Ya os contaba, hace unos días, que plantamos nuevas plantas junto a la entrada de casa. Entre ellas ésta que os enseño hoy, Arabis caucasica, muy similar a la Arabis blepharophylla pero con un crecimiento más compacto y flores de color blanco.
Arabis alpina subsp. caucásica es su nombre botánico completo. El epíteto «alpina» significa que crece de manera natural en las laderas de las montañas. Todas estas plantas, me refiero a las alpinas, son muy apreciadas en jardinería porque están adaptadas a unas condiciones de crecimiento extremos: temperaturas muy bajas en ciertos periodos, eventuales sequías y suelos pedregosos y pobres en general. Para ellas, crecer en un jardín es como establecerse en el paraíso.
La arabis pertenece a la familia Brassicaceae, también llamadas brasicáceas o crucíferas, que se caracterizan, entre otras cosas, por sus pequeñas flores en cruz. Es una planta perenne, vivaz, de crecimiento compacto que se extiende sobre el suelo llegando a cubrir una buena superficie. Florece durante la primavera y el verano con flores pequeñas agrupadas en inflorescencias redondeadas que al madurar producen multitud de semillas.
Como buena planta alpina, la arábide es muy rústica. Está clasificada dentro de la zona USDA 4 y esto significa que soporta heladas de por debajo de los -35ºC, por lo que seguro que no tendremos problema alguno en ese sentido. Le gustan las zonas soleadas y, cuando las semillas caen al suelo, germinan mejor si están expuestas a la luz solar. Tampoco es exigente en cuestiones de sustrato, se desarrolla bien en cualquier tipo de suelo aunque sea pobre y pedregoso, o incluso cercano al mar. Esto no quita que si la cuidamos con mimo y le damos buenos nutrientes, nuestra planta responderá mejor y estará más bonita.
Según leo, esta planta es fácil de multiplicar, sobre todo porque las semillas germinan con facilidad con temperaturas cálidas y exposición muy luminosa, sin enterrar la semilla. También se puede hacer por división de mata en otoño e incluso por esquejes en primavera.
La arábide es una planta resistente pero puede ser atacada por pulgones, esos bichitos que lo infectan todo a la que menos lo esperas. En condiciones de humedad y calor, es fácil que sucumban a los hongos y padezcan alguna enfermedad de tipo fúngico; así que cuidado con ésto. Por lo demás, es una planta que no da muchos problemas.
Es una planta con la que no tenemos mucha experiencia porque es su primera temporada en nuestro jardín. Con el tiempo sabremos si realmente hemos acertado o no, pero intuyo que no será muy complicado conseguir que se sienta a gusto. Ya os contaremos más sobre ella.
Se ven preciosas. Un beso.
Gracias, Teresa!
Un beso
Muy bonita esta planta, no la conozco, pero por la descripción que hace de ella seguro que la tendrás preciosa mucho tiempo ¡y con las buena mano que tienes para el jardín, eso está garantizado!
Muchos besos.
Eso espero, Montse. Muchas gracias y un beso muy fuerte
Tampoco conozco esa planta. La verdad es que la variedad de plantas perennes que se pueden comprar en este país es tan limitada, comparado con los países de nuestro entorno, que es para dar voces.
Saludos
Tienes toda la razón, Jose Antonio. Lo poquito que encuentro es porque siempre voy fijándome. Aquí los centers siempren traen lo mismo: sota, caballo y rey.
Un abrazo
Son preciosas y no las conozco, me gustan mucho porque además tienen un punto si no me equivoco y por lo que explicas algo de rusticidad y de fácil mantenimiento. Intentaré ver si puedo localizarlas.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Juan. A ver si tienes suerte y si no, cuando tenga semillas te aviso.
Un abrazo!