Pierre de Ronsard es un rosal trepador que planté hace tres años junto a la entrada de casa. Mis planes son que llegue a alcanzar altura suficiente para guiarlo sobre la puerta, pero parece que Pierre va lento y lo planificado tarda en llegar. De todos modos no me quejo, con su media altura (algo más de metro y medio) ya tiene bastante presencia y la entrada está bonita.
Todos los rosales que tengo en casa son preciosos pero Pierre de Ronsard tiene un «algo» especial
He de reconocer que la ubicación no es la idónea para un rosal, la pared sobre la que trepa está orientada casi al norte y no recibe la luz directa del sol hasta bien entrada la primavera. Me doy por satisfecha con que no se llene de oídio u otras enfermedades, en ese aspecto debo decir que es un rosal sano y resistente.
Pero al no recibir las horas de sol suficientes hasta hace pocos días (un rosal necesita unas 6 horas al día para florecer abundantemente), las rosas han tardado en hacer su presencia. Los capullos se formaron hace ya algunas semanas, pero tardaron en madurar y comenzar a abrirse. Ahora por fin asoman los rosados pétalos.
Estoy deseando ver las flores bien abiertas como el año pasado, esas rosas tan especiales que tiene este rosal de escaso (o nulo) aroma pero color maravilloso. En esta entrada os hablaba de él en días como hoy pero hace un año.
aunque vaya lento, conociendo esa variedad, ya sabes que bien merece la pena…
Poquito a poco pero sigue creciendo, como dice Mario seguro que vale finalmente la pena, de hecho por lo que comentas ya es maravilloso. Un abrazo