¿Sueñas con una siesta relajante?, ¿una merienda refrescante con amigos?, ¿un momento de soledad a la sombra? Tu sueño te espera en el jardín de casa, o en el balcón, da igual el espacio exterior del que dispongas. Con imaginación y la amplia oferta de asientos confortables que existe, tu sueño se puede hacer realidad.
Disfrutar del aire libre junto a la familia y los amigos es algo especialmente agradable. La comida sabe mejor y las fiestas son más divertidas. No sabría decir con seguridad a qué se debe, pero probablemente sea el contacto con la naturaleza. Tanto si te reúnes en el jardín de casa como si lo haces en la playa, siempre viene bien disponer de asientos donde descansar y relajarse.
Un asiento cómodo es clave: un sillón reclinable, una hamaca, una tumbona de jardín, etc. Tanto tú como tus invitados necesitáis parar a descansar en algún momento. Mira modelos de tumbonas para playa en la web de Sillalandia, seguro que descubres aquella que se adapta a tus necesidades.
Las tumbonas de jardín también pueden ser elementos versátiles que sirvan por igual para descansar en casa o para llevarlas a la playa. Existen modelos ligeros que se pueden transportar sin gran esfuerzo que a su vez son cómodos y bonitos; los puedas llevar a la playa y usarlos también en casa, donde se integrarán a la perfección con la decoración del jardín.
Qué buscar en una tumbona de playa y jardín:
Portabilidad: una buena silla de playa debe ser relativamente ligera y fácil de transportar. Si vas de paseo a la playa caminando, te acercas en bicicleta, o en una combinación de autobuses y trenes, lo que necesitas es una silla de playa lo más plegable posible que puedas llevar como un bolso o mochila. Si te desplazas con un vehículo, tienes muchas más opciones. Incluso puedes priorizar otras características, como una tumbona más cómoda aunque no sea tan ligera.
Comodidad: puedes encontrar sillas con respaldos y reposapiés reclinables. Hay tumbonas con hielera incorporada e incluso con toldo integrado. Pero cuantos más accesorios incorporen su peso aumenta, con lo que la portabilidad disminuye. La comodidad a veces implica minimalismo (no todos queremos cargar una chaise longue de casa a la playa), por lo que existen sillas de tamaño reducido suficientes para no llenarte de arena y sentarte manteniendo una postura relajada.
Durabilidad: para que una silla de playa sea duradera debe tener un cuerpo de metal, mucho mejor si es de aluminio, que es más resistente a la sal y tarda más en oxidarse. Del mismo modo, el asiento debe estar fabricado con una tela resistente, que no se rasgue, se desgarre ni se estire después de todo un verano de sal, arena y rayos UV. También hay que verificar que la silla resista una carga suficiente para soportar tu peso.
Estética: si la intención es dar a la silla o tumbona un doble uso de playa y jardín, también debes tener en cuenta la estética. Qué duda cabe que cualquier elemento que utilicemos en el jardín debe ir acorde con el estilo y la decoración del exterior de casa. De entre la gran variedad de tumbonas que puedes encontrar seguro que alguna se integra con la temática de tu espacio verde por sus colorido y diseño.