Cuando llega la primavera las plantas despiertan de su letargo invernal y en el jardín se produce una explosión de color. Todo se llena del verde de los tallos tiernos, de hojas y brotes nuevos que luego dan paso a cientos de flores, con tonos amarillos, naranjas, blancos, rojos, azules…, colores infinitos. El renacer de las plantas nos emociona, nos sentimos felices, observamos cada rama y cada flor disfrutando, hasta que de repente descubrimos que también despiertan los pulgones, las cochinillas, los trips y otros tantos bichejos que llegan para aguarnos la fiesta.
A quien más y quien menos, lo primero que viene a nuestra cabeza es salir en busca del pulverizador con insecticida para comenzar el primer combate primaveral, como si la presencia de estos insectos fuera una declaración de guerra en toda regla. Pero no, mejor detenernos y planear una estrategia mucho mejor: la biológica. Formemos un batallón de insectos beneficiosos que nos defiendan de los malos y, en su tiempo libre, trabajen para hacer otras mejoras en nuestro jardín.
1. ¿Qué son los insectos beneficiosos?
Si nos ponemos las gafas de mirar el jardín como un científico, veremos que en realidad es un pequeño ecosistema. Nuestro jardín es el medio natural donde habitan seres vivos: insectos, pájaros, reptiles e incluso (los más sortudos tienen) peces y anfibios. Toda esta fauna, sobre todo los insectos, cumplen un papel fundamental en el ecosistema: formar parte de la cadena trófica o alimentaria. Por su labor en esta cadena, los insectos cubren numerosas funciones de control.
1.1 Insectos polinizadores
Abejas, moscas, mariposas, avispas e incluso algunos escarabajos son, entre otros, insectos que polinizan las plantas y aseguran su reproducción sexual. La polinización no es algo que los insectos hagan intencionadamente; pero en su recorrido por cargar alimento, transportan el polen entre sus patas y siempre se dejan algo en las flores que visitan.
1.2 Insectos fuente de alimento
Todos los insectos forman parte de la dieta de aves, anfibios, reptiles y algunos pequeños mamíferos como murciélagos y erizos. Favorecer la vida de estos animales significa conseguir aliados en el control biológico, porque con su alimentación eliminarán insectos dañinos evitando que se conviertan en plagas.
1.3 Insectos que controlan plagas
Existen insectos depredadores que se alimentan de otros insectos: la mariquita, la crisopa, la mantis religiosa y algunas arañas, por ejemplo. Con su acción mantienen a raya las poblaciones de insecto e impiden que se conviertan en plagas.
1.4 Insectos que descomponen la materia orgánica
Gracias a los insectos descomponedores la materia orgánica se convierte en materia inorgánica, minerales que se devuelven al suelo y aumentan la fertilidad que necesita la vegetación. Escarabajos, moscas y lombrices son algunos de ellos.
2. ¿En qué consiste el control biológico de plagas?
El control biológico de plagas es una forma de evitar la formación de plagas utilizando organismos vivos. Los métodos biológicos agrícolas usan depredadores, parásitos, herbívoros y otros medios naturales para favorecer la biodiversidad y conseguir un equilibrio beneficioso.
No hay que confundirlo con el control natural, ya que requiere la intervención de la mano del hombre. Es un método artificial que supone identificar el problema y saber qué organismo aplicar para su control. Tiene sus ventajas e inconvenientes. Comparado con los métodos químicos puede parecer menos eficiente; pero si tenemos en cuenta que no supone efectos nocivos hacia otros organismos (incluidos los humanos), la elección no deja lugar a dudas…, y menos en un jardín.
2.1 Inconvenientes del control biológico
- Es menos rápido y drástico que el control químico
- Requiere conocimientos biológicos de los animales implicados
- Es selectivo, un depredador actúa sobre uno o pocos enemigos
2.2 Ventajas del control biológico
- No existe peligro de intoxicación
- Se eliminan los insecticidas
- El control es a largo plazo, pero permanente
- No se producen resistencias
3. Algunos ejemplos de insectos beneficiosos
Lombriz
Las lombrices son insectos descomponedores que aportan nutrientes a la tierra con sus excrementos. La más utilizada en horticultura es la lombriz roja californiana, que produce diariamente una cantidad de residuos equivalente a su propio peso. Necesitan suelos ricos en materia orgánica y húmedos. Se reproducen en zonas con baja luminosidad. Cuando compramos humus de lombriz estamos adquiriendo excrementos de este animal.
Mariquita
Es depredadora de pulgones, piojos, ácaros y otros insectos. Tener una buena población de mariquitas en el jardín es señal de que las plantas están sanas. Por desgracia, el abuso de pesticidas y fertilizantes químicos ha provocado que estos insectos se vean cada vez menos.
Crisopa
Sus larvas son devoradoras insaciables de mosca blanca, pulgón e incluso cochinilla. Las crisopas adultas buscan colonias de insectos para depositar sus huevos y que la larva encuentre alimento nada más nacer.
Ciempiés
Es un magnífico depredador que se esconde entre rocas y troncos. Puede que te lleves un susto al levantar una piedra y encontrarlo, pero no te preocupes porque solo comen insectos.
Araña del jardín
Son fáciles de reconocer porque tejen espectaculares redes circulares en las que atrapan a sus víctimas. Tienen unas manchas blancas en su parte dorsal con forma de cruz, lo que da origen al nombre «araña de la cruz» con el que también se las conoce. La verdad es que no tienen un aspecto muy bonito, pero son muy efectivas.
Avispa
Nos amedrentan con sus dolorosas picaduras y tienen fama de dañinas, pero en realidad son sumamente beneficiosas para el ser humano porque se alimentan de insectos realmente malos que devoran en su estado larvario.
Abeja
La abeja es el insecto polinizador más importante del planeta y, sin embargo, el más afectado por la industria química. La presencia de abejas en un jardín es imprescindible por los beneficios que aporta y dada la enorme disminución que sufre su población, debemos facilitarle la existencia todo lo posible.
Abejorro
Su nombre científico es «bombus» y se parece mucho a la abeja, pero es más grande y peludo. Viven en enjambres pequeños que forman debajo de rocas y piedras. Son polinizadores como las abejas y se alimentan del néctar de las plantas que visitan.
Mantis Religiosa
La mantis tiene un aspecto y una reputación temible, pero que la hembra devore al macho tras la cópula no da muy buena imagen, ¿verdad? Es el mayor depredador de todos los insectos y come insectos de todos tipo, no distingue entre buenos y malos. Por eso es conveniente tener mantis en el jardín pero con cierta medida para que no acaben con todo.
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No todos somos capaces de aplicar un método biológico en nuestros jardines, al menos yo no, pero conviene que sepamos que es bueno tener mariquitas, escarabajos y alguna mantis en el jardín. Que encontrar unos pocos pulgones o cochinillas no es tan mal asunto como pensamos; no hay que salir corriendo a por un insecticida, sino dar una oportunidad a que los pájaros y las lagartijas hagan su labor. Que las abejas no están solo para fastidiarnos y picarnos, en realidad no nos harán mal si no las molestamos, y sí mucho bien. Que fomentando la vida de escarabajos y lombrices en nuestro suelo, propiciamos tener plantas más sanas y verdes.
La naturaleza nos brinda los mejores remedios para combatir las plagas del jardín: los insectos y otros animales que al alimentarse, lo cuidan. El jardín es su hábitat y respetarlo es el mejor método para mantener el equilibrio. A mi modo de ver, la mejor manera de cuidar el jardín es evitar los productos químicos y favorecer la biodiversidad ofreciendo a estos animales comida y protección cuando lo necesitan.
Mónica, preciosa estación ¡la primavera! para mí la mejor del año. Tu primera foto de panorámica del jardín es preciosa. ¡bonito jardín! que bien cuidado está, te Felicito. Una entrada muy interesante.
Un fuerte abrazo
Gracias, Juan! Es un jardín muy pequeño, pero suficiente para mi. Además, eso me permite mantenerlo dentro de mis posibilidades. Me encantan los jardines grandes, por supuesto, pero yo no podría abarcar más.
Un abrazo
Extraordinario tu post, Mónica, yo también apuesto por intentar mantener ese equilibrio entre los insectos dañinos y los beneficiosos. Me ha hecho gracia comprobar que los tengo todos, excepto la crisopa que no he visto nunca!
Un beso grande.
Yo aquí nunca las he visto volando por el jardín, pero por las noches de verano, alguna se cuela dentro de casa. Qué bien que tengas muchos Montse!
Un beso
Adorei o post.
Me encanta Monica, a mi ya sabes que los bichitos me apasionan, así que maravilloso. Un besin grande.