El otoño es la temporada ideal para realizar trabajos de rejuvenecimiento del jardín, hay que protegerlo para el invierno y prepararlo pensando ya en la próxima primavera.
Después de muchos años cuidando el jardín, he conseguido adaptarlo para minimizar el mantenimiento. Me ocupo de él prácticamente sola y no puedo dedicarle todo el tiempo del mundo.
Yo no tengo huerto y ya hace tiempo que restringí los árboles de hoja caduca, éstas tareas significan mucho trabajo, así que ya hace tiempo que me olvidé de ellas.
Los rosales en esta época vuelven a ponerse bonitos, con hojas nuevas y nuevas rosas. He de estar atenta a los insectos que todavía pueden destruirlas, sobre todo la falsa oruga que continúa infestándola con sus huevos.
También corto algunas estacas de rosal para hacer esquejes, pero no he tenido buena mano y creo que este año ninguna prospera.
He de recortar las ramas
de algunos arbustos: laureles, trachelospermum jasminoides, duranta,
teucrium, evonimous, etc. Creo que este año no divido matas, tengo hemerocallis, tulbaghias, agapantos y helechos, pero no necesito multiplicarlas.
El césped es algo que tengo pendiente, un día de estos he de ponerme los patines de aireado para pinchar la superficie…, ¡menos mal que es poquita! También es buen momento de añadir materia orgánica mezclada con un poco de arena, en esta estación crece y se repuebla bien.
Por último, ya es hora de guardar los cojines de los sillones y tumbonas, repasar los muebles de madera y limpiarlos.
Y tú, ¿qué tal llevas estas tareas?