Me encantan los jardines botánicos y tengo la suerte de poder disfrutar de uno muy valioso en mi propia ciudad. Es el Jardín Botánico de Valencia, del que en más de una ocasión os he hablado. Depende de la Universidad, aquí se realizan un sinfín de actividades públicas, y en su conservación se pone mucha dedicación y cuidado. Como todos los jardines botánicos tiene diferentes zonas donde se cultivan colecciones de plantas con necesidades similares.
Invernaderos del Jardín Botánico de Valencia
Hoy os presento una de mis favoritas, la zona de los invernaderos, donde las especies más exóticas crecen protegidas por las cúpulas de cristal en ambientes propicios para su buen desarrollo. Plantas tropicales de todo tipo son las huéspedes del invernadero principal, el de mayor tamaño, aunque hay otros cuatro más pequeños donde se desarrollan a sus anchas helechos, orquídeas, bromelias y carnívoras. Aquí traigo algunas fotografías de mi última visita al parque.
El invernadero tropical, el de mayor tamaño de los 5 que hay en el parque, tiene un gran valor arquitectónico e histórico. Se construyó a mediados del s. XIX en el centro del Jardín y orientada al sur. Esta estufa fue el primer edificio que se construyó en España utilizando el hierro y el vidrio como principales materiales.
El invernáculo tiene 24 m de longitud y la vidriera son 465 m2 de estructura arqueada. La parte inferior se apoya sobre el suelo de piedras, mientras que la parte superior lo hace sobre un muro grueso de mampostería con el antiguo edifico de dirección adosado. Entre 1989 y 1991 se restauró respetando el diseño original y se mejoraron las condiciones para el cultivo de las exóticas plantas tropicales con la instalación de sistemas de humidificación, calefacción y riego apropiados.
Los invernaderos pequeños datan de finales del siglo XIX y en origen se emplearon a la producción de plantas que luego se destinaban a las diferentes colecciones del jardín. Son construcciones semisubterráneas con vidriera de doble vertiente y de 40 m2 cuadrados cada uno. Son espacios algo reducidos pero como las plantas están en mesas elevadas, es un placer pasear por su interior pudiendo ver tan de cerca todas las especies. Hay cuatro estufas de estas características que están dedicadas a los helechos, las bromelias, las orquídeas y las plantas carnívoras.
Si os han gustado los invernaderos, es probable que os guste el resto del parque. Os invito a descubrirlo en otros posts que he escrito sobre él. Os recomiendo especialmente este paseo por el Jardín Botánico de Valencia. O este artículo sobre los planes de ampliación del jardín.