Mi nueva mesa de cultivo

Esta mesa es el regalo que recibí en el concurso de blogs de Dialhogar, donde (podéis verlo en esta entrada) Guía de Jardín resultó ganador como el mejor blog de jardinería. Por diversas razones no me ha sido posible montarla hasta hace unos días y quiero enseñaros el resultado. Una mesa pequeñita pero robusta que ya he llenado de tierra y donde he colocado algunas hortalizas.

La primavera pasada estuve tentada de poner un pequeño huerto en la terraza, mi plan era instalar unos bancales de madera algo más grandes que esta mesa. Pero la reforma que comenzamos y más tarde las vacaciones, fueron aplazando estos planes, y antes de llevarlos a la práctica, recibí la noticia ser la ganadora del concurso. Así que mi huerto de momento será algo más reducido de lo que yo lo había planeado, pero teniendo en cuenta que estamos casi en invierno, me parece una buena manera de comenzar.

La mesa llegó desmontada en su paquete pero con buenas instrucciones de montaje y un sistema de acople muy sencillo. Está hecha de acero galvanizado y esmaltada, parece bastante resistente. El color me preocupaba, pero afortunadamente es marrón, de un tono muy similar al resto de los muebles de la terraza. Sé que también la hay en rosa, amarillo o multicolor, y aunque son bonitas, no es lo que deseaba para mi terraza.

Aquí está la mesa ya montada. Tiene muy buena altura, ideal para plantar y manipular sin tener que agacharse. ¡Un minihuerto de lo más comodo! Lo que está claro es que las plantas que puedo cultivar en él no serán muy grandes.

Me fui al vivero, a uno que está cerca de casa y suelen tener plantones de hortalizas de temporada. Consulté con el encargado, quien amablemente me ayudó a calcular la cantidad de sustrato que cabía y me enseñó las plantas que podía cultivar en estas fechas aquí en mi zona. También con su ayuda calculé la cantidad de plantas que podía poner y con mi paquete regresé a prepararlo todo.

Llené la mesa con el sustrato, finalmente cupieron algo menos de los 80 l de tierra que traje. La esparcí por todo el contenedor con cuidado de deshacer todos los terrones que salieron de la bolsa. El sustrato sobrante lo introduje en un cubo donde sembraré perejil, que siempre viene bien tener en casa.

Estas son las plantitas que traje. La mesa mide 80x40x20 cm y, como os comentaba antes, caben cerca de 80 l de sustrato. Para ese espacio elegí: 2 lechugas, 2 plantas de guisantes, 6 cebollas y 5 plantas de espinacas. Suficiente para experimentar. Me hubiese gustado probar otras plantas, me encantaría plantar rábanos, fresas y tomates, pero fresas y tomates no son de ésta época y para los tomates, mejor buscar más espacio.

Espinacas.

Guisantes.

Cebollas.

Lechugas.

Y aquí, ya al aterdecer, mi minihuerto plantado. Han pasado sólo dos días y ya me creo que están creciendo…, realmente lo hacen, pero es evidente que no se aprecian cambios. Debo confesar que las hojas exteriores de las lechugas no tienen muy buen aspecto, quizás han sufrido al traerlas a casa. Pero los cogollos están estupendos.

       

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