Iris reticulata, también llamado iris reticulado, es una planta bulbosa de pequeño tamaño que florece los últimos días de invierno, anunciando la primavera. Sus flores llaman la atención incluso antes de estar abiertas, cuando los pétalos comienzan a desplegarse largos, estrechos y afilados, asomando entre claras hojas verdes que los envuelven. Una vez abiertos, los iris exhiben toda su belleza con un atractivo diseño tricolor de tonos púrpura, blanco y amarillo.


Iris reticulata, una pequeña planta bulbosa que florece en primavera
Iris reticulata es un iris bulboso de la familia Iridaceae. Es originario de las montañas del Cáucaso, Turquía, Irán e Iraq, pero se cultiva en todas las regiones templadas del planeta. Se considera una planta de primavera, pero lo cierto es que florece a finales de invierno, adelantándose un poco a la nueva estación. En casa cultivamos bulbos de Iris reticulata en maceta. Un par de ellos ya se han abierto y los demás no tardarán mucho.
El nombre del género, Iris, procede de la mitología griega. Es el nombre de la diosa griega del arcoíris y con él se rinde homenaje a las coloridas flores de los distintos tipos de lirios. El nombre de la especie, reticulata, significa «reticulada», y hace referencia al patrón de red que se puede distinguir en los bulbos de estas plantas.
flores de Iris reticulata
Las flores de este iris enano cuentan con 6 pétalos: 3 externos de mayor tamaño, manchados de blanco y amarillo, y 3 más pequeños que crecen curvados hacia el interior de la flor. Son de tres colores: azul púrpura, amarillo y blanco. El color azul cubre la mayor parte de la flor, por lo que podríamos decir que son flores azules con manchas amarillas y blancas. La planta, en total, no sobrepasa los 15 cm de altura, y sus flores carecen de aroma.


Cultivo de Iris reticulata
Los bulbos de Iris reticulata se plantan en otoño, cuando la tierra está templada, a unos 10 cm de profundidad. Se pueden cultivar indistintamente en el suelo del jardín, en macetas u otro tipo de contenedor. Si se plantan en maceta se pueden poner muy juntos, casi tocándose. Si se plantan en el suelo, con idea de que se naturalicen y formen masas, es mejor dejar dejar cierto espacio entre ellos, no demasiado, para los bulbillos que se formarán.
Los iris comenzarán a desarrollar raíces desde el momento de la plantación. Durante el invierno brotarán sus hojas y florecerán al final de la estación fría, en cuanto las temperaturas se suavicen un poco. Tras la floración las hojas se despliegan por completo y siguen creciendo. Desde ese momento se van formando nuevos bulbos hijos bajo la tierra, adheridos al bulbo madre, que recargan energía mientras las hojas se van secando. Durante esos días conviene aportar un poco de fertilizante a las plantas para que no les falten nutrientes. Los bulbos habrán completado su ciclo vegetativo cuando las hojas se sequen por completo entrando en un periodo de reposo hasta septiembre.
Plantación de Iris reticulata
Todos los bulbos pequeños de floración primaveral producen un gran impacto visual cuando se plantan en masas. Una pradera de césped salpicada de pequeñas flores, o un arriate con un gran grupo de estos Iris enanos es un espectáculo para la vista.
Pero quienes no tenemos mucho espacio también podemos disfrutar sus bellas flores en contenedores. Los bulbos de primavera en macetas son también un espectáculo. Un grupo de Iris reticulata llenando una maceta será perfecto. Sus flores darán un toque de color en cualquier rincón del jardín, la terraza o incluso en casa.
Personalmente me encanta decorar mi casa con las flores de estos pequeños bulbos. Los mantengo en el exterior mientras crecen y, cuando las flores comienzan a abrirse, los llevo dentro de casa. Después que se marchitan los dejo de nuevo en la terraza, para que finalicen allí su ciclo vegetativo.


Cultivar Iris reticulata
Suelo
A las plantas de Iris reticulata les gusta el suelo rico en humus, bien drenado, neutro o ligeramente alcalino. Si el pH de tu terreno es ácido puedes corregirlo agregar cal a su suelo. No abones con estiércol, ya que bajará el pH del suelo.
Temperatura
Los bulbos de Iris reticulata soportan heladas de hasta -15ºC. Los inviernos fríos favorecen el crecimiento primaveral.
Riego de Iris reticulata
El Iris reticulata es algo tolerante a la sequía, una característica que los hace apropiados para jardines de rocalla.
En regiones sin las lluvias de invierno adecuadas, hay que regar bien después de plantar y ocasionalmente hasta que brotan el follaje y las flores. Se deben regar durante la temporada de crecimiento, pero una vez que entran en latencia, no requieren agua en absoluto. Como todos los bulbos, Iris Reticulata se pudre si se riega demasiado o si el suelo retiene demasiada agua.


Abonado
Tras la floración hay que abonar los bulbos con un fertilizante especial para ellos. Dejaremos que las hojas se vayan secando poco a poco en la planta y no las eliminaremos hasta que estén completamente muertas. El follaje verde le sirve para absorber y almacenar nutrientes durante este periodo. Después dejaremos que los bulbos descansen en suelo seco durante su latencia de verano.
Luz
Los bulbos de Iris reticulata prefieren un lugar a pleno sol en el jardín. También pueden crecer con algo de sombra, pero cuantas más horas de luz solar reciban, mejor.
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Si, como a nosotras, te gustan estas pequeñas flores de Iris reticulata, esperamos que con nuestros consejos puedas disfrutar con el cultivo, desarrollo y floración de esta planta.
Los Iris me encantan Mónica, son de gran belleza y además suelen atraer gran cantidad de polinizadores. Es una lastima que su flor no dure algo de más tiempo.
Un fuerte abrazo.
Hola Mónica, me encantan los Iris, una pena que duren tan poco. Yo tengo en estos días algunos en flor y eso que los pobres amanecen cada día congelados. Preciosa entrada. Besos.