Cuando comencé a plantar mi jardín desconocía casi todo lo que ahora sé de jardinería. Mi idea de jardín era un espacio verde y frondoso lleno de mis flores favoritas que disfrutaría cuidando y regando. Sabía que había que cavar para plantar, regar y quitar las flores marchitas; quizás llegaba a conocer términos como podar y abonar, pero ni idea de cómo ni para qué.
Un jardín sostenible busca el equilibrio del ecosistema y la autosuficiencia de las plantas y supone menos gasto de recursos y mantenimiento
Si estás comenzando un jardín o si estás profundizando en su conocimiento te interesa saber que existen muchísimo factores que influyen en su buena salud y belleza. Hay mucho trabajo que hacer, pero te aseguro que lo que aprendes y los resultados que consigues te llenarán de satisfacción. Cuanta más información recopiles antes de entrar en materia mejor, porque más probabilidades tendrás de acertar y ahorrarás tiempo y dinero.
Los principios básicos
El suelo
Es primordial que conozcas las cualidades del suelo que tienes en el jardín, sus características físicas, químicas y biológicas condicionan lo que puedes plantar y la manera de cuidarlo. Los aspectos más importantes a analizar son textura, Ph, profundidad, salinidad y contenido en nutrientes minerales.
El clima
El clima condiciona el diseño de un jardín porque cada planta necesita unas condiciones de temperatura y humedad que no se dan en todas las regiones. En una zona donde predomina el frío no se puede plantar lo mismo que en otra donde hace calor.
Las plantas
A la hora de elegir las plantas nos debemos atener a lo que conocemos del clima y el suelo de nuestro jardín. Otros factores importantes son: la ubicación (sol, sombra), su tamaño cuando sea adulta, su resistencia a las plagas y sus necesidades hídricas. Si te fijas, casi todas las fichas de las plantas que aparecen en libros y manuales de jardinería suelen indicarlo.
Mi jardín en sus primeros días no era sostenible, ni ecológico, ni nada más que el lugar donde yo daba rienda suelta a mis aspiraciones de jardinera aficionada con una total desinformación. Los primeros años los éxitos y los fracasos no fueron más que fruto de la casualidad o la fortuna de encontrar con gente que sabía lo que hacía y me aconsejaba o no una planta antes de vendérmela.
Dicen que de los errores se aprende y yo he aprendido de los míos, he subsanado muchos y sigo corrigiendo otros, pero sé que la jardinería es más sencilla si te informas y aprendes, como cualquier otra tarea, así que me he esforzado en aprender y así he llegado a tener un jardín lo más sostenible posible.
No soy jardinera profesional y no puedo dar clases magistrales, pero con la experiencia he aprendido algunas nociones importantes que puedo transmitir.
¿Qué es un jardín sostenible?
Hemos hablado en entradas anteriores sobre el jardín sostenible, pero ¿en qué consiste? El jardín sostenible es el que se cultiva siguiendo las formas de vida tradicionales del entorno, funcionando de la manera más natural posible y aprovechando los recursos (agua, tierra, abono) que le da la naturaleza.
Debido al cambio climático y la extinción de los recursos naturales, la jardinería debe orientarse en la búsqueda del equilibrio del ecosistema y la autosuficiencia de las plantas. ¿Es posible el jardín absolutamente sostenible? Solo puedo asegurar que en la jardinería mediterránea y entornos urbanos es francamente difícil pero, aún así, hemos de hacerlo lo más sostenible posible.
¿Qué es un jardín ecológico?
La ecología es un factor que está íntimamente ligado con la sostenibilidad. Muchas veces se asocia al uso de productos de abono y tratamientos de plagas de origen orgánico, pero va más allá. Un jardín ecológico no debe generar residuos, no puede introducir flora invasora en el territorio, debe respetar la fauna y la flora autóctona, debe mantener las características orográficas, etc.
Hay tantos factores que sería complicado nombrarlos todos pero con un poco de interés por el tema y sentido común se pueden conocer o, al menos, investigar cuando se duda. El ministerio de agricultura tiene una serie de guías detalladas donde se puede consultar cualquier cuestión.
Recordemos que nuestros antepasados disponían de menos recursos y mantenían jardines exquisitos ¿porqué no hacerlo también nosotros? Además de satisfacer nuestra conciencia medioambiental y velar por el entorno, conseguiremos ahorrar dinero y trabajar menos. De esto doy fe y puedo contaros que he pasado por varias etapas diferentes, por si os queréis ahorrar alguna.
1.- Durante los primeros años de jardín y con un desconocimiento absoluto de jardinería, me empeciné en tener las plantas que más me gustaban sin pensar en sus necesidades: rosas, hortensias, crasas, rododendros, bromelias, cicas, fucsias, evónimos, etc. Una variedad que denotaba un desconocimiento absoluto, además de un gusto algo dudoso 🙂
2.- Bromelias, hortensias, fucsias y otras plantas de climas frescos y húmedos se morían. Comencé a investigar y descubrí la razón: no era suelo ni clima para ellas. Estaba en mi segunda fase como jardinera y pensaba «voy a ponerlas en los lugares sombríos y a cambiar el suelo por el adecuado». Comencé a comprar sacos de tierra ácida para las acidófilas, a regar sin parar las que requerían humedad y a darme una paliza luchando contra los elementos. Y al final solo conseguía que tanto calor y humedad atrajera a los hongos que se establecían a sus anchas en mi jardín.
3.- En la actualidad he aprendido algo y, aunque sé que me queda muchísimo, procuro ser yo la que se adapte al medio y escojo las plantas que funcionan en mi jardín. ¿Qué funciona bien? Básicamente todo lo que hay en el entorno, no necesariamente el más cercano. Mi clima es mediterráneo, la tierra arcillosa, así que me informo de qué quiere una planta antes de introducirla. Evitar las plantas exóticas complicadas no es renunciar a un jardín bonito, al contrario, es renunciar a un lastre.
Conocer el suelo y el clima del jardín
Para mi, los dos factores fundamentales a la hora de hacer un jardín son el suelo en el que crecerán las plantas y el clima en el que está ubicado. El suelo es, sin duda, el más complicado. Hacer un jardín donde las plantas puedan vivir de la manera más natural posible es difícil en el entorno de una vivienda donde la construcción ha alterado las características del terreno. Ni la profundidad, ni la calidad del suelo se parece a la que originalmente tenía el campo que existió antes de construir, pero con algunas enmiendas iniciales puedes mejorarlo mucho.
El clima es importante pero más intuitivo. Los factores más importantes son la humedad ambiental, las precipitaciones y la temperatura. Normalmente son valores que no fluctúan mucho, pero aún así te puedes encontrar que un año hiela más de lo habitual o no llueve nada en absoluto. Es lo que tiene un jardín, las plantas son seres vivos y hay que conocerlas y cuidarlas para mantenerlas sanas.
En este enlace puedes ampliar información sobre la importancia del clima y el suelo cuando se construye el jardín.
Fertilizantes y plaguicidas
Como decía más arriba, el jardín ecológico va asociado al uso de fertilizantes y plaguicidas de origen orgánico. Cultivar un jardín con criterios de sostenibilidad favorece la biodiversidad y considera el equilibrio en el empleo de fitosanitarios, tanto orgánicos como sintéticos.
Este es un tema que ya traté con anterioridad en otras entradas y a las que te remito si quieres ampliar información: sobre fertilizantes orgánicos en este enlace y plaguicidas ecológicos en este otro.
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Tanto si vas a comenzar un jardín como si ya tienes uno, te aconsejo trabajar hacia un jardín sostenible. Te beneficia personalmente porque ahorra trabajo y dinero, pero además, contribuyes en el mantenimiento del medio ambiente y la conservación del planeta. ¿Pueden haber mejores razones?
Fantastico Monica, muy muy completo, me ha encantado como lo has llevado, siendo untema que quizás se pueda hacer pesado, le has puesto ese encanto que haces que tus entradas sean tan bellas. Felicidades.
Gracias Raúl, se podrían contar tantas cosas y detalles sobre la jardinería sostenible…, seguiremos!
Un abrazo!
No conocía tu blog y me ha gustado mucho. Andaré por aquí pues tengo un jardín muy grande, mucho diria yo y a veces me peleo con él! Espero aprovechar tus consejos. Besos y me alegro que lo recuperaras
Bienvenida Patty, espero que te sea de ayuda. Tu pregunta siempre que quieras.
Un beso!
muy buena exposición, saludos
Muchas gracias, Mario. Siempre quedan detalles por contar, el tema da para mucho.
Saludos!
Coincido plenamente contigo Monica, ya que yo también he intentado plantar todo lo que más me gusta y los fracasos fueron muchos. Aunque todavía me queda mucho por mejorar y me cuesta renunciar a algunas "plantas soñadas", trato cada vez más de respetar las condiciones ambientales que al parecer son cada día más exigentes. Gracias por tus consejos siempre tan útiles, los comparto con mis amigos. Saludos!
Poco a poco vamos aprendiendo…, pero cuanto más avanzamos más cuenta nos damos de lo mucho que nos falta, verdad?
Un abrazo!