Empiezo a echar de menos trabajar en el jardín y ver algo de movimiento y vida en las plantas. Dicen que el invierno también tiene su encanto, y no es que yo piense lo contrario, pero ya empiezo a cansarme. Me cansa mirar el césped día tras día y no notar crecimiento, me canso de limpiar hojas que caen de los árboles y de no ver ni una yema que brota. Debe ser síndrome post-navideño, pues creo recordar que me ha pasado otros años. Mientras, intento superarlo viendo programas de jardinería y observando jardines primaverales en la red.
Hace unos días, mientras seguía atentamente uno de mis programas sobre jardines favoritos descubrí algo que no sabía y me sorprendió gratamente. En realidad descubro muchas cosas con estos programas, pero ésta me llamó mucho la atención. Estaba embelesada viendo cómo Monty Don ayudaba a una pareja a construir su jardín japonés, cuando, mientras plantaba un enorme pino recortado formando nubes, les dijo a los chicos «esto se llama Niwaki, un arte japonés».
Imágenes del programa de Monty Don «Big dreans, small spaces»
De inmediato tomé nota y cuando terminó el programa me puse a investigar sobre ello. Yo siempre había creído que los pinos, tejos, olivos y otros árboles podados dejando masas de hojas en forma de nubes eran algo así como bonsais grandes. Pero no, esta técnica es absolutamente distinta y por tanto, recibe un nombre diferente.
La palabra Niwaki en japonés significa «árbol de jardín» y haciendo referencia a cualquier árbol que necesite la intervención de un jardinero para podar o recortarlo. La intención es dar un aspecto maduro a árboles jóvenes que no lo son. El jardinero utiliza diversas técnicas para hacer más denso el follaje en algunos lugares o aligerarlo en otros, dependiendo de la esencia de cada árbol. Para que un árbol parezca más viejo de lo que realmente es, el tronco y las ramas se despejan y se extienden en horizontal.
Niwaki podría traducirse como «poda japonesa» y es un arte antiguo, basado en las creencias básicas de la doctrina sintoísta, transmitida desde el siglo XII por los monjes jardineros budistas zen. Se basa en un profundo respeto por la naturaleza y admiración por su belleza. Con el Niwaki se evoca la impresión que deja en la vegetación del jardín los elementos naturales como el viento, la nieve o hielo.
Además del clásico Niwaki existen muchos otros nombres en la poda japonesa que hacen referencia al modo concreto que se les de a las formas. Tamamono, Kei-etoh, Karikomi, etc. Hay tantas que para mi es imposible distinguirlas. Para mi y supongo que para la mayoría de los jardineros europeos, que con nuestro desconocimiento los denominamos generalmente «bonsais de jardín«. Un término poco adecuado.
Entre Bonsai y Niwaki sólo hay parecidos visuales, basados en los criterios de la estética japonesa. Mientras que en el primer caso las raíces del árbol se manipulan y recortan para contener su crecimiento, en éste segundo las raíces permanecen intactas.
En la práctica, la poda japonesa requiere humildad, paciencia, imaginación y la capacidad de anticipar el resultado en el tiempo. Se necesitan muchos años de trabajo para crear estas masas de vegetación. Yo creo que los europeos podremos llegar a ser expertos en «poda de nubes», pero el auténtico Niwaki dista mucho de las aptitudes que nos permiten nuestro modo de vida en la que motosierras y cortasetos moldean los jardines.
Como siempre muy interesante post Monica. Esta técnica de Niwaki es una maravilla creando unas siluetas muy bellas en los árboles y como bien dices es una imitación a árboles que den la sensación de tener muchos años. Tengo un olivo que llevo tiempo aplicando esta técnica, el día que este ya bien formado lo comentaré y publicaré en un post. Monty Don es un gran profesional tiene muchos libros publicados y bastante buenos.
Un fuerte abrazo amiga
Gracias, Juan. Me encantará ver tu olivo formado. Debe quedar precioso!
Un abrazo
Fascinante este arte Niwaki, también el de los bonsai, es como moldear una escultura pero son plantas y siempre me ha llamado la atención porque además de resultar atractivo es un trabajo de mucha paciencia y creatividad.
Mónica, yo también padezco esa especie de síndrome del invierno ¡con lo que adoro la primavera, siempre estoy deseando que venga!
Muchos besos.
Gracias, Montse! Ya nos queda menos para verlo todo lleno de flores. QUé ganitas, verdad?
Un besazo.
Ya me has picado Monica,…jajaja,m Niwaki, me encanta y su filosofia,¿Donde puedo saber más sobre ello?
Me imagino que en Internet habrá mucha información. En jardinesjaponeses.com o niwaki.com puedes encontrar más datos. Y si quieres ver programas de Monti Don, en Netflix yo he visto unos cuantos.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Un barazo.