Caladium es una hermosa planta tropical de hojas grandes llenas de color. Proceden principalmente de Brasil y Guayana, también de regiones vecinas en el sur y centro de América, donde crecen en áreas abiertas de la selva, su hábitat natural. Dicen que es una planta complicada cuando se cultiva como planta de interior pero, con los cuidados apropiados no es una misión imposible. Hoy analizaremos el cultivo de esta planta que puede llenar de color tu hogar sin necesidad de flor alguna.
Características de Caladium
El caladio es una planta herbácea, de hojas caducas que salen al final de tallos que nacen directamente del tubérculo bajo tierra. Pueden llegar a alcanzar los 30 cm de altura y tienen un colorido muy variado donde destacan tonalidades crema, rosa, rojo sobre un fondo verde. En total se pueden encontrar hasta doce especies, pero el Caladium bicolor presenta más de 1000 variaciones diferentes de tonalidades. Aunque la planta produce flores, no son su principal atractivo, y es difícil que aparezcan fuera de su hábitat natural.
Caladium puede cultivarse como planta de interior en lugares donde la temperatura se mantenga alta y haya mucha humedad ambiental. Se puede sentir a gusto en un invernadero o una galería dedicada a la colección de plantas, donde el ambiente es óptimo, pero en un salón u otra habitación de nuestra casa es algo más complicado y requiere bastante atención.
No quiero olvidar decir que, por la forma de las hojas y su considerable tamaño (de hasta 15 y 45 cm de largo y ancho, respectivamente) al caladio se le conoce, popularmente, como «alas de angel» y «oreja de elefante«. Si te fijas en la forma del follaje puede que te recuerde a una Alocasia o a un Syngonium, plantas con las que está relacionado dentro de la familia Araceae.
Cuidados de Caladium
Sustrato
Elige para el caladio un sustrato ligero y permeable al agua. Puedes utilizar una mezcla comercial específica para bulbos y tubérculos al que añadirás musgo para mejorar la estructura.
Caladium prefiere un recipiente pequeño pero lo suficientemente profundo. Selecciona su medida de acuerdo con el tamaño del tubérculo, añadiendo hasta 4 cm más de diámetro como mucho.
Ubicación
Los Caladium prosperan en climas cálidos, así que haz lo que puedas para simular esa condición. Necesitan una temperatura media de al menos 18ºC (65ºF), pero evita colocarlos cerca de aires acondicionados o radiadores de calor porque son muy sensibles. Puesto que crecen mejor con humedad, los lugares húmedos como el baño o la cocina son buenos para ellos. También irán mejor si se agrupan con otras plantas para aumentar los niveles de humedad entorno a ellos. Una bandeja de guijarros o gravilla también puede se útil: llena un platillo lo suficientemente grande como para contener la maceta con piedrecitas y un poco de agua. Mantén el nivel del agua por debajo del fondo de la maceta para evitar que la raíz se pudra.
Riego
El suelo debe mantenerse húmedo, pero no empapado, en todo momento. Riega siempre que notes seca la parte superior del sustrato. Echa agua en la maceta hasta que se escurra por los orificios de drenaje, deja que escurra un poco y luego echa más. Si usas un platillo o un cubremacetas vacía el exceso de agua para evitar que la raíz permanezca mucho tiempo mojada y se pudra. Ten cuidado de no salpicar agua sobre las hojas al regar porque podría producir manchas sobre ellas.
Humedad
Aunque el caladio necesita humedad en su entorno, sus hojas son muy sensibles al agua. No es aconsejable recurrir al método de pulverizar agua sobre ellas. Las mejores opciones son: ubicarla en una estancia con humedad alta, agruparla junto a otras plantas, o poner un plato con grava y agua bajo la maceta.
Luz
Caladium es una planta que necesita mucha luz. Hay especies que pueden soportar el sol directo pero es mejor evitarlo. Ponla cerca de una ventana que le proporcione luz brillante y evita que la luz solar incida sobre ella. Yo tengo plantas delante de una ventana orientada al sur y evito que el sol incida corriendo las cortinas cuando entran los rayos directos. Funciona bien.
Fertilizante
El abonado de esta planta se hace solo durante el período de crecimiento. La frecuencia y el período de fertilización es sencillo: espera a que la planta despliegue por completo la primera hoja antes de la primera aplicación de alimento. Durante las primeras semanas la planta tiene suficiente reserva de nutrientes. Tras esta primera aplicación fertiliza regularmente cada 15 días.
Con el caladio puedes utilizar dos tipo de abonos comerciales: fertilizante para plantas bulbosas y tuberosas o fertilizante para plantas ornamentales de hoja caduca. Pero siempre que sea posible utiliza alimento orgánico con todas tus plantas: el humus de lombriz es, en particular, un buen nutriente para esta especie y siempre es aconsejable alternarlo con los fertilizantes químicos.
Periodo de reposo del caladio
Si has estado cuidando adecuadamente tu Caladium y las hojas comienzan a secarse y caerse, no te preocupe. El caladio es una planta tuberosa, crece a partir de un tubérculo y éste necesita un período de descanso cada año. Una vez que todas las hojas se hayan secado, retíralas del tubérculo y déjalo hibernar en algún lugar cálido. Puedes mantenerlo en la maceta si la pones en algún lugar donde la tempertaura no baje de 15ºC (60ºF), y regar ligeramente una vez al mes. También puedes desenterrarlo, dejarlo secar y guardarlo en un lugar cálido y seco durante el invierno. Puedes volver a plantar en la primavera y el Caladium renacerá año tras año.
No cortes las hojas cuando empiezan a marchitarse, deja que se sequen por completo. Al igual que ocurre con los bulbos, el tubérculo de Caladium absorbe los nutrientes de las hojas. Cuando empiezan a decaer antes del período de descanso, hay que esperar hasta su desecación.
Multiplicación del Caladium
La propagación del caladio se realiza mediante la división de los tubérculos. Para propagar Caladium, hay que dividir los tubérculos en la primavera. Si los sacas de la maceta en invierno puedes aprovechar ese momento para dividirlos. Debes guardarlos en una habitación seca y cálida entorno a 20ºC.
Afloja la tierra que rodea la planta hasta que el tubérculo salga.Cepille la suciedad adherida y recorte todo el follaje muerto o dañado con unas tijeras. Inspecciona el tubérculo y elimina cualquier cogollo dañado o podrido. Espolvorea con un fungicida para prevenir la infección en tubérculos sanos.
Selecciona tubérculos sanos para replantar la nueva temporada. Cada tubérculo tiene varios brotes que rodean uno central más grande. Para estimular el crecimiento de más brotes y obtener más follaje, usa un cuchillo afilado para cortar y levantar suavemente el brote central. Esto fomenta que se produzcan más brotes pequeños y eso lleva a una planta más llena y frondosa.
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Es una preciosa planta, siempre me llamó la atención pero nunca la llegué a tener.
Muy buen artículo amiga Mónica.
Un fuerte abrazo.
Gracias por tu comentario, Juan. A ver si te animas, es muy bonita.
Un abrazo!