Ulmus minor: cuidados y cultivo del olmo común o negrillo

Ulmus minor, también conocido como olmo común, olmo de campo o negrillo, es una especie de árbol caducifolio de la familia Ulmaceae. Es nativo de Europa, Asia Menor y el norte de África, y se encuentra en una amplia variedad de hábitats, desde bosques caducifolios hasta zonas ribereñas. El olmo común es un árbol importante para la biodiversidad, ya que proporciona alimento y refugio a una gran variedad de animales, incluidos pájaros, insectos y pequeños mamíferos.

Cómo es el olmo

El olmo es un árbol de porte elevado que puede alcanzar una altura de hasta 30 metros de altura. Su tronco es grueso y tortuoso, con una corteza áspera y resquebrajada. La copa de Ulmus minor es amplia y redondeada, y proporciona una sombra densa. Puede llegar a los 25 metros de diámetro.

Hojas

Las hojas del olmo sonsimples, alternas y de forma asimétrica, con un ápice agudo o redondeado. Son de color verde brillante en el haz y más pálidas en el envés. Las hojas miden de 5 a 10 cm de largo y de 2,5 a 5 cm de ancho.

  • Forma: las hojas son de forma elíptica a ovalada, con un extremo puntiagudo y una base asimétrica.
  • Bordes: los bordes de las hojas son dentados, con pequeños dientes a lo largo del margen.
  • Ápice: la punta de las hojas es aguda.
  • Base: la base de las hojas puede ser desigual, y la disposición es alternada en el tallo.
  • Textura: las hojas tienen una textura suave y son de color verde oscuro en el haz y más claro en el envés.
  • Tamaño: las hojas miden típicamente entre 6 y 12 centímetros de longitud, aunque esto puede variar.

Estas características ayudan a diferenciar las hojas del olmo común de otras especies de árboles. Ten en cuenta que no siempre son exactas y pueden variar ligeramente entre individuos distintos o en diferentes condiciones de crecimiento. Además, las hojas son caducas, lo que significa que se caen en otoño y vuelven a brotar en primavera.

Flores

Las flores de Ulmus minor son pequeñas, de color verde amarillento y poco llamativas. Se agrupan en inflorescencias llamadas amentos que se producen antes de que aparezcan las hojas. Los amentos miden de 5 a 10 cm de largo.

Son flores unisexuales que se encuentran en el mismo árbol, pero en diferentes estructuras. El olmo es una especie monoica, lo que significa que tiene tanto flores masculinas como femeninas en el mismo individuo.

Las flores masculinas, también conocidas como amentos o espigas, son estructuras colgantes que contienen pequeñas flores con órganos reproductores masculinos (estambres). Estas flores producen polen.

Las flores femeninas son menos llamativas y están agrupadas en pequeños racimos. Estas flores contienen los órganos reproductores femeninos (pistilos) y en ellas se desarrollarán los frutos después de la polinización.

Época de floración de Ulmus minor

La época de floración del olmo común generalmente se produce a principios de la primavera, antes de que aparezcan las hojas. La polinización suele ser llevada a cabo por el viento, ya que las flores son pequeñas, y no dependen en gran medida de insectos para la polinización.

Las flores de Ulmus minor no destacan desde el punto de vista ornamental. La belleza principal de este árbol reside en su porte elegante y en las hojas verdes que se desarrollan después de la floración.

Frutos

El fruto del olmo es una pequeña nuez alada conocida como sámara. La sámara tiene forma ovalada y está rodeada por una membrana en forma de ala que facilita su dispersión por el viento. Esta estructura ayuda a que el fruto sea transportado a distancias mayores desde el árbol madre.

La sámara del olmo común generalmente mide alrededor de 1 a 2 centímetros de longitud. Estos órganos alados se agrupan en racimos y son liberados por el árbol en primavera o principios del verano, dependiendo de las condiciones climáticas y geográficas.

Es importante destacar que la sámara es una característica común en muchos árboles del género Ulmus y en otras especies de árboles. La forma y el tamaño de las sámaras pueden presentar ligeras variaciones entre diferentes especies de olmos.

Nombre comúnOlmo, negrillo
Nombre botánicoUlmus minor
FamiliaUlmaceae
Tipo de plantaÁrbol de hoja caduca
Tamaño maduro30 metros de altura, 25 metros de ancho
Exposición al solTotal
Tipo de sueloProfundo, bien drenado
pH del suelo Ácido a neutro
Tiempo de floraciónVerano
Color de la flor Verde amarillento
Zona de rusticidad 5-9 (USDA)
Zona Nativa Europa, Asia Menor y el norte de África

Hábitat natural del olmo

Ulmus minor es nativo de Europa y ha formado parte del paisaje europeo durante mucho tiempo. Su hábitat natural abarca una amplia variedad de condiciones climáticas, y se encuentra comúnmente en los siguientes entornos:

  1. Bosques mixtos: el olmo se encuentra a menudo en bosques mixtos junto con otras especies de árboles caducifolios, como robles y hayas.
  2. Bordes de ríos y arroyos: puede prosperar en las zonas ribereñas y a lo largo de los cursos de agua, donde el suelo tiende a ser más húmedo y fértil.
  3. Áreas de cultivo: a veces se encuentra en campos y pastizales, especialmente en zonas agrícolas.
  4. Áreas urbanas y rurales: el olmo común también se ha planta tradicionalmente en áreas urbanas y rurales como árbol ornamental debido a su atractiva forma y sombra.

Es importante destacar que la especie Ulmus minor ha enfrentado amenazas considerables debido a la propagación del hongo Ophiostoma novo-ulmi, que causa la enfermedad conocida como grafiosis del olmo. Esta enfermedad ha tenido un impacto significativo en las poblaciones de olmos en España y otras partes de Europa y del mundo. A pesar de esto, el olmo común forma parte de muchos paisajes europeos y sigue siendo un árbol muy apreciado.

Cuidados del olmo

El cuidado del olmo incluye varios aspectos para procurarle un crecimiento saludable y prevenir enfermedades.

Luz

El olmo prefiere estar a pleno sol, con al menos 6 horas diarias de luz solar directa para crecer y prosperar. Esta ubicación le proporciona la energía necesaria para realizar el proceso de fotosíntesis y promueve un crecimiento fuerte y saludable.

Suelo

Ulmus minor agradece suelos bien drenados y fértiles. Las siguientes son algunas características del suelo que favorecen el crecimiento saludable del árbol:

  1. Drenaje: el olmo no tolera el encharcamiento, por lo que es crucial que el suelo tenga un buen drenaje. Los suelos arcillosos pesados que retienen el agua pueden ser problemáticos para Ulmus minor, ya que ésto puede provocar problemas y enfermedades de las raíces.
  2. Fertilidad: aunque pueden tolerar suelos con pocos nutrientes, los olmos tienden a prosperar en suelos fértiles. Agregar materia orgánica, como compost, al suelo puede mejorar su fertilidad y estructura.
  3. pH del suelo: el olmo común prefiere suelos ligeramente ácidos o neutros. Un rango del pH entre 6.0 y 7.5 es el más adecuado. Puede tener dificultades en suelos muy ácidos o muy alcalinos.
  4. Textura: los suelos de textura media a franca son ideales para el olmo. Estos suelos permiten un buen drenaje y retienen la humedad y los nutrientes de manera adecuada.
  5. Profundidad del suelo: el olmo suele desarrollar un sistema de raíces extenso y superficial. Un suelo profundo les proporciona espacio para expandir sus raíces y crecer de manera saludable.

Antes de plantar Ulmus minor, es recomendable realizar una prueba del terreno para evaluar las condiciones específicas en tu zona. Esto puede ayudarte a ajustar el suelo según las necesidades específicas de la especie. Además, ten en cuenta que la adaptabilidad puede variar según la variedad de olmo y las condiciones climáticas locales.

Temperatura

El olmo es un árbol resistente que puede tolerar una rango de temperaturas bastante amplio, pero prefiere climas templados.Puede crecer bien en climas con inviernos fríos y veranos moderadamente cálidos.

Ulmus minor es resistente al frío y puede sobrevivir a inviernos con temperaturas bajo cero. Sin embargo, temperaturas extremadamente frías pueden afectar la salud del árbol. Los veranos moderadamente cálidos son beneficiosos para un crecimiento saludable. Las temperaturas ideales para su desarrollo están en el rango de 20-30°C.

En regiones con veranos extremadamente calurosos, especialmente si se combinan con sequías, al olmo le beneficiará algún riego adicional.

El olmo común es apto para crecer en zonas de resistencia USDA 5 a 9. Estas zonas abarcan una variedad de climas, desde templado a subtropical. Antes de plantar, es aconsejable conocer las condiciones climáticas específicas de tu región y seleccionar una variedad de olmo que se adapte mejor a esas condiciones.

Riego

El riego adecuado para un olmo depende de varios factores, como las condiciones climáticas, el tipo de suelo, la edad del árbol y el establecimiento de las raíces. Las siguientes son algunas pautas generales para que elijas el riego correcto:

  1. Riego inicial: durante el primer año después de la plantación, es crucial mantener el suelo consistentemente húmedo para favorecer el desarrollo de las raíces. Riega regularmente para asegurarte de que el suelo no se seque por completo.
  2. Riego regular: después del primer año, el olmo es bastante resistente a la sequía, pero aún así le beneficia el riego regular, especialmente durante períodos secos. Proporciona agua cuando el suelo esté seco a unos 5-7.5 cm de profundidad.
  3. Evita el encharcamiento: aunque el olmo prefiere suelos húmedos, es importante evitar el encharcamiento. Asegúrate de que el suelo tenga un buen drenaje para prevenir problemas de raíces.
  4. Riego profundo: cuando riegues, hazlo de manera profunda para fomentar el crecimiento de las raíces hacia el interior del terreno. Un riego superficial suele fomentar la formación de raíces superficiales, lo que puede hacer al árbol más susceptible a la sequía.
  5. Ajusta según las condiciones climáticas: ajusta la frecuencia del riego según las condiciones climáticas. En períodos calurosos o ventosos, es posible que necesites regar con más frecuencia.
  6. Mulching: aplica una capa de mantillo alrededor del árbol para ayudar a conservar la humedad y reducir la competencia de malezas.
  7. Riego invernal: En invierno, cuando el árbol está en reposo, reduce el riego. Los olmos son más tolerantes a la sequía durante su período de inactividad.

Recuerda que estas son pautas generales y es importante ajustar el riego según las condiciones específicas de tu zona y el tipo de suelo. Observa el terreno y el comportamiento del árbol para determinar cuándo es el momento adecuado para regar.

Fertilizante

La fertilización del árbol es un aspecto importante del cuidado del olmo para promover su crecimiento saludable.

Cuándo fertilizar:

  1. Primavera: la primavera es un momento adecuado para aplicar fertilizante, ya que es cuando los árboles están en crecimiento activo. Asegúrate de fertilizar antes de que arranque el nuevo crecimiento.
  2. Finales de la primavera: puedes dividir la fertilización, aplicando una parte a principios de la primavera y otra a fines de la primavera. Esto proporcionará nutrientes a medida que el árbol comienza su temporada de crecimiento más activo.

Cómo fertilizar:

Utiliza un tipo de fertilizante equilibrado que contenga nitrógeno, fósforo y potasio, así como otros micronutrientes esenciales. Un abono específico para árboles y arbustos es una buena opción. Sigue las indicaciones del paquete del producto para determinar la cantidad adecuada. Demasiado fertilizante puede ser perjudicial, así que no te excedas.

Distribuye el fertilizante uniformemente sobre la zona bajo la copa del árbol, evitando colocarlo directamente contra el tronco. Puedes esparcirlo a mano o utilizar un esparcidor. Después de aplicar el abono, riega bien la zona para ayudar a que los nutrientes penetren hacia las raíces. Esto es especialmente importante si el suelo está seco.

Aplicar una capa de mantillo alrededor del árbol puede ayudar a conservar la humedad y proporcionar nutrientes adicionales a medida que se descompone.

En general, un olmo bien establecido puede tener suficiente con una fertilización anual. Sin embargo, es esencial observar la respuesta del árbol y ajustar según sea necesario. Recuerda que las necesidades de fertilización pueden variar según las condiciones del suelo y el entorno. Siempre es una buena idea realizar una prueba del terreno para evaluar los niveles de nutrientes antes de fertilizar y así asegurarte de proporcionar lo que realmente necesita el olmo.

Cuándo y cómo podar un olmo

La poda de un árbol es una práctica importante para mantener su salud, forma y vigor. Aquí tienes algunas pautas generales sobre cómo y cuándo podar un olmo:

Cuándo podar

Para la mayoría de los árboles de hoja caduca, la mejor época para podar es durante la temporada de inactividad, generalmente en el invierno o principios de la primavera antes de que comience el nuevo crecimiento. Esto minimiza el estrés en el árbol.

Evita la poda drástica durante los meses calurosos del verano, ya que esto puede exponer a la planta al estrés adicional. Las pequeñas podas de mantenimiento, como la eliminación de ramas muertas o enfermas, pueden realizarse en cualquier momento del año.

Cómo podar

Utiliza herramientas de poda afiladas y limpias para hacer cortes limpios y reducir el riesgo de enfermedades.

Corta ramas muertas, enfermas o dañadas. Corta justo afuera de la zona donde la rama se encuentra con el tronco. Elimina ramas que se crucen, se rocen o crezcan hacia el interior del árbol.

Realiza podas de formación en los primeros años para establecer una estructura fuerte y bien equilibrada. Poda para controlar el tamaño y la forma del árbol según sea necesario, pero evita eliminar más del 20-25% de la masa foliar en una sola temporada. Evita también la poda excesiva o tipo topiaria, ya que esto puede dañar la salud del árbol.

Plagas y enfermedades del olmo

El olmo común enfrenta varios desafíos relacionados con plagas y enfermedades. Uno de los problemas más notables es la grafiosis del olmo, causada por los hongos Ophiostoma ulmi y Ophiostoma novo-ulmi, transmitidos por un tipo de escarabajo.

Enfermedad de la Grafiosis del Olmo

Esta enfermedad está provocada por los hongos Ophiostoma ulmi y Ophiostoma novo-ulmi, transmitidos principalmente por escarabajos del género Scolytus. Los síntomas son marchitez rápida del follaje, decoloración y necrosis de las hojas, secado y muerte de las ramas y, finalmente, del árbol.

La prevención es crucial. Se han desarrollado algunas variedades resistentes y la selección de árboles resistentes es clave. La eliminación y destrucción de árboles infectados ayuda a prevenir la propagación.

Áfidos (Pulgones)

Los pulgones son insectos pequeños que se alimentan de la savia de las hojas y brotes tiernos del árbol. Se pueden detectar porque se deforman las hojas y aparece una melaza que atrae a las hormigas y al hongo negro (Fumagina). Para su control se pueden utilizar enemigos naturales como mariquitas y avispas parásitas. En casos más graves se pueden aplicar insecticidas específicos.

Escarabajos de Corteza (Scolytidae)

Estos coleópteros perforan la corteza del árbol para alimentarse y anidar. Los síntomas que aparecen son orificios en la corteza y un daño estructural que se produce al debilitarse el sistema vascular. En los casos más graves pueden ser necesarios tratamientos insecticidas.

Manchas foliares y Otras Enfermedades Fúngicas

Diversos hongos pueden causar manchas foliares y otras enfermedades fúngicas. Los síntomas se manifiestan como manchas en las hojas, decoloración y pérdida prematura del follaje. Para ayudar a controlarlo se deben realizar prácticas preventivas como la poda adecuada y la eliminación de tejido infectado. En casos graves será necesario la aplicación de fungicidas específicos.

Consejos generales para el manejo de plagas y enfermedades

Los árboles sanos son más resistentes a plagas y enfermedades. Proporciona agua y nutrientes adecuados en el momento que lo necesite. Inspecciona de manera regular el ejemplar para detectar signos tempranos de cualquier problema. Para controlar problemas utiliza una combinación equilibrada de buenas prácticas junto a un control biológico y químico.

Si encuentras problemas específicos en tu olmo, te recomendaría consultar a un profesional en arboricultura o un especialista local en horticultura para obtener orientación específica a tu región y situación.

Cómo plantar un olmo

Plantar un árbol implica seguir algunos pasos clave para asegurar un buen establecimiento y crecimiento saludable. A continuación te dejo una guía básica sobre cómo plantar un olmo.

  1. Elección del lugar: elige un sitio con suelo bien drenado. Los olmos prefieren suelos ligeramente ácidos a neutros. Asegúrate de que el lugar reciba luz solar adecuada, crecen mejor a pleno sol.
  2. Preparación del suelo: acondiciona el suelo aflojándolo y mezclándolo con materia orgánica como compost. Si el suelo es pobre en nutrientes, puedes añadir un fertilizante equilibrado.
  3. Elección de la planta: adquiere un olmo de un vivero de confianza. Asegúrate de que la planta sea saludable y esté libre de enfermedades.
  4. Momento de la plantación: la mejor época para plantar un olmo es generalmente a fines del invierno o principios de la primavera, cuando el árbol está en estado latente.
  5. Proceso de plantación: excava un agujero en el suelo que sea aproximadamente dos veces más ancho y tan profundo como el cepellón de la planta. Retira la planta del envase con cuidado, asegurándote de no dañar las raíces. Coloca el olmo en el agujero y asegúrate de que quede a nivel del suelo. Llena el agujero con tierra y presiona suavemente alrededor de la base para eliminar bolsas de aire. Riégalo bien después de la plantación.
  6. Riego y cuidado inicial: riega la planta regularmente durante los primeros meses para ayudar a que establezca sus raíces. Aplica una capa de mantillo alrededor del árbol para ayudar a conservar la humedad y suprimir malezas.
  7. Protección y apoyo: protege el olmo contra el viento y posiblemente contra animales pequeños que puedan dañar la corteza. Proporciona algún tipo de soporte si el árbol es joven y propenso a inclinarse.

Antes de plantar un olmo, es recomendable realizar una prueba de suelo para evaluar las condiciones específicas en tu zona. Esto puede ayudarte a ajustar el suelo según las necesidades específicas de la especie. Ten en cuenta que la adaptabilidad puede variar según la variedad de olmo y las condiciones climáticas locales.

       

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