Cuando Amanda Clark y su marido Stephen adquirieron Seend Manor, en Wiltshire, lo que buscaban era una vivienda bonita y tranquila en el campo, con un jardín sencillo y una pradera donde solo hubiera que podar los arbustos y cortar el césped. Pero la realidad ha sido otra y el jardín amurallado que Amanda ha creado dentro de las 11 hectáreas de Seend Manor, en Wiltshire, dista mucho de aquella idea original.
El jardín amurallado, con una superficie de hectárea y media, se divide en secciones que transportan al visitante a los cuatro rincones del mundo. En uno de sus cuadrantes se esconden los símbolos de la logia italiana tallados sobre la piedra gris; en otro, una cabaña de paja en miniatura; atravesando un seto, te encuentras con esfinges egipcias; y traspasando otro más, te sumerges en la antigua China. Es la magia de los jardines, que pueden transportarte de un lugar a otro con solo doblar una esquina. Sus propietarios, infatigables viajeros, encontraron la inspiración en temas geográficos.
La casa está rodeada por jardines sobrios y elegantes con setos de tejo, topiarias, viejos árboles y grandes extensiones de césped. Pero al traspasar la puerta del jardín amurallado, la fantasía recorre todos los rincones: bestias de piedra y estructuras de madera, cascadas de rosas, arbustos y herbáceas con flores que llenan el espacio de color.
«Inglaterra» es el más florido de los cuatro espacios y está diseñado como un jardín romántico de parterres con lilium, nepeta, geranium, penstemon, anémona japonesa, macetas con pelargonium, verbena, y rosas encaramadas a las estructuras ornamentales. Desde el cenador central se vislumbra un obelisco de piedra a lo lejos, es la pieza principal de «Africa»
«África» tiene un estilo bastante austero comparado con «Inglaterra», adornado con esfinges y figuras de piedra, gunnera de hojas gigantes en el estanque, palmeras y aloes, y plátanos de sombra envolviendo la totalidad del espacio.
«Italia» es el cuadrante de la sensualidad y está planteado para esparcimiento cuando el clima es cálido. Aquí está la piscina, una cocina de exterior y zonas de servicio. La zona está rodeada por estructuras verdes de poda artística, robles encerrados en parterres y agapantos creciendo en contenedores de terracota.
Conocedores de la cultura asiática, la zona denominada «China» fue diseñada por los propietarios. La pagoda es el elemento más característico, junto a los perros foo que protegen sus doce postes de enganche. Aquí hay plantadas peonías y bambú, los caminos son de grava fina y un seto de hayas recortadas formando la espalda de un dragón.
Las cuatro áreas geográficas del jardín amurallado están están recorridas por amplios caminos de grava flanqueados por carpes recortados que acompañan al visitante en el recorrido. Del camino principal salen desvíos que llevan a pequeños recodos con nuevas sorpresas: un trono de madera tallada, una puerta china, una fuente, un bosquecillo de helechos arborescentes entre piedras, etc.
Un jardín encantador cual obra de arte convertida en un mundo mágico que estimula los cinco sentidos. De alguna manera me recuerda al jardín que recorre Alicia cuando persigue al conejo y me puedo imaginar a la Reina de Corazones apareciendo entre los rosales. Anotado queda en mi lista de deseos entre los jardines que merecen una vista.
Imágenes: Hiverminer
Un jardín realmente bonito, me ha gustado mucho.
Mil besos, Mónica.
Muchas gracias, Montse. Me alegra muchísimo que te guste.
Otros mil besos para ti 🙂
Me ha encantado la visita que nos has preparado. Es un sitio que desprende mucha tranquilidad, me encantan la forma de los tejados.
Un beso.