Borduras naturalistas, con aire silvestre, en Malverley Park

Las borduras naturalistas son la joya de Malverley, este fabuloso jardín al que nos acercamos hoy y que está en una finca de Hampshire, Inglaterra. Mathew Reese, su creador, dedicó más de nueve años a construir este bello paisaje. El jardinero y paisajista se siente orgulloso de haber logrado estas borduras de flores con formas, texturas y colores impresionantes.

borduras naturalistas de Malverley
Mat Reese junto al «jardín blanco» de Malverleys

Borduras naturalistas en un jardín Arts and Crafts

Los terrenos sobre los que se extiende Malverley se encuentran dentro del área de conservación del East End, una región al este de Londres protegida por su especial arquitectura. Árboles maduros, paredes de ladrillo y piedra, borduras naturalistas y antiguos bosques son el escenario sobre el que se erige una gran mansión victoriana construida alrededor de 1870.

La finca de Marverleys es un parque de más de 24 hectáreas que conserva los elementos característicos de un jardín paisajístico del siglo XIX: zonas verdes abiertas, lagos y estanques, huertos amurallados e invernaderos, pequeños espacios naturales y bosquecillos de árboles maduros. El desarrollo principal de este espacio verde se llevó a cabo entre 1820 y 1900, y gran parte de la vegetación sobrevive manteniendo el diseño original al que ahora se añaden estas preciosas borduras naturalistas.

borduras naturalistas junto a la casa
Bordes mixtos delante de la casa señorial de Marverleys

La inspiración de Great Dixter

Marverleys es una propiedad privada que fue adquirida por sus actuales propietarios en 2009. Desde el primer momento volcaron todas sus atenciones en el jardín. Para ello contrataron a Mat Reese, un jardinero con talento, experiencia y grandes ambiciones. Mathew se formó en Kew Gardens (Londres) y trabajó durante varios años como voluntario en Great Dixter, junto con Christopher Lloyd y Fergus Garrett. Allí aprendió a plantar con maestría estas borduras naturalistas.

Según Mat, «durante el primer año no se hizo nada en el jardín. Los propietarios querían tener tiempo para pensar en lo que querían hacer. Así que los llevé a varios jardines diferentes para inspirarnos.» Visitaron Sissinghurst, Hidcote y Highgrove, entre otros. Pero fue Great Dixter el jardín que les cautivó. Después de recorrer sus terrenos decidieron crear en Marverleys un jardín de flores inglés al estilo Arts and Crafts.

borduras en el jardín fresco
El «jardín fresco», con borduras en colores predominantemente azules

El jardín ocupa cinco hectáreas del parque y está distribuido en varios espacios separados entre sí por grandes setos de tejo. Hay un «jardín fresco», un «jardín cálido» y un «jardín blanco», cada uno con su propio esquema de color. Las borduras naturalistas flanquean los caminos que unen éstos espacios.

borduras naturalistas
Dierama pulcherrimum, con flores en diferentes tonos de rosa, cuelgan sobre la larga terraza

borduras naturalistas que son obras maestras

Sin menosprecio de las otras partes del jardín, la gran terraza junto a la casa es la obra maestra de Malverley. Hasta allí te lleva un largo camino pavimentado que corre paralelo a la mansión y está bordeado por plantas, con aspecto descuidado y desordenado, hasta el punto de que algunas hierbas salen de los huecos entre las piedras. El conjunto es fabuloso, la imagen de estas borduras naturalistas recuerda una pintura impresionista o un prado de verano.

flores
Borduras naturalistas en uno de los caminos pavimentados

Estas borduras naturalistas son la parte del jardín que más sintoniza con el espíritu Mat, quien constantemente los replanta y experimenta con sus propias mezclas de semillas. Casi al borde de lo salvaje, los bordes se derraman sobre la terraza de piedra de York, con VerbascumDianthus, Dierama y otras plantas que se siembran libremente colonizando las grietas. «Cuando le das a las plantas un poco de libertad para hacer lo que les gusta, te llevas sorpresas», dice Mat. ‘Las cosas simplemente suceden: las plantas brotan donde no habías planeado. Hay mucha satisfacción en esas pequeñas incidencias«.

Para conseguir el aspecto naturalista de esta bordura se deja que las plantas se siembren libremente durante el verano y el otoño. A la siguiente temporada se trabaja con lo que ha crecido en primavera. Se mantienen, se quitan e incluso se añaden plantas para crear una sensación lo más natural posible. El resultado es ligero, casual y al mismo tiempo incomparablemente hermoso.

Imágenes: House&Garden

       

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