El oídio es una enfermedad que padecen las plantas cuando son atacadas por el hongo del mismo nombre. Es un hongo parásito que se establece en las hojas, tallos y frutos de la plantas llegando a producir su pudrición y se distingue porque forma una mancha de polvo blanco o grisáceo.
Entre las plantas que he tenido he notado que son muy propensas a coger oídio rosal, geranio, dalias y evónimo.
La aparición y propagación de los hongos se ve propiciada por la humedad, sobretodo cuando se presenta unida a altas temperaturas y se acentúa en zonas sombreadas y en el interior.
Prevención:
- Controlar el riego, hacerlo por la mañana evitando mojar las partes aéreas de la planta
- No plantar las plantas demasiado juntas, permitiendo que el aire circule entre ellas
- No ubicar plantas que requieren sol en zonas de sombra
- Mantener el suelo limpio eliminando las hojas que hayan caído
Curación:
- Si detectamos la presencia del hongo en alguna hoja o tallo de la planta, lo más aconsejable es eliminarlo porque es difícil que se recupere.
- Existen muchos productos antioídio en el mercado pero lo que mejor funciona es aplicar azufre, pulverizándolo o espolvoreando. El azufre con temperaturas por encima de los 30ºC puede producir quemaduras en las hojas, por tanto deberemos aplicarlo a primera hora de la mañana o al atardecer.