Estas son las plantas que tengo dentro de casa. Esta mañana hacía frío fuera, pero brillaba el sol (que, por cierto, sigue brillando) y entraba buena luz, se me ocurrió jugar un rato con la cámara de fotos. Buscando modelos que posaran con paciencia mientras yo hacía pruebas, las plantas me parecieron candidatas perfectas y ellas estaban dispuestas. Los pajaritos también, muy al contrario de los que viven en el jardín, estos estuvieron muy quietos durante toda la sesión.
Creo que un sencillo rosetón de aeonium nunca se habría imaginado que podía ser tan fotografiado. Perfil derecho, perfil izquierdo, por arriba, por…, no, por abajo no me pareció tarea fácil y me abstuve.
La amaryllis es la actual protagonista del salón. Una de las varas está completamente abierta y la segunda ya se deja ver. Sobre la mesa recibe el sol directo, pero no es ahí donde suelo tenerla, normalmente está más resguardada.
El mini invernadero es difícil de fotografiar porque la luz se refleja en el cristal y brilla mucho. En la primera se ha colado el módem y aunque no es nada estético por el color resulta bastante discreto y tiene un pase. Entre reflejos se vislumbran algunas hiedras, los jacintos ya sin flores y un pequeño spathiphylum.
En el recibidor una pequeñísima scheflera…, y un cuadro que debería estar colgado hace tiempo
Este ciclamen estuvo inicialmente dentro del mini invernadero, pero la última vez que lo abrí para regar las plantitas descubrí que los hongos habían destrozado la mitad de sus hojas. Ahora pasa su tiempo entre la mi escritorio y la ventana de la cocina.
Una cinta en mi dormitorio, mi planta comodín. Hay tantas en el jardín que de vez en cuando planto algún estolón en una maceta y lo pongo dentro de casa. Estas se me dan muy bien, cuando crecen y se hacen demasiado grandes vuelven al jardín.
Y mi siempre acompañante Suc, que no estaba dispuesta a no salir en la foto.