Las clemátides (Clematis sp.) son unas plantas fabulosas, con flores grandes y muy llamativas. No me extraña que despierten tantísimo interés, los temas que he escrito sobre ellas tienen muchas visitas y me llegan numerosas consultas a cerca de sus cuidados. Hace unos días me preguntaban sobre mi experiencia con las clemátides y ya que la respuesta se hizo extensa, he preferido dedicarle un artículo al tema.
Gloria, seguidora del blog, nos consultaba porque ha perdido la clematis Piilu que tenía plantada junto a un trachelospermum en un muro. Nosotras también tuve esa combinación, las grandes flores en tonos rosas y malva de la clematis Piilu combina a la perfección con las diminutas florecillas blancas del trachelo, me fascinaba ese rincón, pero después de cuatro o cinco temporadas la perdimos. En su lugar ahora crece una Thumbergia alata, mucho más resistente que la clematis.
Me encantan las clemátides e intenté mantener todo lo posible la Piilu, también probé a plantar una Armandii en la terraza y no dio resultado. Creo que el verano mediterráneo es demasiado tórrido para ellas, al menos en mi zona, y yo, con los años y a pesar de que me gustan muchísimo estas plantas, procuro hacer un jardín menos complicado, con menos necesidades de riego y menos esfuerzo por mi parte. Hortensias, rosas, clematis, son plantas que me chiflan, pero prefieren un clima más fresco, aquí necesitan mucha agua y me dan mucho trabajo. Así que conforme las pierdo ya no las repongo.
Mi clematis vivía al límite, estaba en el rincón más sombrío de mi jardín, con las raíces bien protegidas para que se mantuvieran frescas al máximo, pero cada temporada se secaba y yo pensaba que ya no volvería a brotar. Aún así cada primavera me sorprendía volviendo a aparecer, no se hacía muy alta pero daba bastantes flores. Luego, cuando llegaba el verano, comenzaba a decaer, se formaban esos pompones tan bonitos que hacen las flores maduras, pero a la vez se iban secando flores y ramas.
En otoño, alguna rama que aún quedaba viva, volvía a dar algunas flores más pequeñas y en invierno se quedaba seca por completo. Ya no quedaba de ella más rastro que algunas ramas secas, hasta la siguiente primavera. La clematis Piilu es del grupo 2 y la teoría dice que no hace falta podarla, así que yo dejaba las ramas secas esperando que a la siguiente temporada rebrotara. Pero de las ramas no solía volver a brotar, lo hacía de las raíces.
Yo no podaba la clematis, la zona donde estaba es de difícil acceso y solo la recortábamos una vez al año, con máquina, como si fuera un seto. Lo hacía el jardinero y yo, después, cuando limpiaba la zona, eliminaba todas las ramas secas que quedaban. Quitaba lo que podía, algo se quedaba pero caía con el tiempo o en primavera quedaba oculto por las hojas nuevas.
Así la mantuve durante 4 o 5 temporadas, hasta que hicimos obras en casa. Hubo que poner un andamio en el jardín y las herramientas de los albañiles estaban por allí, así que no podíamos regar. Ese verano perdí la clematis.
Como os decía, hasta entonces, cada año desaparecía casi por completo y a la siguiente primavera salía de nuevo. Así que, aunque parezca que la clemátide haya desaparecido, observa el suelo donde está plantada, por si asomara alguna ramita. A mi siempre me sorprendía.
En conclusión yo diría que no son plantas adecuadas para el clima mediterráneo, al menos el de Valencia: en verano se achicharran y en invierno se quedan secas y feas. Eso no quita que en primavera, mientras las temperaturas son suaves, la planta florezca y esté preciosa. Pero la alegría dura poco y conseguir que sobreviva requiere mucha agua.
Yo quiero un jardín sostenible, que consuma pocos recursos y que, además, sea sencillo de mantener. Por ello voy prescindiendo de este tipo de plantas que, aunque me fascinan, no son adecuadas para mis objetivos. En clima continental son ideales, por eso crecen tan bien en la cornisa cantábrica y en el norte de Europa. Si tu clima es ese, te auguro buenos resultados.
la verdad que aqui en castilla tienen tambien sus problemas, creo que muchas veces nos regimos por las indicaciones de escritos del centro y norte de europa y la exposición soleada para ellos puede ser no tan soleada para nosotros… Por aqui he visto algunos clematides bien tupidos y florids con jardineros que les dispensaban cuidados y los tenian " a mimo" pero en general y por algunos que tengo mas o menos "controlados" no esque sean una mata exuberante, mas bien algunas ramitas despistadas con alguna flor de tarde en tarde
Por Galicia se dan estupendamente.