¡Hola, queridos amigos y jardineros! Regresamos a casa después de unos días de vacaciones y la sensación de que el verano está llegando a su fin es un poco abrumadora. Ayer estábamos disfrutando de la playa, desayunando al sol junto al mar, y ahora la previsión del tiempo indica que el otoño ya está cerca.
Han sido solo unos días, una corta escapada con mi marido, mis hijos para disfrutar de cuatro intensas jornadas de asueto en familia. Lo convertí en tradición hace algunos años, cuando me di cuenta de que los chicos se hacen mayores y ya no compartimos tanto tiempo libre juntos. Antes que llegue el día en que vuelen del nido, intento mantener fuerte el vínculo familiar. Confieso que salimos de casa alegres, riendo y haciendo planes, y regresamos cansados y refunfuñones, pero con una inmensa satisfacción para todos y cada uno de nosotros. Vale, dejo ya los temas personales y nos centramos en asuntos hortícolas…
Todos los años suelo escribir un artículo a la vuelta de vacaciones donde os cuento el estado del jardín a finales de agosto. Es el mes que menos cuidados le dedico y siempre resulta un poco desastroso. Al final del verano hay algunas bajas, plantas sobrecrecidas y mucho trabajo por hacer. Hoy llueve y dan lluvia para algunos días más, de manera que el trabajo en el jardín lo voy a dejar para más adelante y voy a centrarme en el huerto. Al ser pequeño, pienso que podré adecentarlo entre chaparrón y chaparrón.
Este verano no hemos plantado muchas cosas en el huerto y no dará mucho trabajo prepararlo de nuevo. Antes de salir de vacaciones arrancamos los guisantes de olor, ya prácticamente secos, y dejamos los tomates, que ahora ya vamos a quitar. Quedan también algunas aromáticas como salvia y orégano que permanecerán algún tiempo más, junto a lo que plantemos esta temporada.
Nuestro plan para el otoño es comenzar con semillas. En años anteriores nos dedicamos a comprar plantones, pero como lo que más nos gusta es experimentar y descubrir cosas nuevas, esta vez queremos ir un poco más allá y ver como nacen nuestras propias plantitas. Hasta ahora solo tenemos experiencia con las semillas de perejil. No sé si todas las marcas dan tan buenos resultados, pero yo suelo recurrir a una marca de semillas ecológicas que va muy bien. En el garden donde suelo comprar las plantas tienen algunas variedades, pero estos días he descubierto que en decoandlemon.com las tienen TODAS. Cualquier hortaliza ecológica que busques, seguro que la encuentras en este catálogo online.
El huerto en verano
La estación más productiva del huerto es primavera-verano. El año pasado instalamos nuestros bancales en la terraza y plantamos tomates, pepinos, calabacines, lechugas y cebollinos. Para ser nuestra primera vez resultó realmente productivo, descubrimos con grata sorpresa que las hortalizas daban pocos problemas y muchos frutos. Probablemente debido a la buena calidad de la tierra y la ubicación, un lugar con muchas horas de sol.
Este año no teníamos planeado plantar, pero algunas semillas de los tomates del año pasado germinaron y aparecieron unas tomateras que mantuvimos. Tomates y remolachas es todo lo que hemos cosechado esta temporada. Que tampoco ha estado mal para no tener previsión de nada.
El huerto en otoño
En la huerta hacemos dos temporadas: la de primavera-verano, que es la que ahora está llegando a su fin; y la de otoño-invierno, que da menor producción pero es igual de interesante. En realidad, confieso que a mi es la que más me gusta. En mi terraza es mucho más llevadero el frío del invierno que el calor del verano. Imagino que en regiones donde hace demasiado frío no será la más divertida.
Ahora es buen momento para preparar los semilleros de lo que vamos a cultivar en otoño, aunque algunas cosas las podemos sembrar directamente en los bancales en cuanto llegue el momento. La preparación de los bancales la haremos eliminando todos los restos de cultivos anteriores y arrancando las malas hierbas que hayan crecido. Tras esto, aportaremos de nuevo nutrientes en forma de abono orgánico. Humus de lombriz y estiércol de caballo u oveja son los que nosotras solemos utilizar; pero también hay otros como el compost, la gallinácea, la harina de huesos o el guano. Mezclando y removiendo muy bien toda la tierra, nuestros bancales estarán listos para plantar.
Qué vamos a sembrar en otoño
Guisantes
Nos encantan los guisantes y ya los hemos plantado otros años. Ahora probaremos con semillas y llenaremos los soportes traseros con ellos. Imagino que será muy parecido a los guisantes de olor, solo que aquellos son solo ornamentales y éstos de pueden comer.
Zanahorias
Puesto que por aquí los inviernos son suaves y no hiela, la zanahoria es una hortaliza viable también en la temporada fría. Además nos gusta como planta ornamental, tienen ramas livianas llenas de pequeñas hojas en la parte más alta.
Espinacas
De entre todas las verduras, las espinacas son las que más nos gustan. A nosotras nos parecen deliciosas y nos encanta tomarlas recién recogidas del huerto. Ya las cultivamos el invierno pasado y se dieron muy bien. Las de tallos rojos le dan un aire decorativo al huerto.
Coles de bruselas
Será una novedad ver crecer estas pequeñas coles en nuestro huerto. La temporada pasada cultivamos brócoli con buenos resultados, pero la planta es demasiado grande para nuestro bancal. Este año optaremos por algo que ocupe menos.
Caléndulas
Nos gustaría intercalar algunas plantas con flores entre las hortalizas y quizás la caléndula se dé bien. No estoy segura que llegue a florecer, aunque incluso en invierno hay sol algunas horas. Lo iremos viendo y si no es en invierno, imagino que en primavera ya harán su aparición.
Hay muchas más verduras y hortalizas que se pueden cultivar en la temporada fría, pero para el espacio que tenemos será suficiente con ésto. Ya sabes que nos encanta que nos contéis vuestros planes y experiencias o consultéis cualquier duda. Escribid en los comentarios todo lo que os apetezca, que para eso están. ¡Un abrazo y hasta pronto!
Bienvenida de nuevo a las tareas cotidianas Monica, los que tenemos vacaciones perennes no sabemos muchas veces que hacer. Has elegido una buena época para plantar Monica, para mí siempre ha sido la ideal, además no hay tanta plaga como en verano. Cuando disponía de la otra parcela que al final vendí, en invierno casi nunca me faltaron las habas, siempre plantaba cuatro o cinco caballones bastante largos y era una gozada poder coger habas tiernas, personalmente me encantan.
Espero que tengas buenas cosechas.
Un abrazo Monica
A mi también me encantan las habas tiernas, Juan. Hasta crudas están deliciosas. Gracias por tu bienvenida y un abrazo muy fuerte.
Qué haría yo sin vuestros consejos. Tenemos el huerto que parece una selva, ahora que empezamos el curso hay que ponerse las pilas.
Muchas gracias, guapa! Tu tranqui que ya le llegará la hora al huerto.
Me alegro que hayas disfrutado de esos días de vacaciones en familia, el verano está para eso y para dejar un poco la rutina aunque el jardín quede relegado a un segundo plano ¡ay, ahora habrá que ponerse las pilas! pero bueno, veo que lo llevas muy bien y estás muy animada con tu huerto.
Será fantástico ver tu cosecha de espinacas, zanahorias y coles de bruselas!
Y es una idea genial intercalar caléndulas que, si hace buen tiempo, pueden lucir preciosas.
Muchos besos.
Te confieso una cosa, Montse: estaba deseando que volviera esta bendita rutina. Tanta actividad vacacional me tenía ya agotada! 🙂
Un beso muy fuerte!
Monica tienes un huerto maravilloso, Las Zanahorias son delicadas para brotar y necesitan la tierra caliente, pero una vez que crecen aquí que en invierno hace un frío que pela aguantan en la tierra sin helarse. Bonitas fotos. Un besin.