El aceite de neem se extrae de la Azadirachta indica, conocido comúnmente como margosa o árbol del neem. De este árbol se obtienen una gran cantidad de sustancias activas de aplicaciones medicinales, cosméticas y fitosanitarias.
Para el caso que nos ocupa podemos decir que de sus semillas se extrae el aceite, un poderoso bioinsecticida para la prevención y eliminación de la mosca blanca, pulgones, cochinilla blanca y ácaros a la vez que protege los cultivos ornamentales y alimenticios contra enfermedades de hongos (micosis) como roya, botritis, filoxera, mildiu y el oídio.
La principal característica del neem es que actúa bloqueando la transformación de las larvas, por lo que que puede usarse para eliminar muchas especies de plagas. Es un producto inocuo para la mayoría de los insectos beneficiosos, los humanos y demás mamíferos, pero puede perjudicar a animales acuáticos como cangrejos, langostas, pescados y renacuajos.
Se aplica en el agua de riego como preventivo y para reforzarlo si se detecta invasión conviene aplicarlo pulverizado sobre las hojas. Como todos los productos fitosanitarios lo conveniente es leer el prospecto del artículo que vayamos a utilizar.