Hoy queremos rendir tributo a las mujeres ilustradoras botánicas que participaron en los descubrimientos científicos con su arte, dejando láminas que representaban la morfología vegetal con un detalle extraordinario. El rechazo y abandono que sufrieron por su condición de mujer ha socavado sus logros y su contribución a la ciencia y la ilustración botánica. Es hora de reconocerles sus méritos.
La ilustración botánica es la representación pictórica precisa de plantas y rasgos de plantas con una finalidad científica. A diferencia de la pintura de flores, que no tiene otro propósito que ser admirado, la ilustración botánica es siempre una representación fiel y realista que resalta las características distintivas de cada especie hecha con el objetivo de que los científicos puedan diferenciarlas. Muchas de ellas se pintaron in situ, durante expediciones a lugares inhóspitos recién descubiertos. Las obras de las colecciones que custodian los museos, universidades y jardines botánicos tienen detrás una historia fascinante de personas apasionadas y valientes. En las siguientes líneas hablaremos de algunas mujeres ilustradoras botánicas.
El papel de la mujer en la ilustración botánica
Si nos remontamos algunos siglos atrás, la ilustración botánica era solo para mujeres de buena posición, cultivadas y con tiempo libre, que dibujaban con acuarelas como entretenimiento. Puede que así fuera en algunos casos, pero no en todos. A lo largo de la historia han existido bastantes mujeres independientes e intrépidas que fueron ilustradoras botánicas consumadas. Entre ellas, las siguientes.
Mujeres ilustradoras botánicas en el siglo XVII
Maria Sibylla Merian (1647-1717)
Está considerada de las mejores mujeres ilustradoras botánicas de su tiempo. Fue una científica, naturalista, exploradora e ilustradora botánica alemana precursora de la entomología. La especie Catasticta sibyllae, un lepidóptero de Panamá recientemente descrito, fue nombrado en su honor.
María se interesó por los insectos y las orugas desde muy temprana edad, al igual que por las plantas de las que se alimentaban. Parece ser que su tío tenía una fábrica de seda que originó su fascinación por el ciclo de vida del gusano. En 1679, publicó el primero de tres volúmenes sobre insectos europeos ilustrados con sus propios grabados. Su retrato cuidadoso y detallado de cada insecto y la planta sobre la que estaba posado establecieron un precedente en la literatura científica.
Vivió en Holanda y Surinam, dedicando casi todo su tiempo a descubrir y dibujar plantas e insectos nuevos. Regresó a Europa por problemas de salud y siguió trabajando en sus dibujos hasta su muerte a los 70 años.
mujeres ilustradoras botánicas durante el siglo XVIII
Elizabeth Blackwell (1700-1758)
Fue una ilustradora botánica escocesa y una artista consumada. Buscando una manera de salir de unas dificultades financieras aceptó la misión de crear una farmacopea de plantas medicinales por encargo de Sir Hans Sloane, presidente de la Royal Society de Londres. Elizabeth se embarcó en este gran proyecto, grabó sus propias imágenes en planchas de cobre y luego coloreó a mano las impresiones ella misma.
Esta prodigiosa tarea se tituló A Curious Herbal. El primer volumen se publicó en 1738 incluyendo 500 láminas. Aunque su dibujo no es excepcional, fue un excelente registro para su época.
Ilustradoras botánicas en el siglo XIX
La era victoriana fue una época de gran progreso, ya que la expansión del Imperio Británico significó que llegaran muchas plantas nuevas y exóticas a Gran Bretaña. Pero las cuestiones comerciales o laborales eran cosa de hombres y se consideraba vergonzoso vincular el nombre de una mujer a cualquier empresa. A pesar de ello algunas mujeres realizaron trabajos excepcionales que publicaban, las que podían, de forma anónima.
Un excelente ejemplo de ésto es un libro de 1849 titulado Specimens of the Flora of South Africa by a Lady. Esta ‘Lady’ estaba casada con un oficial de la East India Company que fue destinado a Sudáfrica durante una temporada. Para entretenerse, la dama se dedicó a pintar la flora exótica de la región. De regreso a Londres decidió publicó un volumen con sus ilustraciones de forma anónima, hasta que se supo que la autora era Lady Arabella Roupell .
Sarah Anne Drake (1803-1857)
Se convirtió en una consumada artista botánica que dejó como legado una obra muy amplia. Su especialidad eran las orquídeas, de las que dibujó magníficas láminas para Orchidaceae de México y Guatemala de Bateman, uno de los libros de orquídeas más famosos de todos los tiempos. Pero las ilustraciones más apreciados de su carrera fueron las 1.100 espléndidas láminas que realizó para el Registro Botánico de Sydenham Edwards.
En reconocimiento a la colaboración para su obra, el botánico John Lindley nombró un género de orquídeas en su honor: Drakea.
Jane Webb Loudon (1807—1858)
Fue una botánica inglesa y prolífica escritora sobre temas de la ciencia botánica, horticultura e historia natural. Quedó huérfana a la edad de 17 años y para mantenerse, escribió una novela ambientada en el siglo XXI llamada La momia .
El libro llamó la atención de John Loudon, un arquitecto paisajista muy respetado con quien Jane se casó más tarde. Al encontrar muchos de los libros de jardinería de su marido demasiado técnicos, escribió Instrucciones de jardinería para damas (1840) en un lenguaje claro y sencillo. Este libro resultó extremadamente popular, vendiendo más de 20.000 copias. Más tarde escribió The Ladies Flower-Garden en 1840, y Botany for Ladies en 1842.
Anna Maria Hussey (1805-1877)
Su trabajo más importante fue Illustrations of British Mycology, publicado en 1847-1849 en dos volúmenes. El libro incluye una serie de láminas en color acompañadas de información biológica y comentarios generales, mezclando ciencia, anécdota y referencia literaria. El hongo Husseia (sin. Calostoma) recibe su nombre en su honor.
Berthe Hoola van Nooten (finales de 1800)
Fue una ilustradora botánica neerlandesa. Interesada por la ciencia de las plantas, Berthe acompañaba a su marido en expediciones por América del sur y Asia. Su esposo murió mientras viajaban por Java, dejándola sola con dos hijas que criar. La necesidad de una fuente de ingresos le llevó a publicar en 1863 Las frutas y flores de Java, una obra repleta de ilustraciones vibrantes.
Cumpliendo con las tradiciones sociales de la época, Berthe escribe una apología en la introducción en la que explica que se ha visto obligada a utilizar sus talentos como artista botánica para amortiguar la «penuria y encontrar un refugio en el dolor». Este detalle nos ayuda a imaginar las expectativas y el estatus de las mujeres en el siglo XIX.
Helen Sharp (1865-1910)
Helen Sharp fue una de las pocas botánicas que vieron reconocido su talento en vida. En la década de 1890 trabajaba como asistente de clase para un profesor de botánica en a Sociedad de Historia Natural de Boston. Fue nombrada miembro de la Sociedad de Horticultura de Masachusetts en 1898 y exhibió su trabajo en la Sociedad de Historia Natural de Boston, Librería Pública de Boston y Librería Pública de Brooklyn. Sus álbumes muestran dibujos de flora nativa de su Nueva Inglaterra natal, así como de sus viajes por Europa y Bermudas.
Louise Cécile Descamps Sabouret (1855-?)
Esta pintora y artista botánica francesa hizo su debut en el Salón de París en 1879. Era miembro de la Sociedad de Horticultura de Francia y en 1883 se convirtió en miembro de la Sociedad de artistas franceses. Descamps-Sabouret produjo ilustraciones para las revistas científicas La Revue Horticole (1891-1901) y el Journal des Roses.
Elizabeth Twining (1805–1889)
Elizabeth Twining se crió en Londres, donde aprendió arte y dibujo como parte de su educación, durante la cual se inspiró en The Botanical Magazine de Curtis y en los jardines de la Royal Horticultural Society en Chiswick. Sus obra más conocidas es la edición en dos volúmenes de Illustrations of the Natural Order of Plants, que se publicó entre 1849 y 1855
Marianne North (1830-1890)
Aunque quería ser cantante, sus aptitudes vocales no eran las adecuadas para desarrollarse en la profesión y tuvo que renunciar a ella. Fue entonces cuando empezó a pintar flores, una labor que le acompañaría toda la vida. En 1855, tras la muerte de su madre, comenzó a viajar con su padre, terrateniente y diputado del Parlamento por Hastings. Cuando su padre falleció, ella continuó viajando sola por todo el mundo dibujando especies vegetales. En el Real Jardín Botánico de Kew hay una la galería donde se exponen las ilustraciones de Marianne North que ella misma donó.
Mujeres Ilustradoras botánicas de principios del siglo XX
Marie Emily Eaton (1873-1961)
Eaton nació en 1873 en Gloucestershire, Inglaterra, donde recibió formación artística en la Taunton School of Art de Somerset y el Royal College of Art. A los 36 años, Eaton pasó dos años visitando la plantación de plátanos de su hermano en Jamaica, donde comenzó a pintar las exóticas mariposas y polillas de la isla. En 1911, fue a la ciudad de Nueva York, y presentó sus dibujos en el Jardín Botánico de Nueva York. La institución la contrató como ilustradora principal para su publicación, Addisonia, cargo que ocupó hasta 1932.
Nathaniel Lord Britton, director del Jardín Botánico de Nueva York, reclutó a Eaton para ilustrar su estudio de los cactus. Como artista principal de los cuatro volúmenes de The Cactaceae , pintó 383 representaciones de cactus a todo color y más de 300 dibujos lineales en blanco y negro.
Margaret Flockton (1861-1953)
Margaret estudió arte en South Kensington Schools en Londres, donde se formó en litografía. Emigró a Australia en 1881, acompañada por su hermana y sus padres, Francis e Isabel. Fue la primera ilustradora botánica en el Royal Botanic Gardens de Sydney. Sus trabajos más importantes son las ilustraciones de «La flora forestal de Nueva Gales del Sur « (unas 300 láminas), «Una revisión crítica del género Eucalyptus «. « , y el género Opuntia , todos del botánico y silvicultor Joseph Henry Maiden .
Margaret Neilson Armstrong (1867-1944)
Esta ilustradora y escritora estadounidense escribió e ilustró la primera guía completa de flores silvestres del oeste estadounidense. Durante la década de 1910, viajó y acampó por todo el oeste de los Estados Unidos y Canadá, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en llegar al fondo del Gran Cañón. Descubrió allí varias especies de flores que aún no habían sido identificadas por los botánicos y las describió e ilustró en su obra botánica.
Matilda Smith (1850- 1927)
Matilda Smith fue una botánica e ilustradora inglesa cuya obra apareció en la revista científica Curtis’s Botanical Magazine por más de cuarenta años.