Estrenamos el mes de marzo y quedan, por tanto, menos de 20 días para que llegue la primavera. A estas alturas ya tenemos ganas de que termine el invierno, que justo estos días es cuando azota con mayor fuerza. Las borrascas están dejando lluvia, nieve y mucho frío a su paso, pero lo cierto es que el agua hace mucha falta y siempre (que no sea de forma catastrófica) es bienvenida.
Como el tiempo de las flores se vislumbra ya en el horizonte, creo que es buen momento para dedicarles algunos artículos. Las flores son, casi siempre, lo primero que viene a la mente cuando hablamos de jardinería, el elemento principal que deseamos cultivar para embellecer nuestro entorno. Las flores son maravillosas, las hay en una enorme variedad de tamaños, colores y formas, y por duro que sea el lugar donde vivas, siempre encontrarás una planta con flores.
El cráter del volcán Haleakala, en la isla de Maui, es el hábitat natural de la espada plateada; un pequeño género de plantas dentro de la familia de las compuestas, endémico de Hawai.
Pero las flores son más que esa bella exhibición de forma y color que tanto nos atrae. Tienen características que las hacen diferentes unas de otras y es importante conocerlas para conseguir que prosperen bien y obtener el máximo partido de ellas. Según de qué hablemos, descubriremos que hay plantas anuales, perennes, bulbos, suculentas, alpinas, rastreras, etc. Los factores que las diferencian son diversos, pero poco a poco aprenderemos a distinguirlas. En sucesivos artículos iremos tratando este tema, hoy comenzaremos por las plantas anuales.
Plantas anuales
Son plantas que suelen aparecer a la venta cada temporada en los viveros y centros de jardinería. Prímulas, caléndulas, alegrías, …. Las llevas a casa, las plantas, y crecen durante la primavera y el verano floreciendo incesantemente, hasta que vuelve el clima frío y comienzan a marchitarse hasta morir con las primeras heladas. Puede ser que vivas en un lugar templado, sin heladas, en cuyo caso las anuales se convierten en perennes (de ellas os hablamos aquí).
Las plantas anuales suelen ser económicas y dan un rendimiento intenso por poco dinero, pero durante un periodo de tiempo breve. En general son bastante resistentes y pueden soportar algún descuido de principiante. Yo las aconsejo para jardineros novatos.
Los jardineros experimentados suelen ir perdiendo el interés en este tipo de plantas. Para algunos son demasiado alegres, para otros resultan aburridas, a otros nos les interesan plantas «de usar y tirar». Puede que estas afirmaciones sean ciertas, pero la floración de las plantas anuales es insuperable y son perfectas para llenar de color un jardín.
Para mi, uno de los mayores inconvenientes de las plantas anuales es el económico. Hay que comprar plantas nuevas cada temporada y, si el área a reponer es grande, puede salir bastante caro. Pero lo peor de todo es que replantar todos los años resulta agotador y realmente aburrido. Este es el motivo principal por el que yo me pasé a las perennes, hablaremos de ellas en una próxima entrada.
Dónde se suelen usar plantas anuales
Para llenar un parterre o hacer un macizo con flores del mismo tipo
En contenedores: macetas, jardineras o de otro tipo
Para llenar una cesta colgante
Bordeando un camino
Para dar color a un macizo perenne fuera de su temporada
Para decorar el huerto
Para rellenar huecos rápidamente (cuando otra planta falla, por ejemplo)
Cuidados de las plantas anuales
El cuidado de las plantas anuales no tiene grandes complicaciones. Suelen venderlas preparadas para comenzar bien, con buen sustrato y libres de plagas. Quizás, como primera recomendación, habría que fijarse a la hora de comprarlas y no escoger una que de entrada ya no tenga muy buen aspecto.
La primera necesidad de las anuales, como cualquier otra planta, es el agua. Para crecer y florecer copiosamente necesitan alimento, y las plantas se alimentan gracias al agua. Una planta sedienta no puede estar bonita. Hay que regar con regularidad y en profundidad, para que el agua llegue bien a las raíces. Cuando la planta nota la falta de agua sufre una situación de estrés y comienza a luchar por la supervivencia deshaciéndose, en primer lugar, de los capullos y las flores.
El agua, vital para la vida de la planta, circula desde la raíz hasta las hojas transportando los nutrientes del suelo a las células vegetales. Las plantas necesitan minerales y otros elementos para crecer y florecer. Si hay carencia de nutrientes los síntomas suelen ser manchas en las hojas, capullos que caen sin llegar a abrirse, decaimiento general de la planta, etc. Los fertilizantes sirven para reponer esos minerales que la planta consume del suelo y se deben aplicar, siguiendo las indicaciones de cada envase, para tener hojas sanas, brotes vigorosos y muchas flores.
Una técnica básica que debemos conocer para cuidar bien nuestras plantas es el pinzado. El procedimiento consiste en pellizcar o cortar los extremos de los tallos para detener el crecimiento longitudinal y estimular el desarrollo de ramas laterales. De esta manera las matas crecen más compactas y lustrosas. De igual manera, también conviene eliminar las flores que se marchitan. La planta se verá más bonita sin flores mustias, pero la razón principal de cortarlas es evitar que la planta gaste energía en la formación de semillas y la dedique a la producción de flores nuevas.
Comprar plantas anuales
En primavera, o incluso algunas semanas antes, todos los viveros y centros de jardinería ponen a la ventas las plantas de la nueva temporada. Siempre hay mucha variedad para elegir y todos los años aparecen cosas nuevas. Los productores de plantas trabajan duro para conseguir cultivares diferentes a todo lo visto antes y casi siempre nos sorprenden con alguna variedad diferente: nuevos colores, flores dobles donde antes solo había simples, etc.
Hay una lista enorme de plantas anuales donde elegir. Algunas son populares y fáciles de encontrar, otras son más complicadas. Comprar plantas es muy divertido, pero se puede volver antipático si te obcecas en encontrar una variedad demasiado exótica. Si descubres una planta en una revista o en internet, no te ofusques por encontrarla a toda costa. Puede que no sea adecuada para el clima donde vives y por eso los gardens no la llevan. Piensa que siempre hay alguna alternativa. Elige sin complicarte en exceso y disfruta.
Plantas anuales de sol
Caléndula
Lobelia
Geranio
Capuchina
Petunia
Zinnia
Nicotiana
Surfinia
Plantas anuales de sombra
Coleo
Begonia
Vinca
Alegría de la casa
Nomeolvides
Cineraria
Agerato
Pensamiento
Anuales a partir de semillas
La opción económica para conseguir tus plantas anuales es plantar semillas, comprando sobres o recolectando las de tu propio jardín de un año para otro. Más adelante profundizaremos en la técnica, pues cada tipo de planta tiene sus características y la técnica puede variar de unas a otras. En general, cuanto menor es el tamaño de la semilla, mayor es el desafío de hacerla germinar, ya que hay que sembrarlas en semilleros dentro de casa con luz brillante o con fluorescentes.
Lo habitual es sembrar a final del invierno en bandejas y en un lugar resguardado del frío. Una vez haya pasado el riesgo de heladas, ya se pueden sacar las plantitas al exterior y, cuando las plantas tengan buen tamaño, trasplantar a su lugar definitivo.
Algunas plantas anuales, de rápido crecimiento, se pueden sembrar directamente en el suelo al final de la primavera, donde germinarán y crecerán con rapidez. Entre ellas están las capuchinas, las zinnias o el guisante de olor, una de mis favoritas.
También sucede que con algunas anuales que ellas mismas se resiembran con mucha facilidad. Violas, pensamientos y petunias son algunas de ellas. Yo las he visto nacer en mis jardineras de manera espontánea, debido a que las flores de la temporada anterior esparcieron semillas sobre la tierra que germinaron al llegar una nueva primavera. Esta es una experiencia que a mi todos los años me sorprende, resulta muy gratificante encontrar plantitas que no esperabas.
Anuales que realmente no son anuales
Existe una serie de plantas que en nuestro país o en nuestra región tratamos como anuales cuando realmente no lo son. Estas falsas anuales son plantas de climas más cálidos que en su lugar de origen, con temperaturas más altas durante el invierno, conseguirían vivirían más de una temporada. En nuestra zona, no soportan las heladas invernales y mueren. Si las mantuviéramos protegidas del frío intenso, con plásticos, en invernaderos, o dentro de casa, podríamos prolongar su vida y volver a disfrutar de ellas la siguiente temporada. Algunas de ellas son: coleo, geranio, impatiens, begonia, anthirrinum. En la práctica, al ser plantas económicas, se suelen desechar las plantas del año y replantar a la siguiente temporada.
Espero que este artículo haya aclarado muchas dudas sobre las plantas anuales, también conocidas «flores de temporada». Su uso en el jardín nos asegura frescura y color instantáneo, abundancia de flores y belleza durante muchos meses, pero a largo plazo pueden llegar a cansarnos. Para no tener que comenzar de nuevo cada primavera, las plantas perennes nos ofrecen otras posibilidades, ya que su vida se prolonga durante muchos años. De ellas hablaremos en el próximo tema. ¡Aquí os espero!
Completísimo este post sobre las plantas anuales, Mónica, es fantástico. Yo soy muy partidaria de este tipo de plantas que adornan jardineras y macetas para que el jardín esté bien bonito una temorada, de algunas, como dices, guardo semillas para plantar, otras salen espontáneas ¡son una maravilla!
Muchos besos.
Muchas gracias, Montse! Tenía ganas de hablar de ellas porque son geniales. Pronto comenzará la primavera y viene muy bien conocerlas.
Un beso!
buen post, enhorabuena
Muchas gracias, Mario.
Un abrazo!