Aprovechando que estos días hace buen tiempo hemos arreglado un poco el huerto, aunque esta vez no lo hemos llenado con hortalizas y hemos plantado muchas flores. Pelargonio, margaritas rosa y erigeron junto a las flores de zanahoria que empiezan a brotar y las de los guisantes, que esta vez no son de guisantes de olor, sino guisantes de comer.
Entre las verduras tenemos lechugas hojas de roble (con ese color rojizo que nos encanta), hinojo, puerros y tomates. Las tomateras todavía son diminutas, un par de planteles de tomate de la tierra recién plantados que ni se ven en las fotos. También hay perejil, ese ha estado todo el invierno en una maceta, orégano y salvias: officinalis, microphylla y greggii, que florecerán más adelante.
¡Ah! y hemos añadido un hotel para las abejas solitarias que siempre rondan por aquí, y un pequeño espantapájaros que, en realidad, no espanta nada. Os dejo algunas fotos de nuestro huerto preparado para recibir la primavera.
Me encanta todo Monica, muy bonito. El hotelito es completo tiene para abejas, mariposas, mariquitas y otros insectos. Una cosa que te recomiendo, el día que tengas que tirar el espantapájaros porque esté muy estropeado antes mira bien ya que en las tiras de paja habitan también insectos. Te digo esto porque tuve uno parecido y cuando fui a desprenderme de él habían varias crisálidas así como otros insectos.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias, Juan. Tendré en cuenta lo del espantapájaros.
Muy lindo todo Monica. Un beso.
Un abrazo, Teresa!
Se nota que tenéis buen gusto. Ahora a disfrutar de lo cosechado y de lo decorado. Un abrazo
Gracias, Raúl. Un abrazo!
Tu huerto, mezclado con esas flores, está precioso. Me gusta el espantapájaros, como elemento decorativo es un encanto ¡lo pones todo tan bonito, Mónica, qué buen gusto tienes!
Mil besos.
Muchas gracias por tus palabras. Un beso!
¡Que bonito Monica! Me encanta, besos.