En estos días atrás nos hemos centrando en el tema de las plantas y flores silvestres. Hemos descubierto que los cardos, esas plantas que asociamos a la maleza, proporcionan estampas preciosas; que las plantas silvestres confieren al jardín el aire bucólico de los jardines campestres que tanto nos gustan; y que podemos recoger plantas de nuestro entorno siempre que observemos la normativa vigente y las tomemos con cuidado de no perjudicar el medio ambiente.
Puesto que la cuestión de cogerlas de campos y montes vecinos es una tema delicado que no nos permite abastecernos de grandes cantidades, una buena opción es localizar viveros que se dedican a la producción de este tipo de plantasy adquirir aquellas que más nos interesen. Estos comercios suelen disponer de extensos catálogos, en ellos encontraremos una gran cantidad de opciones diferentes con las que contar a la hora de diseñar nuestro jardín «naturalista».
Uso de las plantas campestres para realizar una llamativa bordura de silvestres en el jardín
Hay diferentes formas de utilizarlas para que el resultado sea espectacular: en praderas, en rocallas, en islas o en borduras. Estas últimas me gustan con debilidad, pasear por un sendero bordeado de plantas silvestres es indescriptible. Yo no tengo caminos largos en mi jardín, es demasiado pequeño, quizás por eso me llaman tantísimo la atención estos elementos tan necesarios en jardines grandes.
No importa si tienes un largo camino para bordear, uno pequeño o tan solo algunos reductos en el jardín donde plantar silvestres, esta selección de plantas campestres te gustará. Sobretodo, cuando sepas que con ellas atraerás insectos beneficiosos que te ayudarán a mantener lejos las plagas dañinas.
Centaurea cyanus – Scabiola, aciano
Esta hermosa flor silvestre azul tiene nectarios extraflorales, lo que significa que las hojas de la planta liberan néctar incluso cuando no están floreciendo. El néctar del aciano tiene un contenido muy alto de azúcar por lo que resulta irresistible para sírfidos, mariquitas, del 75 por ciento. Este néctar es muy atractivo para las moscas de la flor, mariquitas, crisópidos y avispas beneficiosas.
Si quieres tener acianos en tu bordura campestre, siembra las semillas directamente en el suelo del jardín a principios de primavera. Se trata de una herbácea anual pero se resiembran con tanta facilidad que aparecerán año tras año en los alrededores de la zona donde crecieron la temporada anterior.
Borago officinalis – Borraja
La borraja, tan común en el campo, no es solo una bonita especie agreste de flores blancas o azules, también tiene usos culinarios y medicinales. Es una hierba anual muy atractiva para los insectos buenos, especialmente llamativa para las crisopas verdes que sienten predilección por poner sus huevos entre las hojas de la borraja.
Foeniculum vulgare – Hinojo
El hinojo, que puede llegar al metro y medio de altura, tiene una floración persistente que atrae a todo tipo de insectos benéficos para alimentarse con su néctar, pero es particularmente atractivo para la mariposa macaón, que hace la puesta entre sus hojas y allí se desarrollan las orugas.
El follaje del hinojo tiene un aire plumoso muy ornamental en primavera o a principios de verano. Las semillas y las hojas tienen aplicaciones culinarias, deliciosas en ensaladas o salsas para condimentar los platos de pasta.
Agastache foeniculum – Hisopo de anís
El hisopo de anís es una hierba perenne de floración veraniega. Sus flores, de color violeta, aparecen en el extremo de los tallos, que alcanzan entre 60 y 90 cm de altura, con hojas perfumadas con aroma de regaliz. Estas flores producen mucho néctar, por lo que atraen mariposas, abejas y otros insectos benéficos.
Mentha longifolia – Menta silvestre, de montaña o de caballo
La menta silvestre es una hierba perenne que pertenece a la familia de las labiadas. Se distingue de otras mentas por sus hojas lanceoladas, de hasta 9 cm de longitud, recubiertas de una vellosidad plateada. Tiene un olor intenso y los tallos, rectos, pueden llegar al metro de altura. Es tan invasora como el resto de las mentas y al igual que el resto de variedades, tiene propiedades medicinales.
A esta menta le gusta el suelo ligeramente húmedo e incluso encharcado, crecerá a sus anchas junto a un estanque. Las flores, entre rosa y lila, aparecen en verano formando espigas compactas al final de los tallos.
Gramíneas
Todas las gramíneas que forman matorrales proporcionan excelente refugio a los escarabajos de tierra y a los estercoleros, ambos beneficiosos para el jardín, al igual que a las mariquitas. En verano se protegen entre sus hojas y en invierno hibernan entre ellas. Las matas de gramíneas están de moda, son muy decorativas, pero antes de introducirlas en el jardín hay que estudiar sus hábitos de crecimiento, ya que muchas de ellas son potencialmente invasoras.
Personalmente encuentro muy atractivas las festucas y los carex, que no son gramíneas de gran altura y resultan muy apropiadas para la zona más exterior de nuestra bordura de silvestres. Entre nuestra flora vascular, me refiero a la península ibérica, podemos encontrar muchas especies de ambos géneros en estado silvestre: Carex humilis, Carex rostrata, Carex acutiformis, Carex riparia, Festuca graniticola, Festuca arundinacea, Festuca alpina, etc.
Zea mays – Maíz
El maíz entraría en el punto anterior, junto a las gramíneas, ya que se trata de una gramínea anual que conocemos más por su uso alimenticio que por su potencial ornamental. Aunque no pensemos en el maíz como planta de jardín, sus borlas (ese penacho que se desarrolla en la parte más alta de la planta y que es su órgano masculino) producen grandes cantidades de polen que proporcionan alimento a muchos insectos beneficiosos, lo que la convierte en una candidata perfecta para nuestra bordura de aire campestre.
Piensa en el maíz como una hierba ornamental de rápido crecimiento, planta algunas matas dispersas en la parte posterior de la bordura, pues se hace bastante alta, y verás lo llamativa que resulta entre los macizos de flores. Además, en unos meses podrás cosechar tus propias mazorcas.
Si deseas más belleza y exotismo, puedes plantar Zea mays japonica, con las mismas cualidades que el común, pero con unas preciosas hojas rayadas con tintes verdes, blancos y rosa.
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Y no puedo finalizar este artículo sin hacer incapié en todo lo referente a la reglamentación de la flora, tanto por parte del gobierno central, como a las normativas de cada comunidad autónoma. En el artículo que dediqué a «Cómo recolectar plantas silvestres» os facilito los enlaces a todas las websites que recogen esta información, tanto las del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente como las de cada gobierno local. Es muy importante conocerlas, no solo por evitar meteduras de pata, también porque tenemos una información muy enriquecedora para crecer como personas y jardineros. Quien me lea desde otro país, le aconsejo buscar la normativa aplicable en su caso, porque en cada lugar del mundo la flora se controla de manera diferente.
Hola Monica, me encantan estas preciosas silvestres, ya tengo ganas de que asomen. Un beso muy grande.
Gracias Lola, cada vez falta menos.
Un beso.
Me parece muy interesante el enfoque que estas dando ultimamente, muy interesante la información. Muchas gracias
Gracias Raúl. Cuanto me alegra que me digas eso!
Un abrazo.
Monica muy bien por hablar de plantas que algunos consideran "malas hierbas" y que pueden generar belleza, aroma, biodiversidad… a nuestros jardines…
Como decía un antiguo profesor mio no hay malas hierbas si no hierbas en el lugar equivocado 😀
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