El crisantemo es originario de Asia y está asociado a tradiciones de diversos países asiáticos. En China ya se cultivaba en el 1500 a. C. y se introdujo en Japón hacia el siglo VIII, donde se convirtió en la flor imperial. Durante el siglo XVII llegaron los primeros crisantemos a Europa y desde aquí, se exportaron al Nuevo Mundo. En la actualidad está extendida por los cinco continentes, es una planta apreciada por todas las cultura y en otoño, cuando florecen, son muy típicos los festivales florales dedicados al crisantemo.
Los crisantemos protagonizan el espectáculo floral de noviembre en Longwood Gardens
Longwood Gardens es uno de los jardines botánicos más importantes de Estados Unidos, fue creado a principios del siglo XX por Pierre S. du Pont en el estado de Pensilvania y cuenta con extensos invernaderos donde crecen impresionantes colecciones de plantas. El jardín, de gestión privada, desarrolla un importante papel educativo además de ser un centro botánico abierto al público que acoge diferentes actividades y exposiciones relacionadas con la horticultura.
Noviembre es una fecha destacada en el parque, la floración de los crisantemos convierte uno de sus invernaderos en un auténtico espectáculo. Más de 17.000 plantas han sido cuidadas y guiadas en diferentes formas para que esta gala floral sea todo un éxito. Entre todas destaca la enorme semiesfera cultivada según la técnica japonesa ozukuri.
Si soy sincera, a mi tantísima flor junta me satura un poco, pero no se puede negar el mérito que tiene orquestar una función floral de esta envergadura, probablemente el mayor festival de crisantemos fuera de Asia. Os dejo algunas imágenes para que juzguéis vosotros mismos, y si queréis conocer más, aquí tenéis el enlace a la web del parque. De ella son todas estas fotos.
Me parece realmente espectacular eso si el crisantemo lo veo muy pomposo y si se pone con mucho colorido, pede pecar de hortera aunque esa es mi opnión, pero ya digo que me encantaria visitarlo. Un saludo monica.
Esta claro que no deja indiferente tanto color. Muy interesante conocer el Jardín Botánico de Longwood Mónica ¡saludos!