Jardines de Wemyss Castle, Escocia

El castillo de Wemyss es una imponente fortaleza que se alza sobre los acantilados escoceses, a poco más de 15 metros sobre el nivel del mar con vistas al estuario de Forth. Los pocos registros históricos que quedan sobre el origen de este castillo datan su construcción a principios del siglo XV,  tiempos sombríos de disputas y rivalidades entre clanes. Aquí estableció su hogar Sir John Wemyss, en una fortificación levantada por la necesidad de salvaguardar la vida familiar. La modificación del paisaje o construcción de jardines eran frivolidades innecesarias para aquellas antiguas generaciones. La Historia cuenta que en este castillo se encontraron por primera vez María Estuardo, la reina de Escocia, con su futuro esposo, Lord Darnley, en 1565.

Historia del jardín

Escocia vive durante siglos inmersa en la guerra. A las batallas entre clanes se suman las luchas religiosas y el enfrentamiento dinástico entre la reina María de Escocia e Isabel de Inglaterra. A finales del siglo XVII, con la unificación de ambos reinos, llega algo de paz al país y lo superficial comienza a florecer entre las familias acaudaladas. En Wemyss se construyen los primeros jardines formales y un parque arbolado, quedando constancia de ello en la obra del artista holandés Van Sypern pintada en 1695.

Durante los siguientes 100 años los propietarios de Wemyss se dedicaron a servir como soldados en el ejército de Reino Unido y la propiedad cayó en el abandono. En el siglo XVIII, uno de los herederos de la familia decidió restaurar los jardines y devolver al castillo su belleza de antaño. El general Wemyss encargó a Walter Nicol, hijo del jefe de jardines de una propiedad vecina, la mejora del jardín. Nicol ejecutó un diseño lujoso que incluía muros calientes e invernaderos para cultivar piñas, setas y fruta de hueso casi todos los meses del año. El mantenimiento resultaba tan caro que Nicol fue despedido, aunque las experiencia adquirida en Wemyss le sirvió al jardinero para escribir una serie de tratados de jardinería que incluyen obras como «The Gardeners Kalendar» y «The Scotch Forcing Jardinero». Tras él se contrataron otros jardineros con ordenes explícitas de no realizar trabajos ostentosos ni extravagantes. Bastaba con que el jardín produjera hortalizas y flores cortadas para la casa.

©heritagetouring

Jardín amurallado

El jardín amurallado de Wemyss tiene más de 24.000 metros cuadrados de extensión. Su forma actual data de mediados del siglo XVIII, con nuevas paredes con calefacción y un invernadero que se agregaron en el XIX. Está estructurado en cuatro compartimentos separados: los dos de mayor tamaño fueron restaurados y replantados como jardín de recreo, el mediano está dedicado a huerto e invernaderos, y el más pequeño es zona de almacenamiento y corrales para aves.

La restauración se basó en el deleite y en el gusto de sus propietarios por las clematis y las rosas de temporada complementadas con herbáceas, árboles y arbustos que mantienen el interés durante todo el año.

©gardenvisit

Jardín silvestre y bosque

El parque que rodea el Castillo de Wemyss por sus tres lados terrestres es básicamente un bosque de hayas. Bajo los árboles, en primavera, aparece una sucesión de flores en la que destaca las pequeñas flores de Erythronium revolutumGalanthus, Aconitum, Scilla, Chionodoxa, Bluebell y Narcissus.

©David Mason

La propiedad sigue en manos de la familia y son sus últimos descendientes, Charlotte y Michael Wemyss, quienes cuidan en la actualidad del jardín. El castillo no está abierto al público, pero la finca se puede visitar con cita previa los días laborables, de mayo a julio.

Más información: Wemyss Castle Gardens

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3 comentarios en «Jardines de Wemyss Castle, Escocia»

  1. Es precioso este jardín tan lleno de rosas. Me gusta conocer todos esos jardines que nos muestras, Mónica y más los que, como este, tienen una larga historia.
    Un beso grande.

  2. Bonita y amena entrada toda ella acompañada de unos preciosos jardines cargados de historia así como el espectacular castillo y el esplendoroso bosque de hayas que le rodea.
    Todas estos jardines antiguos y edificaciones tienen un encanto especial que bien merece la pena cuidar y mantener.
    Un fuerte abrazo Monica

Los comentarios están cerrados.

       

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