Os he comentado en más de una ocasión que las plantas dentro de casa no se me dan bien, pero este invierno estoy disfrutando de ellas en la cocina. Porque como en lo que fallo es en los riegos, al tenerlas tan a la vista y cerca del grifo no se me olvida regarlas.
Porque me gusta tener flores en casa y las orquídeas me chiflan. Y yo antes que un ramo de flores o una poinsetia, tan navideña, prefiero decorar con una orquídea.
Así disfruto mucho más de los ratos que paso en la cocina, cualquier tarea se hace más agusto si el entorno es bonito. ¿No os parece?
Pues la tienes preciosa.