La pasada primavera, después de la reforma que hicimos en casa, planté una clemátide en el arriate junto a la entrada de casa. La idea era ubicar en ese sitio una planta trepadora, perenne y con flores, para guiarla sobre la puerta de la casa y hacer una entrada bonita y acogedora. No sé si fue acierto o error, parecía que reunía las características que buscaba, pero he de esperar que pase al menos una temporada entera para apreciar sus virtudes.
De momento, el final del verano fue duro para ella. La fuerte insolación que recibe en verano quemó muchas de sus hojas y ha pasado todo el invierno con las puntas marrones. La verdad es que tiene todavía tan pocas hojas que su aspecto no es bonito, pero me ha sorprendido la fuerza con que rebrota y salen hojas nuevas. Los nuevos brotes ya hace semanas que comenzaron a asomar, en enero recuerdo que ya comenzaban a crecer, y alguna rama ha superado ya el metro de altura.
Sabía que es una trepadora fuerte y rápida pero no esperaba tanto. Según alguna ficha que he leído, florece a partir de mayo, pero lo cierto es que en la mía ya se están formando pequeños capullos. La recomendaban para nuestro clima mediterráneo y por eso la compre, conforme avance la temporada os iré contando cómo se comporta en mi jardín.
Una de las características que mas me gusta de esta clematis es que no necesita más poda que la de formación y control del tamaño. Según he leído, se recomienda podarla justo después de la floración eliminando principalmente las partes de la planta que se dañaron durante el invierno.
Otro consejo que dan y que es evidente al ver cómo crece, es colocar detrás una celosía fuerte a la que se pueda enganchar. Yo de momento la tengo enrollada a dos cañas largas que le puse cuando la planté. Por entonces sólo contaba con dos tallos largos, pero poco a poco aparecen nuevos brotes y se nota que va a necesitar espacio.
Conforme voy conociendo el hábito de crecimiento de esta clemátide, me voy dando cuenta de lo diferente que es de la que planté en el jardín: Piilu. Esta otra es una planta menos vigorosa, caduca y con flores mucho más espectaculares, que si estuviera en un emplazamiento tan soleado como mi terraza no hubiera durado ni una semana. Cada una tiene su encanto, pero en común parece que sólo tengan el nombre de la especie.
En cuanto las flores se abran os enseñaré cómo son y podremos compararlas con las de otras clematis más conocidas…, al menos para mi 🙂 Mientras, si queréis conocer un poco más sobre estas bonitas trepadoras, os aconsejo leer este post en el que hablaba de los diferentes tipos de clematis que existen.
Tu jardín esta precioso. Un besin.
Gracias Lola! Otro besito para ti.
Las clemátides me gustan mucho. Esta tiene pinta de que te va a quedar preciosa 🙂
Gracias Lisa. A ver si es así y os la enseño pronto llegando hasta la puerta 🙂
Monica, yo le quitaría YA esa hojas marrones. Si está rebrotando, va a tirar muy fuerte en nada y no las necesita. Material estropeado, afuera. Y empieza a pensar en el soporte que te va a adelantar 😉 Estoy deseando verla en su apogeo esta primavera!
Un besín:)
Monica, yo le quitaría YA esa hojas marrones. Si está rebrotando, va a tirar muy fuerte en nada y no las necesita. Material estropeado, afuera. Y empieza a pensar en el soporte que te va a adelantar 😉 Estoy deseando verla en su apogeo esta primavera!
Un besín:)