Hay más de 25.000 especies naturales de orquídeas, y pocas de ellas son viables como plantas de interior. Para nuestra tranquilidad, a este número hay que sumarle unos 60.000 híbridos y variedades producidas por el hombre que se adaptan a la vida dentro de nuestros hogares. Todas ellas pertenecen a la familia Orquidaceae. Algunas personas piensan que las orquídeas son plantas bastante difíciles de cultivar, pero saber cómo cuidar una orquídea es más fácil de lo que se cree. Con los cuidados adecuados, cualquiera puede hacer que una orquídea prospere. Así que hoy vamos a ver cómo cuidar una orquídea para que todo el año esté bonita y dé flores.
Casi todo el mundo compra orquídeas por sus hermosas flores de colores brillantes, lo que es muy comprensible. Pero las orquídeas pueden ser igual de maravillosas cuando no están en flor, solo hay que saber cómo cuidarla. Fuera de su ciclo de floración produce hojas gruesas y brillantes que, bien cuidadas, pueden ser muy decorativas. Aprovechemos ésto en lugar de tirar nuestra planta cuando comienza a marchitarse. Aunque sea una planta exótica, los cuidados de las orquídeas son diferentes de los de las plantas a los que estamos acostumbrados, pero no es más difícil.
Cómo cuidar una orquídea
El éxito en el cuidado de las orquídeas viene de la constancia y la experiencia. Poco a poco se aprende a mantenerlas sana, bonitas y productivas. Las orquídeas necesitan algunas atenciones para mantenerse fuertes, cuando hayas conseguido las condiciones para tu nueva planta, podrás disfrutarla año tras año. Su mantenimiento se volverá simple rutina y los resultados sorprendentes.
Elige la maceta adecuada donde cuidar una orquídea
Para cuidar una orquídea en maceta lo primero es elegir la maceta correcta y también el sustrato. Las orquídeas crecen mejor en macetas de plástico transparente con un ancho de 15 cm y con orificios de drenaje, en los lados y en la base. Estas macetas permiten que la luz y el aire circulen alrededor de las raíces, lo que facilita la respiración y fotosíntesis, y evita su pudrición.
Mucha atención al sustrato. Uno de los grandes errores es utilizar una mezcla incorrecta. En la naturaleza, las orquídeas crecen en la corteza de los árboles, por lo que debemos reproducir ese entorno tanto como sea posible. En lugar de tierra, hemos de usar una mezcla hecha especialmente para orquídeas. Estas mezclas suelen ser a base de corteza de pino, turba blanca, carbón vegetal y vermiculita. Son ideales para cuidar tu orquídea.
Además, debemos considerar trasplantar nuestra orquídea cuando sea necesario, generalmente cada dos años. Es importante insistir en que, además de una maceta nueva, también necesitas una nueva mezcla de sustrato especial para ellas.
Ubica tu orquídea en un lugar que reciba luz indirecta brillante
A las orquídeas les encanta la luz del sol, pero no que incida directamente sobre ella. Les irá mejor en un lugar que reciba luz indirecta brillante durante la mayor parte del día. Podrían tolerar un ratito de sol si no hace mucho calor, pero la luz directa intensa puede arrebatar las flores y secarlas demasiado rápido. Para cuidar bien tu orquídea ponla en un lugar con buena luz.
Una ventana orientada al este es ideal, porque reciben la luz de la mañana que no es demasiado fuerte. Revisar el color de las hojas de la orquídea nos dará pistas de cómo están de satisfechas. Si las hojas comienzan a oscurecerse, significa que la planta necesita más luz.
Riega tu orquídea con moderación, pero regularmente
Por muy tentador que sea rociar nuestras orquídeas como lo hacemos con otras plantas de interior, hacerlo con esta especie es totalmente desaconsejable. Pulverizar agua sobre las flores de las orquídeas puede causar manchas y pudrición.
Puede que hayas oído comentar que se puede regar una orquídea con un cubito de hielo. Pues no, esa es una idea nefasta. El frío tan intenso del agua puede dañar el sistema de raíces de la planta o las hojas si entran en contacto con el cubito. Piensa que la mayoría de las orquídeas provienen de climas cálidos y húmedos, regar con agua a temperatura ambiente es el camino a seguir. No, el agua tan fría no va bien para cuidar una orquídea.
En cuanto a la frecuencia, no riegues tu orquídea más de una vez por semana. Ponla bajo un chorrito de agua muy lento por un lapso de 15 segundos. De este modo no riegas en exceso y la orquídea obtiene el agua que necesita. Si usas un cubremacetas, saca la maceta de plástico antes de regar y deja que se seque por completo antes de volver a colocarla en la decorativa.
Si aún así dudas si tu orquídea está recibiendo suficiente agua o demasiada, observa las raíces. Para cuidar una orquídea es importante observar la raíz. Las raíces de las orquídeas son su principal indicador de su estado de salud. Si son de color verde brillante, están saludables y están recibiendo la cantidad adecuada de agua. Si las raíces de tus orquídeas comienzan a ponerse grises, necesitan un buen riego.
Cuidar la orquídea con un humidificador
Las orquídeas son plantas de origen tropical, por lo que prosperan en lugares luminosos, cálidos y húmedos. Si el aire de la estancia donde las has ubicado es muy seco, un humidificador será una ayuda considerable.
También debes mantener las plantas lejos de corrientes de aire y aparatos de calefacción o aire acondicionado.
No cortes las raíces
Si observas que algunas raíces comienzan a crecer asomando sobre la maceta, no las cortes. Al cuidar de una orquídea esto es algo absolutamente normal, y estas raíces ayudan a que tu planta reciba más energía. Cortarlas puede alterar la salud de tus orquídeas.
Ajusta los cuidados una vez que la orquídea deje de florecer
Las orquídeas de interior normalmente florecen una vez al año, y sus flores pueden durar un par de meses. Una vez que termine su ciclo de floración, deja que las flores se marchiten y se caigan. Disfruta su elegantes hojas verdes y gruesas hasta el próximo año. Ahora comienzan un ciclo de crecimiento anual y solo necesitan que las riegues con menos frecuencia. Recuerda: sus raíces son un indicador de si están bien regadas o no.
Cómo conseguir que una orquídea florezca de nuevo
Cuidar una orquídea en invierno implica respetar su periodo de descanso. Justo cuando comienzan a bajar las temperaturas, nuestras orquídeas comienzan a entrar en periodo de letargo. Al volver la primavera, es posible que tu orquídea necesite ayuda para volver a florecer.
La latencia le da a la orquídea un periodo de descanso y le permite reemplazar los nutrientes que se agotan cuando la planta está floreciendo. Durante el periodo de latencia los nutrientes y el agua se almacenan en las hojas de la orquídea hasta que se vuelven a necesitar. Hay que tener paciencia para cuidar bien la orquídea. Puedes esperar que esta fase dure entre 6 y 9 meses. Al igual que sucede con las personas, cada orquídea es diferente. Al volver la actividad primaveral lo más probable es que la orquídea vuelva a florecer sola. Pero si tu orquídea necesita más cariño para sacar su flor, sigue estos tres sencillos pasos:
- Fertiliza
Comienza a fertilizar tu orquídea cada dos semanas con un fertilizante equilibrado especial para plantas con flor o específico para orquídeas. Diluye el fertilizante a la mitad de su concentración (es decir, la mitad de la cantidad normal recomendada) en el agua antes de aplicarlo al sustrato. También puedes utilizar un fertilizante foliar. - Aumenta la luz
El aumento de los niveles de luz también puede contribuir a estimular la floración. Lleva la orquídea a un lugar con luz más brillante, preferiblemente a una exposición Este u Oeste. - Encuentra un lugar nuevo para tu orquídea
En ocasiones, el emplazamiento en el que tenemos nuestra planta no es el indicado para facilitar la floración. No solo influye la cantidad de luz, también otros factores como temperatura o circulación del aire. Lleva tu orquídea a un lugar fresco donde esté entre 12 y 18ºC (55 y 65ºF). Mantén ahí tu planta mientras emerje una nueva espiga floral.
Mónica, ya sabes que las plantas de interior no son lo mío, pero da gusto saber y conocer especies y más las orquídeas ¡esas maravillosas orquídeas! así que has hecho un artículo increíble.
Muchos besos!!