Desde hace poco más de una semana, cualquiera que se acerque a la finca mallorquina de Marivent puede dar un real paseo por sus jardines. De los 33.000 metros cuadrados con que cuenta la finca, 9.000 se han acondicionado para recibir visitas de la gente corriente, salvo en las temporadas vacacionales de sus altezas reales, ¡por supuesto! No se yo si esto bastará para que la pobre viuda de Saridakis deje de tirarse de los pelos en el más allá, aunque jamás fue pobre, ni tampoco creo que le quede ya pelo. Parece ser que la última voluntad de la que fuera señora del palacio durante la mayor parte del siglo XX no pudo cumplirse, el destino de esta mansión no era convertirse en museo, sino en residencia real.
Pero que el pueblo llano pueda pasear y disfrutar, por fin, de los bonitos jardines de Marivent es buena noticia, así que mejor nos quedamos con el lado bueno de la cosa.
No conozco la historia en profundidad, lo más que he llegado a saber es que fueron construidos por Juan de Saridakis, un ingeniero y pintor egipcio que en 1923 se estableció, junto a su esposa, en Mallorca y mandó edificar el palacio. Allí vivió hasta su muerte, y su viuda, en 1965, lo donó a la diputación provincial con la condición de que se convirtiera en museo en el que exponer la colección de arte que había reunido de su marido.
Pero pronto se vetó la entrada al público y se cerró el acceso al museo Saridakis. Unos años después de haber recibido el legado del artista griego, la diputación creyó más conveniente convertirlo en alojamiento veraniego exclusivo de la realeza, con lo que nadie más que cinco personas tendrían acceso al patrimonio artístico que alojaba en su interior: los reyes y sus hijos.
El heredero de todo este patrimonio, el hijo de Ana Marconi e hijastro de Saridakis, renunció a reclamar el inmueble acordando con Patrimonio Nacional la venta de otras tierras y una casa lindantes a un precio muy ventajoso. Con esto rehusaba sus derechos sobre la finca, pero no sobre el ajuar, los muebles y el patrimonio artístico donado por su madre, que en 1986 y tras una larga batalla legal, recuperó y se llevó a Barcelona. Ya no sé si una vez allí se llegó a cumplir la voluntad de la señora Saridakis y están expuestos, o la colección se dispersó.
Que la familia real pase sus vacaciones de verano en la isla es un buen reclamo turístico que atraerá mucha gente guapa y con posibles a Mallorca, puede que sea una buena gestión para llevar riqueza a la isla, conocida en algún tiempo como «la isla de la calma» y que hoy en día es un destino turístico muy importante a nivel nacional e internacional.
Pero la mayor riqueza de Mallorca es su entorno natural: su rica flora, su fauna y ese paisaje mediterráneo que abraza con calidez el Mare Nostrum. Dentro de este tesoro, Marivent es la joya de la corona y su apertura, para que los ciudadanos de Mallorca también puedan disfrutarla, una reivindicación histórica que por fin se ha cumplido esta primavera.
El recinto visitable cuenta con una superficie de algo más de 9000 metros cuadrados y estarán abiertos al público de forma gratuita todos los días del año, salvo Semana Santa y dos meses en verano que se reservan para los Borbones.
Imágenes: Hola / Govern Balear / okdiario / ultimahora
Iré a ponerme bajo algún árbol, alguno habrá mio, digo yo! jajajajaja
Seguro! Si algún día voy a Mallorca (espero que si) iré a ponerme debajo de tu árbol yo también. Juntas, para hablar mucho de jardines y plantas.
Un beso, Toñy!
Me parece que debía haber ocurrido hace ya mucho tiempo, pero bueno, ahora toca disfrutarlo. Gracias por informar de cosas que desconozco y me fascinan, estas curiosidades me chiflan. Besos
Pues sí, estoy de acuerdo. El patrimonio de un pueblo deberían disfrutarlo todos, no solo cuatro o cinco privilegiados.
Un beso, Raúl.
Ya que no vamos a Mallorca, tu nos traes los jardines de Marivent a casa. Ya era hora de que pudiésemos disfrutarlos los demás y no solo unos pocos. Gracias por la información.
Saludos
Gracias a ti, Jose Antonio. Veo que somos de la misma opinión 🙂
Saludos!
Tenía mucha curiosidad por conocer estos jardines y son preciosos ¡gracias por el paseo!
El banco de azulejos me ha gustado mucho.
Un beso.
A mi también me chiflan esos bancos de azulejos, Montse. Me alegra que hayas disfrutado del paseo virtual.
Un beso.