Hoy os propongo conocer más de esta bonita planta silvestre cuyo nombre botánico es Anchusa azurea. Es difícil de recordar, lo sé, por eso quizás nos sea más cómodo llamarla por alguno de sus nombres populares: chupamiel, mielera, lengua de buey o borraja italiana. La chupamiel es natural de la cuenca mediterránea y se distribuye por toda nuestra península habitando en cultivos, viñedos, olivares, baldíos y barbechos.
Descripción de la borraja italiana
Anchusa azurea pertenece a la familia de las boragináceas, al igual que la borraja, y como ésta tiene múltiples cualidades que veremos más adelante. Es una herbácea bienal que durante el primer año forma una roseta de hojas, y el segundo forma tallos largos, de más de un metro de altura, con pequeñas flores de azul intenso tirando a violáceo. Florece de mayo a julio y las flores maduras producen frutos alargados de color grisáceo.
El nombre del género proviene de la palabra griega ankousaen, por referencia a un pigmento que se extrae de su raíz que alguna vez se usó como tinte para teñir la piel. El epíteto de la especie proviene de la palabra latina azureus que significa azul cielo y hace referencia al color de la flor.
Usos en el jardín
En el jardín, esta atractiva planta, puede usarse formando parte de una soleada bordura de silvestres o en masas componiendo un jardín informal que atraiga biodiversidad. Es una especie idónea para poblar áreas naturalizadas. Las hojas, con forma de lanza, se producen en la base formando una roseta.Su follaje, cubierto de pelos gruesos, aporta mucha textura a los macizos de flores.
Cultivo y cuidados de Anchusa azurea
La borraja italiana crece en cualquier suelo moderadamente fértil, húmedo pero con buen drenaje. Se desarrolla mejor a pleno sol, aunque también puede tolerar la sombra parcial. Sus requerimientos hídricos son medios, se debe regar con moderación, evitando que el suelo se encharque, cuando se observe que la superficie del terreno ya está seco. Es una planta muy resistente al frío del invierno, aunque no sobrevivirá a las heladas si hay exceso de humedad en la tierra.
Esta especie forma parte del listado de «Plantas para polinizadores» que la Royal Horticultural Society ha redactado como parte de la iniciativa del mismo nombre. Son plantas que apoyan a las poblaciones de polinizadores porque proporcionan grandes cantidades de néctar y/o polen. Es una excelente opción para alentar la vida silvestre en el jardín.
Anchusa azurea tiene una profusa floración primaveral. Es recomendable ir eliminando las flores conforme se marchitan para fomentar una segunda oleada de color.
Plagas y enfermedades de la planta
La podredumbre de la corona puede ser el problema más significativo con la borraja italiana en el jardín, particularmente en suelos húmedos y con drenaje deficiente. Las plantas más altas necesitan algún tipo de apoyo ya que los tallos tienden a abrirse y caerse y el follaje se puede estropear. Con humedad y calor es probable que el oídio acampe sobre la planta, otra de las razones por las que hay que evitar demasiada humedad alrededor de estas plantas.
Propiedades y usos tradicionales de la borraja italiana
La borraja italiana es una planta comestible. Sus flores se pueden comer crudas, por lo que son un complemento excelente y decorativo para una ensalada o una guarnición. Las hojas tiernas y los brotes jóvenes en flor se pueden cocinar y comer como verdura.
Toda la planta es antitusígena, depurativa y diurética. La borraja italiana se cosecha cuando está en flor y se seca para su uso posterior. La hierba seca en polvo se usa como cataplasma para tratar inflamaciones. Internamente se debe usar internamente con precaución, ya que la planta contiene un alcaloide que puede tener un efecto paralizante. La raíz machacada se utiliza para detener las hemorragias de nariz.