Dejar tu casa en vacaciones y cambiar de aires sienta muy bien, sobre todo cuando es para pasar unos días en lugar tan bonito como el que hemos visitado este año en Francia. Pero además de nuestra semana francesa, este año he pasado dos meses fuera con mi familia y aunque he tenido quien regara y vigilara el jardín, a la vuelta se notaba cierta dejadez. Poco a poco se va recuperando, pero a costa de mucho trabajo y dedicación.
A la vuelta de vacaciones mi jardín necesita cuidados especiales
Algo que suele suceder todos los años en verano es que las plantas crecen desmesuradamente y a mi regreso el jardín está sobrecrecido. Un jardín pequeño como el mío y ya completamente establecido, necesita la mirada atenta de su cuidador para ir recortando a tiempo las ramas que crecen de modo que los arbustos mantengan la proporción adecuada y sobre todo, una forma bonita. Así es como suelo hacer con los laureles desde que en primavera comienza a activarse su crecimiento, pero después de semanas sin tocarlos, algunas ramas se han desarrollado en exceso y el arbusto ha perdido su forma redondeada.
Al lado, la polygala ha crecido de una manera asombrosa, hasta el punto de cubrir la salvia que crece un poco más atrás. Yo pensaba que la podría mantener más compacta, pero en un mes se ha hecho enorme. No es que esté fea ni mucho menos, pero el tamaño es desproporcionado y la reducción ha de ser tan grande que cuando pode solo quedará la zona leñosa del interior. Por ese motivo y para no perder la floración que tiene ahora, esperaré a finales de otoño para podarla.
Pero el tamaño no es el único desastre que he encontrado a mi vuelta, revisando las hojas he podido descubrir que otros habitantes del jardín, poco deseados, se han establecido aquí antes de mi regreso. Estas graciosas y granujas orugas se están zampando mis rosales desde hace ya algunos días aunque a pesar de todo, algunos rosales vuelven a florecer.
También se nota que algunas plantas en macetas han pasado sed, algunas están completamente secas. Pero esto es algo que no consigo remediar y todos los años sucede, lo que no esperaba era que se averiase el sistema de riego automático, ese ha sido el mayor desastre de todos porque se ha filtrado agua en el sótano de casa. Tal ha sido mi desesperación con este tema que de momento no pienso arreglarlo y estoy regando a mano. De hecho, creo que con esta vinca se me ha ido la mano y la he ahogado.
Es evidente que la falta de riego no ha afectado a los arbustos del jardín, son ejemplares que ya tienen sus años y cuentan con un buen sistema radical para encontrar agua y nutrientes. El que se ha resentido por la falta de agua ha sido el césped, nada quedaba a mi vuelta de la hierba verde que dejé en junio, pero esta será otra historia de la que os hablaré en una próxima entrada.
Por hoy os dejo con algunas fotos de mi jardín a día de hoy: desgarbado, desordenado, sobrecrecido, pero lleno de preciosas flores veraniegas para compensar el desastre y el esfuerzo que supone devolverle el buen aspecto.
Es cierto que cuando uno se va de casa después tienes que ponerte al día con ellas ya que como bien dices que mejor que su cuidador para aportarles toda su atención. Ahora decirte que sigues tienes un jardín bien bonito. Un saludo y con ganas de ver tu próxima entrada.
Gracias por mirar con tan buenos ojos mi jardín, Raúl. La verdad es que el final del verano no es su mejor momento, pero procuro adecentarlo para que en otoño resurja de sus cenizas.
Un abrazo!
A veces en el día a día podemos solucionar cosas pero también es cierto que no apreciamos el crecimiento de las plantas, o ciertas cosas que a la vuelta de un viaje nos sorpenden o nos dejan descolocados… en conjunto el jardín esta precioso asique animo y a darle mas mimos si cabe
Gracias Mario, estos son días de preparar la vuelta al cole pero después habrá que meter mano al desastre y recomponerlo.
Un abrazo!
No hay mucho de que alarmarse. Tus plantas están en perfecto estado. La falta de riego en verano es algo que nos pasa a todos pero ya llegarán las lluvias de otoño y todo volverá a ser como era.
Un saludo y bienvenidas a casa.
El riego es lo que me tiene desconcertada, Jose Antonio. Es tan viejo que me da miedo arreglar esta fuga y que en otro descuido se vuelva a estropear. Voy regando a mano hasta que decida qué hacer, lo suyo sería coger el toro por los cuernos y renovarlo todo.
Muchas gracias por tu comentario!
Que mal se pasa, pero seguro que con tus manos consigues que todo vuelva a estar perfecto. Bienvenida guapa.
Bsssssss
Gracias Tony! Echo de menos los progresos en tu terraza ¿qué tal está? Visito tu blog de vez en cuando…, que el día del padre ya pasó hace tiempo 🙂
Un beso, guapa!!!
hola monica!!!soy de rosario,argentina.Sigo tu blog desde que lo vi en lo de Clara Billoc(en el jardin).Quiero felicitarte,a la distancia!!!!ME ENCANTAN TODAS TUS NOTAS Y COMENTARIOS!!!!aprendo mucho.GRACIAS por los contenidos y la pasion que le pones a todo!!!ME IDENTIFICO MUCHO CON TUS GUSTOS!GRACIAS POR MOSTRARNOS TUS VIAJES!!FELICITACIONES POR ESTE ULTIMO!besos y abrazos.MARISA de rosario
Gracias por tus palabras, Marisa. Cómo me alegra saber que comparto el gusto contigo! Vuestros comentarios me animan muchísimo para seguir contando historias de mi jardín y otros jardines.
Un beso muy fuerte.
Por cierto…, Clara tiene un jardín precioso y un blog magnífico que yo también sigo. Es un honor que me incluya en él.
Hola Monica;
Tienes un jardín precioso. Como haces para tener la polygala tan redondita y tan compacta? Cada cuánto la podas?
Gracias y un saludo
Jaione
Hola Jai, gracias por tus palabras. La polygala tiende a crecer con esa forma, lo que hay que hacer es podarla o pinzarla a menudo hasta que consigas una mata densa. Yo le doy una poda fuerte en invierno, para mantener el tamaño, pero en verano pinzo las puntas para que se formen más ramitas nuevas que es lo que le hace estar frondosa. Pierdes algunas flores, pero consigues una forma más bonita.
Un abrazo!