y 15 metros de altura.

La jacaranda puede considerarse semiperennifolio o caducifolio, según el lugar donde crezca. Solo las jacarandas maduras, con ocho años o más, florecerán desde finales de la primavera hasta principios del verano. Originaria de América del Sur, la jacaranda es una especie invasora en varias partes del mundo. 

Cuidado de las jacarandas

En general, las jacarandas son una buena opción para plantar en grandes áreas al aire libre de lugares con clima cálido (zonas de rusticidad USDA 10 y 11). Son muy resistentes a plagas y enfermedades, y toleran moderadamente la falta de agua. Requieren riego en caso de períodos prolongados de sequía.

El follaje de las jacarandas tiene cierto parecido con el del helecho y permite el paso de una luz difusa, por lo que es posible cultivar otras plantas debajo del árbol. Hay que tener en cuenta que el árbol tiene raíces superficiales robustas que pueden afectar a aceras o estructuras cercanas. Las hojas de las jacarandas, y sobretodo las flores, suelen generar mucha basura cuando caen. Por ello quizás no sea la mejor elección para plantar cerca de piscinas, entradas de vehículos y patios. Si los residuos no se barren rápidamente, pueden pudrirse y dar como resultado una masa pegajosa y resbaladiza.

Aunque las jacarandas se pueden cultivar en interiores no es la mejor ubicación para ellos y nunca florecerán. Además, dentro de casa las jacarandaspueden atraer pulgones y moscas blancas. Lo más recomendable es plantarlos al aire libre y hacerlo en el suelo, no son buenas plantas de contenedor

Luz

Para que florezcan bien, las jacarandas deben estar plantadas a pleno sol, donde reciban de seis a ocho horas de sol por día. Las jacarandas más pequeñas pueden tolerar una sombra ligera si es necesario, pero la falta de luz solar puede afectar la cantidad y la vitalidad de sus flores.

Suelo

Las jacarandas se desarrollarán mejor en un suelo moderadamente arenoso con buen drenaje y un nivel de pH ligeramente ácido. También toleran suelos arcillosos, pero no deben plantarse en un suelo pesado, excesivamente húmedo o que no drene bien. El suelo encharcado supone un mayor riesgo de la aparición de hongos y la pudrición de la raíz.

Agua

Como regla general, riega las jacarandas cuando la superficie del suelo se note seco al tacto. Estos árboles necesitan humedad constante durante todo el año y pueden requerir riego adicional durante los períodos de mucho calor o sequía. Riega el área alrededor de la base del árbol. 

Para saber si el riego fue suficiente, introduce un dedo o un medidor de humedad en el suelo para asegurarte de que el agua se haya filtrado unos 7 cm. Riega una vez por semana y repite varias veces por durante los períodos de calor o sol intenso. Reduce el riego a una vez al mes durante los meses de invierno ya que el árbol estará inactivo.

Temperatura y humedad

Las jacarandas pueden tolerar algún día de clima frío ocasional (hasta unos -5ºC) pero, en general, esta especie no prospera en climas con heladas frecuentes. La jacaranda prefiere el calor y la humedad.

Fertilizante

Abona las jacarandas una vez al año con un fertilizante equilibrado para árboles, pero ten cuidado de no proporcionarle demasiado nitrógeno, ya que ésto puede afectar la floración. 

Podar las jacarandas

Las jacarandas jóvenes deben podarse procurando formar un eje central (tronco principal) que les de fuerza y ​​estabilidad. No es recomendable podar más allá de eso; demasiada poda podría provocar el desarrollo de ramas verticales que alterarían la forma del árbol.  La poda estacional de las jacarandas debe limitarse a eliminar solo las ramas rotas, muertas o enfermas.

Vainas secas de semillas en las ramas de la jacaranda

Propagación de las jacarandas

Una forma sencilla de propagar las jacarandas es plantar semillas del árbol entre otoño y principios de primavera. También se pueden propagar a partir de un esqueje de madera blanda. El injerto es otro método, pero es mejor que lo hagan profesionales de viveros u horticultura. La propagación a través de esqueje es la más ventajosa porque la planta florecerá mucho antes que una planta cultivada a partir de semillas. Además, el corte de un tallo o rama es el método de propagación más fiable porque la planta hija será una copia fiel de la madre. 

Propagación de las jacarandas por esqueje

  1. Toma un esqueje de jacaranda cortando un trozo de rama que contenga brotes sanos. Córtalo justo por encima de un nudo y haz el corte en diagonal. Una superficie de corte más larga favorece el enraizamiento. El esqueje debe ser de unos 15 cm y debe tener al menos tres nudos.
  2. Coloca el esqueje en un vaso transparente o en un frasco con agua a temperatura ambiente hasta que se formen raíces, cosa que llevará unas dos semanas. Mientras esperas que las raíces crezcan en el agua, repón el nivel del agua. Cuando veas que se han formado algunas raíces, ya puedes plantarlo en sustrato.
    También puedes plantar directamente el extremo de la rama cortada en sustrato enriquecido y húmedo. Previamente conviene impregnar con hormonas de enraizamiento el extremo del esqueje para aumentar sus posibilidades de producción de raíces.
  3. Coloca la planta incipiente en un lugar luminoso pero sin luz solar directa. El exceso de sol puede quemar o deshidratar el esqueje.
  4. Espera a que la planta desarrolle su sistema de raíces antes de plantarla en el suelo. Déjala en la maceta durante al menos ocho meses. Si el contenedor se queda pequeño puedes trasplantar a uno más grande.

Propagación de las jacarandas a partir de semillas

El fruto de las jacarandas es una vaina seca, redonda, de color marrón, que mide entre 3 y 10 cm de ancho y generalmente se desarrolla a fines del verano. Para cosechar las semillas y volver a sembrar, recoge vainas de semillas directamente del árbol cuando estén secas.

  1. Remoja las semillas en agua durante 24 horas.
  2. Coloca las semillas sobre un lecho de tierra para macetas en recipientes o macetas pequeñas. Cúbrelas con una capa delgada de sustrato y mantén la tierra húmeda. Las semillas tardarán en brotar unas dos u ocho semanas.
  3. Espera ocho meses antes de trasplantar las plántulas al suelo. Si la maceta se queda pequeña durante ese tiempo, puedes trasplantar a otra más grande.

Plantación y trasplante de árboles de jacaranda

Las jacarandas cultivadas en macetas deben plantarse en contenedores de al menos 20 litros de capacidad usando un sustrato arenoso que drene rápidamente. El suelo debe mantenerse húmedo, pero no empapado, durante la temporada de crecimiento activo.

Si vas a trasplantar una jacaranda hazlo en invierno, después de que caigan sus hojas, pero antes de que broten a principios de la primavera. Trasplantarlos mientras están inactivos evita el estrés y aumenta la probabilidad de éxito.

En los trópicos, estos árboles pueden superar los 15 metros de altura y no tiene sentido cultivarlos en contenedores. Pero en climas más fríos, se pueden cultivar como árboles de contenedor si se podan anualmente dándoles forma para mantenerlos de tamaño pequeño.

Cuidados de invierno para las jacarandas

Como árboles tropicales, las jacarandas no sobreviven en climas con heladas prolongadas. Pueden resistir una ola de frío ocasional, pero más allá de eso es probable que el árbol muera. Sé prevenido ante posibles heladas y planta la jacaranda en un área soleada que tenga cierta protección contra el viento.

Si una jacaranda en maceta se lleva al interior durante el invierno debe regarse con menos frecuencia, permitiendo que el sustrato se seque un poco entre riegos. Un corto período de sequía durante el invierno favorecerá la producción de más flores en la primavera. Poda la planta en maceta durante el período inactivo de invierno para mantener su tamaño y que no crezca en exceso. Si no la podas, cada año será más difícil llevar la jacaranda al interior durante el invierno.

Enfermedades comunes y plagas de las jacarandas

Las jacarandas son susceptible a pulgonescochinillas y mosca blanca. Puedes controlar todas estas plagas con jabón insecticida o aceite de neem.

Los árboles que no tienen un suelo con un drenaje adecuado pueden desarrollar pudrición de la raíz por hongos. Esta enfermedad no tiene cura y habrá que eliminar la planta moribunda. 

Jacarandas llenas de flores sombreando un paseo

Cómo hacer que un árbol de jacaranda florezca

Las jacarandas suelen florecer dos veces al año, una vez en primavera, a finales de mayoo principios de junio (antes que salgan las hojas) y otra vez en otoño. Sus flores, con forma de trompeta, tienen un olor fresco y fragante, pero cuando las flores se marchitan y caen, su descomposición es desagradable y maloliente. Este es uno de los árboles más sucios que hay. Barre las flores caídas tan pronto como puedas para evitar una capa fétida y pegajosa sobre el suelo.

Para conseguir la mejor floración de las jacarandas lo conveniente es plantarlas en una zona soleada con un suelo que drene bien (preferiblemente arenoso). Asegúrate de que el suelo alrededor del árbol permanezca húmedo pero no encharcado. Protege el árbol de los vientos fuertes. No fertilices la hierba y arbustos que crecen cerca de una jacaranda. Los fertilizantes, particularmente el nitrógeno, inhiben la producción de flores.

Problemas comunes con los árboles de jacaranda

Las jacarandas crecen felices en lugares cálidos donde las condiciones de clima, suelo y riego son ideales. Los problemas surgen cuando no se satisfacen sus necesidades de agua, luz solar y temperatura.

Hojas amarillentas

La falta de profundidad en el riego puede causar que la jacaranda no produzca suficiente clorofila, lo que causa clorosis y hace que las hojas verdes se vuelvan amarillas. Proporciona al árbol abundante agua. Establece un horario de riego y dale a tu planta un riego profundo en los días demasiado calurosos.

Amarronamiento y hojas moribundas

Las jacarandas pueden desarrollar una enfermedad bacteriana que afecta a las hojas y que es transmitida por determinados insectos a árboles que reciben poca agua. Los síntomas son hojas que comienzan a marchitarse, dorarse y caer. Las ramas y los tallos se secan y se vuelven quebradizos. No hay cura para esta enfermedad. Otras posibles causas de que las hojas se vuelvan marrones puede ser exceso de sol o un exceso de fertilizante. Revisa esos factores. 

Hojas secas

La fertilización excesiva puede descompensar la proporción de minerales y sales en el suelo, causando que las puntas y bordes de las hojas se vuelvan amarillentos y secos. Para corregir el exceso de fertilizante retira las hojas secas o marchitas y riega bien el suelo, tratando de eliminar el abono.

Variedades de jacarandas

Hay varias variedades interesantes de jacaranda mimosifolia :

  • J. mimosifolia «Alba» o «White Christmas»: es un árbol de tamaño grande con exuberante follaje y flores blancas tempranas. Puede alcanzar 12 metros de alto y 16 de ancho.
  • J. mimosifolia «Bonsai Blue»: se trata de cultivar enano con flores de color púrpura intenso que no supera los 3 metros de alto.
  • Jacaranda jasminoides: otro cultivar enano que crece de 3 a 6 metros de altura y produce flores tubulares de color lila a púrpura oscuro
  • Jacaranda jasminoides «Maroon» : esta variedad enana crece de 3 a 6 metros de altura y tiene flores de color entre marrón oscuro y púrpura
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2 comentarios en «Cómo cultivar y cuidar las jacarandas»

  1. Muy buenas, estamos en temporada de cuidados de jardines y las jacarandas es una de las plantas que más estamos tratando. Todo lo que dices en este post está completo al 100%, sino es la luz es el agua y sino la temperatura.
    Aquí en el sur de España, en la zona de Murcia y Almería las personas tienden a regar las plantas muchísimo porque parece que se van a morir del calor, pero es que aunque arriba no se vea la tierra húmeda donde están las raíces sigue húmeda.

    Un saludo, una guía muy buena!

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