El clima mediterráneo se caracteriza por veranos calurosos y secos, e inviernos suaves y húmedos, con lluvias concentradas en otoño y primavera. Los jardines en la región mediterránea deben ser capaces de resistir estas condiciones climáticas extremas. De entre ellas, la escasez de agua es probablemente la que más condiciona el tipo de jardinería que se debe utilizar. Mi jardín es un jardín mediterráneo y mi principal reto es que sea un jardín lo más bonito posible, pero también un jardín sostenible donde no se malgaste ni una gota de agua. Hace ya muchos años que decidí plantearlo como un xerojardín.
Xerojardinería, técnicas de jardinería sostenible
En un país como España, donde el agua es un recurso escaso y valioso, la xerojardinería se ha convertido en una práctica cada vez más popular y necesaria. Un xerojardín, también conocido como jardín xerófilo o jardín de bajo consumo de agua, es un tipo de jardín diseñado para minimizar el gasto de agua, sin sacrificar la belleza y la funcionalidad. Hay quien lo llama jardín seco, aunque la realidad es que de vez en cuando necesita un refuerzo de agua con el riego.


¿Qué es la xerojardinería?
La xerojardinería es mucho más que simplemente plantar cactus y suculentas. Es un enfoque holístico que tiene en cuenta el clima, el suelo, la topografía y otros factores para crear un jardín que sea sostenible y de bajo mantenimiento. Se basa en la selección de plantas xerófitas, es decir, plantas adaptadas a la sequía, que pueden sobrevivir con poca agua.


Beneficios de la xerojardinería
- Ahorro de agua: El principal beneficio es la reducción drástica en el consumo de agua, lo que se traduce en un ahorro económico y en un menor impacto ambiental.
- Bajo mantenimiento: Los xerojardines requieren menos riego, poda y fertilización que los jardines tradicionales, lo que los hace ideales para personas con poco tiempo o para segundas residencias.
- Sostenibilidad: Al reducir el consumo de agua, se contribuye a la conservación de este recurso tan necesario para la vida y se fomenta la biodiversidad, especialmente si se utilizan plantas autóctonas.
- Belleza: Los xerojardines pueden ser igual de hermosos y variados que los jardines tradicionales, con una amplia gama de plantas de diferentes formas, colores y texturas. Un jardín de gramíneas ornamentales es una gran idea de xerojardín.
Cómo diseñar un xerojardín
- Planificación: Antes de empezar, es importante planificar el diseño del jardín, teniendo en cuenta el clima, el suelo, la exposición solar y el tamaño del espacio.
- Selección de plantas: Elige plantas xerófitas que sean adecuadas para el clima y el suelo de tu zona. Puedes optar por plantas autóctonas, que ya están adaptadas a las condiciones locales, o por plantas de otras regiones con climas similares.
- Preparación del suelo: Asegúrate de que el suelo tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento, que puede ser fatal para las plantas xerófitas. Puedes mejorar el drenaje añadiendo materia orgánica, arena o grava.
- Riego: Aunque los xerojardines requieren menos riego que los jardines tradicionales, es importante regar las plantas durante el primer año para que se establezcan. Una vez que estén establecidas, solo necesitarán riego ocasional, especialmente en épocas de sequía.
- Mantenimiento: El mantenimiento de un xerojardín es sencillo. Basta con eliminar las malas hierbas, podar las plantas cuando sea necesario y añadir abono orgánico una vez al año.


Plantas para xerojardín
Existe una variedad de plantas xerófitas muy amplia. Conocidas también como xerófilas o plantas de jardín seco, son especies que han evolucionado para sobrevivir en ambientes con escasez de agua, como desiertos, estepas o zonas con climas mediterráneos secos.
Están adaptadas para la captación de agua con sistemas radiculares muy desarrollados, ya sea extendiéndose a lo largo y ancho para captar agua de lluvia superficial, o profundizando para alcanzar niveles freáticos más profundos. Pueden presentar otros mecanismos que las hacen capaces para absorber rápidamente agua eficientemente, incluso en cantidades pequeñas o en forma de rocío.
Aquí tienes algunos ejemplos:
- Árboles: Olivo, almendro, algarrobo, encina, alcornoque
- Arbustos: Lavanda, romero, tomillo, retama, lentisco
- Plantas crasas y suculentas: Sedum, sempervivum, aloe vera, agave
- Cactus: Opuntia, echinocactus
- Aromáticas: Lavanda, romero, tomillo, salvia
- Gramíneas: Stipa, festuca, pennisetum
- Tapizantes: Verbena, gazania


Xerojardinería en macetas
Si no tienes un jardín, también puedes disfrutar de la xerojardinería en macetas. Elige macetas grandes con buen drenaje y utiliza un sustrato adecuado para plantas xerófitas. Puedes plantearte un bonito xerojardín con gramíneas ornamentales en macetas.
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En conclusión, pienso que la xerojardinería es una forma inteligente y sostenible de crear un jardín hermoso y funcional. Al elegir plantas adaptadas a la sequía y seguir unos sencillos consejos de diseño y mantenimiento, podrás disfrutar de un jardín que te brinde alegría durante todo el año, sin necesidad de gastar grandes cantidades de agua.