Monty Don es un jardinero célebre en Reino Unido, probablemente el preferido del público británico y esto se debe a su buen hacer y sus frecuentes apariciones televisivas. En Gran Bretaña, como no podría ser de otra forma, los shows televisivos de temática jardinera son muy populares. Gardeners’ World, el más duradero de ellos, comenzó a emitirse en 1968 y todavía continúa en la parrilla televisiva con Monty Don al frente desde 2003.
Monty Don, uno de los grandes paisajistas británicos
Monty es también nuestro gurú. No tenemos la fortuna de poder ver su programa en la BBC, pero no nos perdemos cualquier reportaje que llega a nuestras manos. En youtube se pueden visualizar algunos capítulos. El último que hemos visto es «Big dreams, small spaces«, en el que el Monty Don ayuda a propietarios de pequeños jardines a construir el espacio de sus sueños.
Aunque ahora es un jardinero fabuloso, celebridad televisiva y columnista en el diario The Observer, Monty fue joyero en sus orígenes. Quizás por eso, todo jardín que pasa por sus manos, se convierte en una joya. Como el suyo propio, Longwood Garden, un parque de ocho mil metros cuadrados de vegetación, diseñado por él mismo y su esposa, que nos harían suspirar de emoción.
Todo comenzó en 1992, cuando Monty y Sarah se mudaron a una destartalada granja inglesa con más de cinco siglos de antigüedad. Los ingleses sienten pasión por estos viejos edificios (yo les alabo el gusto), pero convertir una casa tan antigua en un hogar resulta complejo. Según Monty, la construcción era un edificio incoherente, con establos anexos pero sin caminos ni estructura que uniera unos espacios con otros. Los primeros seis meses no pudieron hacer nada en el jardín, la reforma de la casa no dejó tiempo ni el espacio despejado.
Monty Don, jardinero y comunicador
Nuestro amigo Don coordina sus facetas de jardinero y comunicador a la perfección, probablemente esa sea la clave de su popularidad. En más de una ocasión nos ha hecho comprender que un jardín no se lleva muy bien con las obras, por más que intentemos proteger la zona de las plantas. A veces es inevitable, pero siempre que se pueda hay que terminar las obras antes de arreglar el jardín. Nosotras mismas lo sufrimos en nuestra propia casa y podemos dar fe de ello.
Cuando los obreros finalizaron la reforma y salieron por la puerta, Monty y Sara pudieron comenzar con el jardín, la mejor parte de su nuevo hogar. Durante seis meses habían pensado concienzudamente un diseño que se ajustara al estilo Tudor de la casa: un jardín dispuesto en cuadrículas, muy lineal, con caminos y parterres formando espacios separados que contendrían árboles y herbáceas.
Longmeadow, jardín de Monty Don, y la estructura del jardín en cajas
En la vista aérea (de google maps) se observa el diseño dividido en cajas, cada una contiene algo distinto. Hay un largo pasillo adoquinado que recorre la fachada de la casa y permite desplazarse con facilidad por todo el jardín. El paseo rodea el jardín de joyas y transcurre de los invernaderos al jardín campestre, después pasa junto al estanque y las borduras de herbáceas. A continuación llega a un montículo elevado ubicado en el enclave perfecto para contemplar las puestas de sol.
El huerto de manzanos y el retiro de Monty Don
Más adelante hay un huerto de manzanos, con 36 variedades distintas, y junto a él, un pequeño jardín apartado y tranquilo. Monty Don lo llama el jardín de escribir y aquí, en un cobertizo, el jardinero tiene un pequeño despacho al que se retira para escribir sobre jardinería. Es una zona tranquila y sosegada que solo se ve alterada cuando en el campo contiguo se juega una partida de cricket. Al final del paseo, de nuevo junto a la casa, está ubicado el huerto que abastece a la cocina.
Spring Garden
Desde el suelo, la formalidad del jardín no es tan impactante; en cambio, el esplendor y la diversidad de la vegetación capta toda la atención. En primavera destaca el «Spring Garden» sobre todo lo demás, es el jardín preferido de Monty Don y está dedicado de manera exclusiva a esa temporada. Cuando pasa la primavera, este jardín permanece durmiente hasta que llegue la hora de volver a florecer.
Jardín de verano
En verano, el foco es el «Jewell Garden» (Jardín de Joyas) que, junto con el importantísimo montón de compost, es el corazón y el alma de todo el jardín. El nombre hace referencia a la ocupación anterior de Monty Don y Sarah como diseñadoras de joyas, cuando hacían broches y pendientes. El protagonista es el color, todo está cuidadosamente elegido sobre una paleta de colores intensa y brillante.
El jardín de verano requiere trabajo para que luzca así de perfecto. Limpiar meticulosamente cada hoja que se marchita con el calor del estío y las flores mustias y ajadas es necesario. De lo contrario, además de perjudicar el aspecto pulcro del espacio, los insectos encuentran cobijo en las zonas decadentes y pueden comenzar, desde ahí, un ataque al resto de la planta.
Jardín de hierbas
En el jardín de hierbas de Monty Don hay grandes grupos de albahaca, tomillo, mejorana, apio, perejil, estragón, salvia. Está ubicado junto a la huerta, lindando con la casa para tener cerca provisiones frescas para la cocina: habas, cebollas, maíz dulce, fresas, patatas, guisantes y tomates grandes y jugosos. La productividad no deja de lado a la estética y los parterres de boj forman cuadros llenos de coles, brócoli y coles de Bruselas. En esta zona existe otro invernadero para verduras y hortalizas más delicadas en el frío clima ingles, como puerros, achicoria y pimientos.
No sé que os parecerá este maravilloso jardín. A mi me tiene fascinada. El jardín de Monty Don me resulta cercano y familiar a pesar de sus grandes dimensiones. Si yo pudiera elegir una gran casa, creo que preferiría un jardín hermoso que muchas habitaciones, salones y cuartos de baño. Aunque se da la circunstancia de que ambas cosas suelen ir juntas: quien tiene un jardín así, también tiene una casa fantástica.
Precioso Mónica, es el gran sueño de muchos y en algunos casos o en muchos casos inalcanzable. Yo también soy de tu opinión prefiero un hermoso y gran jardín a una bella y grande casa, pero creo, que ambas cosas suelen ir de la mano.
Un afectuoso abrazo
Un abrazo, Juan!
Sentada en el escritorio en mi trabajo… recibo este hermoso mail, que me permite distraerme unos minutos y soñar, con tan hermoso jardín.
En realidad es un sueño, muchas gracias por compartir estas bellezas.
Cariños!
Me alegro mucho, María José.
Un abrazo
Un jardín precioso, me encanta ver como los profesionales logran esos espacios tan agradables como el que nos traes hoy.
Un beso grande.