Un esqueje de tallo de suculentas es una manera bastante fácil de reproducir estas plantas, ya vimos cómo multiplicarlas cuando hablamos de reproducir suculentas por esqueje de hojas. Hoy quiero enseñaros como también se pueden obtener nuevas plantas a partir de viejos tallos plantados en tierra. En esta ocasión lo he comprobado con una echeveria púrpura antigua que tengo en el jardín y que, por falta de luz, se había alargado demasiado.
Las suculentas, cuando no reciben toda la luz que necesitan, tienden a espigarse estirando su tallo en búsqueda de una posición más iluminada. Eso es lo que le pasó a esta bonita Echeveria «Perle von Nurmberg» que buscando los rayos del sol prolongó su tallo hasta adoptar una forma bastante desgarbada. El proceso se llama etiolación y también hablamos de él en la entrada «Porqué una suculenta crece estirada«.
Para arreglar mi suculenta decidí separar la roseta de hojas del tallo alargado. Siento no tener fotografías de la planta antes del proceso. Lo que hice fue cortar la punta de la echeveria dejando un par de centímetros de tallo y la planté en una nueva maceta. Con el tiempo esta parte enraizó y mi planta recuperó la apariencia compacta que deseaba.
El tallo lo dejé en su antigua maceta y me despreocupé de él. No le dediqué más atenciones que regarlo a la vez que regaba el resto de las plantas. La sorpresa, unas semanas más tarde, fue que a lo largo de ese tallo se formaron nuevas plantitas. Al principio solo eran unos diminutos puntitos color púrpura en forma de pequeñas yemas. Con el tiempo fueron creciendo y ya se puede apreciar cómo se forman varias hojas minúsculas.
Hay tres brotes nuevos a lo largo del tallo que corté. Una apareció primero y ya tiene la forma de una planta adulta, aunque no supera el tamaño de una moneda de euro. Las otras tardaron más en aparecer y no son mucho mayores que un grano de café.
Mi idea es dejar que crezcan más y, cuando tengan buen tamaño, cortarlas para separarlas del tallo y plantarlas, como hice con la roseta principal de la planta. Me encanta ver cómo se reproducen estas plantas incluso sin forzarlo. De un tallo cortado o una hoja que accidentalmente cae al suelo, se puede formar una nueva plantita. Un esqueje de tallo de suculentas pueden darnos una bonita sorpresa como ésta.
Las suculentas, son todas ellas unas plantas muy agradecidas, requieren de escasos cuidados y muy fáciles de reproducir como tu bien has explicado amiga Mónica. Ideales para gente con escaso tiempo y para principiantes, que se inician en el fabuloso mundo de la jardinería y que siempre están ahí ofreciendo unos resultados estupendos.
Un fuerte abrazo amiga Mónica y buen fin de semana rodeada de naturaleza.
Muchas gracias, Juan. Un abrazo muy fuerte y feliz semana.
Excelente detalle fotográfico que demuestra la facilidad de propaganción que tienen las suculentas en general.
Muchos besos y abrazos, amiga Mónica.
Muchas gracias, Montse. Me alegra que te haya gustado.
Un beso muy fuerte