Al igual que las rosas, Kerria japonica se engloba dentro de la familia Rosaceae, y tal es el parecido que a esta última se la conoce también con los nombres comunes de rosa japonesa o mosqueta amarilla. Lo cierto es que se trata de un arbusto de flores caduco, con hojas parecidas a las de un abedul y flores amarillas de cinco pétalos que se asemejan a las de las rosas antiguas. Florece en primavera y, a veces, vuelve a florecer más tarde en el verano. La forma de las flores puede ser simple o doble. Aunque pertenece a la familia de las rosáceas, entra en un género diferente al de las rosas. Kerria japonica se encuentra entre los raros arbustos con flores que florecen bien en sombra total o parcial.
Descripción de Kerria japonica
Además de las atractivas flores amarillas, la corteza y las ramas de Kerria japonica también resultan interesantes. Las ramas principales se arquean con gracia y alcanzan una altura de dos o tres metros. Son plantas que se hacen muy anchas, aunque esto se puede controlar mediante la poda general del arbusto y la eliminación de los retoños nuevos. Las ramas secundarias brotan de las ramas principales en todas las direcciones con un patrón de ramificación que ofrece interés tanto vertical como horizontalmente. La corteza de la kerria es muy atractiva, con una tonalidad entre verde claro y amarillo verdoso, lo que le proporciona interés incluso en invierno, cuando pierde las hojas.
El mejor momento para plantar Kerria japonica en el jardín es en primavera u otoño, mientras las temperaturas son templadas y agradables. Después crece relativamente rápido, alcanzando su tamaño completo en el primer año después de la plantación.
Cuidados de Kerria japonica
Kerria japonica prospera en suelos arcillosos y bien drenados con sombra parcial, pero tiene una buena tolerancia a cualquier tipo de suelo y también tolera la sombra total. Las flores se desvanecen con rapidez si la planta está ubicada en un lugar que recibe pleno sol. Si el suelo es muy compacto, mejoralo añadiendo compost, turba u otro material orgánico en el momento de la plantación. Los suelos densos pueden causar la pudrición de la raíz en esta planta.
Kerria japonica es un arbusto que da muy pocos problemas, pero requiere que elimines los retoños con frecuencia si quieres evitar que el arbusto se extienda. Kerria japonica no funciona bien como seto formal porque requiere una poda intensa, pero puede dar muy buen resultado si lo usas como pantalla informal. También funciona muy bien para jardines boscosos sombreados y borduras de arbustos libres, donde se puede dejar que retoñe y se extienda.
Luz
Cultiva Kerria japonica en sombra parcial o total, es uno de los arbustos de flores de hoja caduca más tolerantes a la sombra. Demasiada luz solar hace que la flor se marchiten rápidamente.
Suelo
Kerria japonica prefiere suelos arcillosos y no es demasiado quisquillosa en lo relativo al pH. Evita plantarla en suelos arcillosos pesados. Tolera suelos pobres pero se desempeña mejor en suelos enriquecidos con materia orgánica. El suelo debe mantenerse uniformemente húmedo, pero no le gusta que esté empapado. Un mantillo ligero ayudará a conservar la humedad del suelo.
Agua
Los arbustos de Kerria japonica necesitan riego regular, pero lleva cuidado de no regar en exceso, especialmente si el suelo es denso. Esta planta tiene buena tolerancia a períodos cortos de sequía.
Temperatura y humedad
Kerria japonica prospera en todas las condiciones climáticas dentro de su rango de resistencia, zonas de rusticidad USDA 4 a 9. En zonas de más calor, apreciará una sombra más profunda.
Fertilizante
Fertiliza las plantas de Kerria japonica en primavera con un fertilizante de liberación lenta. Extender una capa de compost u otro mantillo orgánico alrededor de la planta también proporcionará nutrición a la planta.
Poda
Kerria japonica florece en madera vieja (el crecimiento de la temporada anterior) a principios o mediados de la primavera. Si necesitas podar para darle forma o para controlar la altura, hazlo justo después de que termine de florecer. En ocasiones hay una segunda floración más tarde, en la temporada de crecimiento, pero ya no debes podar en ese momento. Elimina las ramas muertas a medida que las encuentres. Las plantas más viejas que necesitan rejuvenecimiento se pueden cortar hasta el nivel del suelo.
La kerria se esparce por retoños que tendrás que eliminar a medida que aparecen si quieres controlar su expansión. El principal problema de esta planta es que se propaga vigorosamente, así que adelántate retirando los retoños con regularidad.
Propagación de Kerria japonica
La mejor manera de propagar Kerria japonica es mediante el enraizamiento de esquejes de madera blanda. Hay que proceder de la siguiente manera:
Al comienzo del verano, después de que haya terminado la floración, corta un trozo de 10 o 12 cm del extremo terminal de una rama. Haz el corte justo debajo de un nodo de hoja. Elimina todas las hojas de la mitad inferior del esqueje. Impregna el extremo del tallo con hormonas de enraizamiento.
Planta el esqueje en una maceta pequeña llena con una mezcla a partes iguales de perlita y arena, o perlita y turba. Cubre con una bolsa de plástico grande o una cúpula de vidrio, y colócalo en un lugar que reciba luz indirecta brillante. Pulveriza el esqueje todos los días.
Las raíces deberían comenzar a desarrollarse en cuatro o seis semanas. Una vez que las detectes, deja que el esqueje crezca durante otro mes y después transplántalo a una maceta más grande, si es necesario. Manten la planta en el interior hasta la primavera siguiente, momento en el que ya puedes plantarla al aire libre.
Cómo reproducir Kerria japonica a partir de semillas
El cultivo de Kerria japonica a partir de semillas funciona igual que con las rosas. Puedes comprar semillas o conseguir las tuyas propias dejando algunas flores en la planta para que desarrollen escaramujos, cápsulas que contienen las semillas. Una vez que hayas conseguido las semillas, siembra a poca profundidad en tierra para macetas, riega bien hasta que estén húmedas pero no empapadas, cubre el recipiente con plástico y colócalas en el refrigerador durante tres meses para estratificarlas en frío.
A principios de primavera saca las semillas del refrigerador y llévalas a un zona cálida; unos 21ºC es lo ideal. Solo germinan entre el 20 y el 30% de las semillas. Las que broten lo haran en dos o tres semanas. Cuando las plántulas sean lo suficientemente fuertes, transplántalas a un recipiente más grande, fertiliza con un abono para rosas diluido a la mitad y ponlas en una zona con luz solar.
Trasplante y cultivo en maceta de Kerria japonica
Al plantar o trasplantar una planta de Kerria japonica elije una maceta que sea lo suficientemente grande como para permitir el desarrollo de la planta. La mayoría de los expertos recomiendan una maceta de al menos 40 cm de diámetro. Al mover la planta ten cuidado de no tocar las raíces, ya que podrías dañarlas. Usa con cuidado una cuchara grande o una herramienta similar para sacar la kerria de raíz y llevarla a su nuevo emplazamiento. Kerria japonica se puede cultivar en macetas durante algunas temporadas hasta que sea lo suficientemente grande como para plantarla en el exterior.
Cuidados de invierno
Para proteger la planta durante los meses más fríos del invierno se debe cubrir la base con una buena capa de mantillo. Las hojas secas de árboles son una opción excelente, la paja también puede servir.
Plagas y enfermedades comunes de Kerria japonica
Aunque Kerria japonica es un arbusto bastante resistente, puede infectarse con el tizón, una enfermedad causada por el hongo Blumeriella kerriae. Los síntomas de esta enfermedad son pequeñas manchas de color marrón rojizo que se extienden gradualmente y hacen que las hojas se vuelvan amarillas y marrones antes de caer. Para evitar la propagación de la enfermedad se puede aplicar fungicida a base de clorotalonil cada quince días, pero los tallos gravemente afectados deben podarse. Esta planta no tiene plagas enemigas que le afecten seriamente.
Cómo hacer que Kerria japonica florezca
Hay dos problemas comunes que pueden provocar una floración escasa en la Kerria japonica. Uno de ellos es un exceso de nitrógeno en el suelo, lo que fomenta un follaje exuberante pero tiende a inhibir la floración. Asegúrate de que el suelo tenga un contenido equilibrado de nutrientes que no sea demasiado alto en nitrógeno. La segunda razón podría ser causada por una poda en el momento equivocado. Procura podar justo después de la floración de primavera, lo que te puede proporcionar una segunda ronda de flores antes del final de la temporada de crecimiento.
Variedades de Kerria japonica
Existe una gran variedad de cultivares diferentes de Kerria japonica, casi todos obtenidos por hibridadores en busca de la planta más bonita. Algunos de ellos son:
- Kerria japonica ‘Pleniflora’: Es una variedad bastante popular que produce flores dobles parecidas a pompones de 5 cm de diámetro.
- K. japonica ‘Picta’: Esta variedad es un arbusto de crecimiento bajo y extendido que no supera los 60 cm de altuta. Tiene flores anchas en forma de rosa y hojas de color verde grisáceo con bordes blancos.
- K. japonica ‘Albescens’: Este cultivar tiene flores de color blanco cremoso de unos 5 cm de diámetro y crece hasta el metro y medio de altura. El follaje se vuelve amarillo pálido en otoño.
Hola Mónica. Este arbusto se da bien en mi tierra y aunque yo no lo tengo, si mis vecinas y prospera genial, casi demasiado. Estupendo tu comentario. Un enorme abrazo.
Es una preciosidad, lástima que sea de hoja caduca… preferimos las perennes, pues ya cuesta recoger tanta hoja!
Saludos!
Raúl
Es un arbusto precioso, Mónica, por desgracia, nunca lo he tenido en el jardín, pero conocía de su existencia y gran belleza.
Un gran abrazo y feliz resto de semana amiga.
Me parece un arbusto precioso, no lo conocía y ha sido todo un placer saber de su existencia y su cultivo tal y como lo explicas.
Muchos besos, Mónica y feliz semana,