Hace ya algunos meses, creo que fue en marzo, descubrí (de forma virtual) el jardín de Serre de la Madone, un impresionante jardín botánico en el sur de Francia creado durante la primera mitad del siglo pasado por el Major Lawrence Waterbury Johnston, un aristócrata americano nacido en París, afincado primero en Inglaterra y más tarde en Francia. Durante su etapa inglesa construyo nada más y nada menos que el jardín de Hidcote Manor, uno de los más importantes jardines Arts and Crafts de Gran Bretaña.
Así es el jardín Serre de la Madone en un día gris y lluvioso de verano
Apasionado de las plantas tropicales y ante la imposibilidad de cultivarlas en el clima de Reino Unido, Lawrence se trasladó a la Riviera Francesa, concretamente a la localidad de Menton, donde volvió a utilizar su magia. En Serre de la Madone plantó todo lo que pudo traer de sus expediciones botánicas a China, Sudáfrica y Birmania, convirtiendo la ladera del valle del Gorbio en un jardín botánico de plantas exóticas y rarezas nunca antes vistas en estas tierras. Mantiene cierto estilo Arts and Crafts en el diseño, con espacios divididos y jardines separados ya no sólo por setos sino también por las diferentes alturas del terreno.
El verano no es precisamente el mejor momento de un jardín mediterráneo, con el calor la vegetación está de capa caída. Pero tuve la fortuna de visitarlo y pasear por él con profunda emoción a pesar de que llovía y era complicado deambular sobre senderos embarrados y escaleras de piedra resbaladizas. El jardín está algo escondido, no es fácil encontrarlo por casualidad, eso sumado al día lluvioso, hizo que no hubiera casi nadie por allí. Lo recorrí con la única compañía del paraguas blanco que me prestaron en la entrada, maravillada de tanta vegetación y con la sensación de que el espíritu del Major Johnston todavía paseaba por allí, observando y cuidando con cariño su creación.
Os dejo algunas de las fotografías que tomé, no son especialmente bonitas, no hay flores, no hay sol, ni a penas paseantes, estamos solo yo y mi paraguas que se coló en alguna foto.
En su día escribí una entrada sobre este jardín contando su historia, con fotos que no eran mías pero sí mucho más bonitas. No te lo pierdas, está en este enlace: Serre de la Madone.
¡ohh, precioso jardín!
Me gustan esos jardines frondosos, con muchas plantas exhuverantes y verdes como este. Me ha recordado también una de las zonas del Marimurtra de Blanes ¡qué lindeza!
Muchos besos, Mónica.
Si, Montse, los jardines de la Costa Brava poco tienen que envidiar a los de la Costa Azul. Yo no conozco Marimurtra más que de fotos, pero está en mi lista de pendientes.
Un beso!
Hola Monica, estupendp paseo y estupendas fotos. El jardín es maravilloso. Muchas gracias y muchos besos.
Gracias a ti, Lola.
Besos!
tres jolie, FANTASTIQUE, muy bonitos preciosossssssssssssss
🙂 Gracias Mario!
Me encanta pero que lugares tas bonitos nos descubres, es una maravilla, fue el día perfecto para pasearlo, sin gente y disfrutando de todos los detalles. Magnífico. Un abrazo
Gracias Raúl. No había mucho color en el jardín, pero la lluvia le daba un aspecto muy romántico.
Un abrazo!