Hace ya algún tiempo dedicamos una entrada a los riads, antiguas casas tradicionales marroquíes con jardín o patio interior. Los riads eran el hogar de los ciudadanos más ricos, como comerciantes y cortesanos. El riad se enfocaba hacia el interior, permitiendo la privacidad de la familia y la protección frente al clima de Marruecos. Un riad modesto, contaba al menos con un pequeño patio interior ubicado en el centro; un riad rico, podía tener más de un patio e incluso un jardín de dimensiones considerables.
Le Jardin Secret, este riad que nos ocupa hoy, ha sido el hogar de algunas de las personalidades política más influyentes de Marruecos, por lo que su planta es extensa y lujosa. Se renovó hace un par de años para darle uso público y así, quien quiera (y pueda) tiene la posibilidad de alojarse en una de sus maravillosas estancias, degustar platos típicos en su restaurante o acudir, simplemente, a tomar algo y pasear por sus edificios y jardines. Le jardín Secret es un ejemplo destacado de arte y arquitectura islámica. De todo ello daremos buena cuenta en las siguientes líneas.
Reconstruido a mediados del siglo XIX a instancias de un Caíd influyente de las montañas del Atlas, Le Jardin Secret ha sido el hogar de algunas de las personalidades políticas más importantes de Marruecos y Marrakech.
Los orígenes de Le Jardin Secret se remontan a la segunda mitad del siglo XVI, cuando el sultán saadiano Moulay ‘Abd-Allah comenzó la urbanización del prestigioso distrito de Mouassine en la medina de Marrakech. A finales del siglo XVII, con el declive de la dinastía Saadian, muchos edificios importantes de Marrakech fueron destruidos, entre ellos el palacio de El Jardín Secret.
Hacia la mitad del siglo XIX, el Caíd al-Hajj Abd-Allah U-Bihi tomó posesión de la tierra, en la cual, respetando plenamente el diseño del complejo de la era Saadi, se construyó un nuevo palacio. Marrakech disfrutó de un desarrollo sustancial en este período, que favoreció la construcción de jardines y mansiones ricas.
Era una época de intensas intrigas de poder y el sultán sospechaba de la lealtad del Caíd U-Bihi. Algunos años después de la construcción de este hermoso palacio, el Caíd fue asesinado con té envenenado y la propiedad pasó a manos del Cadí Moulay Mustapha, un gran juez que disfrutaba de una relación cercana con la familia gobernante.
En 1912, el palacio pasó a manos de al-Hajj Muhammad Loukrissi, relojero y chamberlán del sultán Moulay ‘Abd-al-Hafiz. Aquí vivió durante 22 años, con sus tres esposas, numerosos descendientes y una enorme colección de relojes. Tras su muerte, el jardín cayó en el abandono. Desde 1934 hasta 2007 más de 130 descendientes reclamaban su parte de la propiedad, que solo serían unos cuantos metros cuadrados, sin llegar a ningún acuerdo.
El otrora magnífico riad y sus exuberantes jardines se convirtieron en unos pocos edificios derruidos, tierra seca llena de maleza y unas cuantas datileras resistentes. Por fortuna, llegó una pareja italiana con visión y recursos para salvar el palacio de los desavenidos herederos del relojero. Adquirieron la propiedad, revivieron el riad y encargaron la restauración del jardín a uno de los más talentosos paisajistas británicos: Tom Stuart-Smith; quien contó para la ejecución con otro de los grandes: Andy Hamilton.
Los espacios verdes de Le Jardin Secret están divididos en dos zonas: un gran jardín, de trazado islámico y otro más pequeño, de carácter exótico y lleno de plantas procedentes de todo el mundo, recordando el carácter experimental de los grandes jardines de Marrakech.
El jardín islámico fue restaurado siguiendo el diseño del siglo XVIII. Estrechamente vinculado a las estructuras del riad, este tipo de jardín era un oasis de paz, donde se puede disfrutar del retiro y la contemplación gracias a la sombra de los árboles y la intimidad del espacio cerrado. El diseño en cuatro partes del jardín islámico (para facilitar el riego de los terrenos) recuerda la descripción del cielo que se narra en el Corán. El jardín es, de hecho, una metáfora del cielo; un lugar sagrado, trazado con rígidas reglas geométricas, en el que el orden musulmán impera sobre el desorden salvaje de la naturaleza.
En el corazón de Le Jardin Secret, como en casi todos los jardines islámicos, hay una fuente. El agua es un elemento esencial para la vida y tiene cierta connotación sagrada. En el mundo musulmán el agua tiene una función purificadora, símbolo de vida y signo de la existencia y el poder de Dios. El cielo se describe en el Corán como un jardín en el que fluyen los arroyos.
Durante la época de Loukrissi el agua llegaba al riad desde las montañas de Atlas por un acuífero subterráneo que la distribuía por las mezquitas de la ciudad, los baños y las fuentes. Las grandes casas, como Le Jardín Secret, tenían el raro privilegio de poder acceder al suministro. En la actualidad el agua se extrae de un pozo subterráneo, pero todavía se pueden ver en el jardín vestigios visibles del sistema de agua original compuesto por tuberías, depósitos y canales hábilmente vinculados entre sí.
Olivo, granado, higuera y palmera datilera son cuatro árboles que no pueden faltar en un jardín islámico. Hay quien sostiene que el olivo es el árbol de la bienaventuranza que menciona el Corán y su aceite ha sido considerado mucho tiempo como sagrado. La granada representa la unidad, la integridad y la fertilidad, los higos fueron considerados una fruta del paraíso por el profeta Mahoma y el dátil se come para romper el ayuno al final de cada día de Ramadán. En el diseño de Stuart-Smith hay otras plantas representativas de los jardines marroquíes, como el argan (Argania spinosa), la uva (Vitis vinifera) o las naranjas, dulces y amargas (Citrus sinensis, Citrus aurantium).
Para acceder del jardín islámico al Jardín Exótico, hay que atravesar una pequeña estructura, pintada en rojo, que los separa. Aquí, Tom Sturt-Smith ha introducido plantas de Sudáfrica, México, Madagascar, Islas Canarias y otros países mediterráneos. Especies tolerantes a la sequía para minimizar el riego. Suculentas como Senecio mandraliscae, Opuntia robusta, Kalanchoe, Dasylirion, Yucca rostrata y Pachipodium exhiben sus formas estructurales sobre hierbas ornamentales como Perovskia, Pennisetum, Festuca glauca, Tulbaghia violacea, Muhlenbergia capillaris, etc.
Le Jardín Secret abrió al público en 2016 y aunque comienza a ser un lugar turístico, dicen que todavía no está tan masificado como los jardines Majorette. La visita guiada es muy interesante para conocer todos los aspectos del riad, y hay una guía escrita por el propio Tom Stuart-Smith que es esencial para quienes quieran conocer todos los detalles del jardín.
Fotografía: Tom Stuart-Smith, Andy Hamilton, John Robis,Gildas Funtun, Marianne Majerus
Muy interesante todo lo que cuentas. Había visto este jardín en uno de los recientes episodios de Monty Don "Gardens of Paradise" pero tu has ampliado en mucho la información. Sin duda es una jardín a visitar en la calurosa y abigarrada Marrakech.
Saludos
Genial lo que nos cuentas, me encanta Monica, muchas gracias y besin.
Que ganas de ir allí después de leer los artículos que tanto nos gustan de vosotras. La historia con todo detalle y además acompañado de toda la información del jardín. mis sinceras felicitaciones
¡Qué jardín tan agradable!
Me ha gustado mucho.
Besos.
Bellisimo paisaje. Por cierto, ya descargaron su cupon de descuento airbnb Oviedo esta genial.