Rudbeckia: consejos para cuidar y cultivar una preciosa planta vivaz que deberías tener en tu jardín

Las Rudbeckia son plantas vivaces fascinantes que a nadie dejan indiferente por sus bonitas flores con forma de margarita. Brindan color al jardín durante el verano y parte del otoño sin necesidad de excesivos cuidados. Su bajo mantenimiento, larga temporada de floración y atractivo para la vida silvestre la convierten en un «must have» de cualquier jardín. Las más populares son las variedades perennes, con flores amarillas, pero hay otras variedades anuales que tienen flores en tonos de naranja, rojo oscuro o marrón.

Generalidades de la planta Rudbeckia

Rudbekia forma parte de la misma familia de los girasoles (Asteraceae) y se nota en la apariencia de las flores, sobre todo en su color. También se parecen a las equináceas, porque sus cabezas florales tienen un cono similar al de aquellas, pero no hay que confundirlas. También puede generar confusión alguno de los nombres comunes por el que se la conoce, «Susana de ojos negros«, ya que por el mismo se designa a menudo a la Thunbergia alata, una planta que nada tiene que ver con ésta.

El tamaño de las flores de Rudbeckia varía según la especie, aunque generalmente tienen unos 5 cm de diámetro o algo más. Pueden ser simples, semidobles o completamente dobles. Los pétalos varían en tonalidades desde el amarillo brillante hasta el naranja dorado, y algunos cultivares muestran tintes rojos, bronces o caobas. El ojo de la flor, o centro, suele ser marrón muy oscuro, pero algunos cultivares, como Rudbeckia hirta «Prairie Sun», tienen centros verdes.

Originaria del este de Norteamérica, la Rudbeckia se ha naturalizado por muchas regiones templadas de Europa donde se utiliza bastante como la planta de pradera que es, en el jardín e incluso en macetas.

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Rudbeckia hirta «Enchanted embers» – © Waitrosegardens

Especies y variedades de Rudbeckia más comunes

Existen unas 25 especies de Rudbeckia, todas nativas de América del Norte. Muchas especies son plantas bienales o perennes de corta duración, pero como se siembran solas con facilidad, suelen aparecer de nuevo cada primavera al germinar las semillas dispersadas el otoño anterior. Rudbeckia hirta (llamada a menudo Susana de ojos negros) y R. fulgida (equinácea anaranjada) son las especies más populares en jardinería, aunque hay otros muchos cultivares más reciente.. Hay otras especies más difíciles de encontrar pero que vale la pena por sus bonitas cualidades. Entre ellas cabe mencionar R. maximaR. laciniataR. triloba (Susana de ojos marrone), R. subtomentosaR. nitida.

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Rudbeckia subtomentosa «Little Henry» – © Gardenia

Cuándo plantar Rudbeckia

Es muy habitual econtrar Rudbeckia a la venta en centros de jardinería y viveros durante la primavera, pero también son muy fáciles de cultivar a partir de semillas, y tendrás una selección mucho más amplia de variedades para elegir. Puedes sembrar las semillas en el interior a principios de la primavera, unas 10 semanas antes de la fecha en que estimes que ya no habrán heladas, o sembrarlas directamente en el jardín a mediados de primavera o verano. Para conseguir los mejores resultados, siembra cuando la temperatura del suelo haya alcanzado los 21ºC.

Dónde plantar

Rudbeckia prospera en lugares soleados con un suelo que drene bien. Tolerarán la sequía mejor que el suelo empapado, por lo que mejor quedarse cortos en el riego que pasarse. Si vives en un clima cálido y húmedo, elije un lugar en el jardín donde tus plantas tengan una buena circulación de aire para evitar el desarrollo de oídio .

Sembrar Rudbeckia directamente en el jardín

Esparce las semillas y luego presiónalas suavemente en la tierra o cúbrelas con una capa muy ligera de mantillo. Riega regularmente para mantener húmeda la zona sembrada. A medida que crezcan las plántulas, repica algunas para dejar una separación de entre 15 y 30 cm entre plantas. Riega abundantemente para mantener la tierra húmeda hasta que las plantas se establezcan. Una vez que estén bien enraizadas, podrán tolerar condiciones más secas.

Siembra de semillas en interiores

Siembra las semillas en semilleros dentro del invernadero o alguna zona de casa con buena luz. Sigue las instrucciones del paquete de semillas sobre la profundidad de siembra, el medio de cultivo y los requisitos de riego. Tan pronto como emerjan las plántulas, proporcionales mucha luz colocándolas en el alféizar de una ventana soleada o debajo de luces fluorescentes para plantas. Cuando las condiciones climáticas lo permitan puedes trasplantarlas al suelo del jardín.

Rudbeckia «Summerina Yellow» – © Gardenia

Cuidados de la Rudbeckia

Como la mayoría de las flores silvestres, las Rudbeckia requieren pocos cuidados, son bastante tolerantes a la sequía y muy resistentes a las enfermedades. Aun así, aquí hay algunos consejos que te pueden servir para prolongar su tiempo de floración y mantenerlas sanas y bonitas.

Luz

Las Rudbeckia crecen y florecen mejor a pleno sol. En la sombra se harán plantas larguiduchas, sin a penas flores y propensas a las enfermedades.

Temperatura

Estas plantas soportan bien el calor y son resistentes a heladas de unos -6 o -7ºC.

Suelo

Se adaptan bien a cualquier tipo de suelo siempre que drene correctamente. No soportan el agua encharcada en las raíces.

Riego

Riega tus Rudbeckia con cuidado de que el agua no moje las hojas. Si permanecen mojadas hay mayor probabilidad de que se produzca oidio.

Abonado

Fertiliza las plantas cada temporada con abono orgánico tipo estiércol o humus de lombriz. Esparce un buen puñado en la base de cada mata.

Propagación

Puedes propagar las Rudbeckia perennes por división de mata a principios de la primavera, justo cuando comienzan su despertar primaveral. También es posible hacerlo en el otoño, después de la floración. Desentierra el cepellón y córtalo con un cuchillo afilado, asegurándote de que cada división tenga raíces. Vuelve a plantar las divisiones con una separación de 30 cm a medio metro.

Rudbeckia grandiflora – © Gardenia

Consejos de cultivo de Rudbeckia

Para alargar el período de floración de las plantas de Rudbeckia, elimina las flores marchitas pellizcando justo en la base del tallo. Después de la primera floración puedes hacer una poda ligera de las plantas para promover una segunda oleada de flores más tarde, en el otoño.

Si deseas atraer pájaros a tu jardín, deja algunas cabezas de flores marchitas en las plantas para que las aves puedan alimentarse con las semillas. Como algunas caerán al suelo, tendrás la recompensa de nuevas plántulas que brotarán en el jardín la próxima primavera.

Como las Rudbeckia son estupendas «autosembradoras», es posible que termines con más plantas de las que esperabas. Si tu jardín se llena de plantitas nuevas, elimina o trasplanta las que no desees mantener. Yo suelo regalar las plantas que me sobren a mis vecinas y a ellas les encanta.

       

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