A mi la jardinería siempre me ha gustado por afición. Cuidar las plantas y verlas verdes, lustrosas y llenas de flores es una tarea que me fascina. Ha sido poco a poco, conforme le dedicaba tiempo al jardín, que me he ido dado cuenta de todo el bien que me aporta, tanto a nivel físico como mental.
El esfuerzo que realizo cuando trabajo en el jardín me ayuda a mantener una cierta forma física, sobre todo si tengo en cuenta que por su pronunciado desnivel suelo trabajar manteniendo posturas en equilibrio. Pero hay que tomar precauciones y muchas, alguna vez he llegado a caer y aunque nunca me he lastimado os aseguro que no es nada agradable.
Pero lo que destacaría particularmente es el tiempo de relajación y de reflexión tranquila que paso mientras ando jardineando, es una auténtica terapia emocional que me ayuda a deshacerme del estrés del día a día. Cuando salgo a trabajar al jardín, en mi mente sólo hay sitio para plantas, diseños nuevos, combinaciones de flores y belleza. Todo lo demás se pierde en la profundidad de estos pensamientos y cualquier problema se aleja durante un buen rato.
Desde luego nada desaparece y la vuelta a la rutina te lleva a encontrarte de nuevo con las tareas complicadas que dejaste atrás. Pero ahora las retomas con energía nueva, con la cabeza más despejada y cargada de positivismo. El jardín es una estupenda medicina.
Todos estos beneficios de los que os hablo por propia experiencia no son solo opiniones mías, se han realizado estudios científicos con grupos de población que corroboran estos hechos. Podéis ver los resultados obtenidos en universidades de Reino Unido o Estados Unidos en las que se han realizado investigaciones de este tipo.
Además de lo que os comento, también hay que añadir que en el jardín podemos cultivar plantas beneficiosas para nuestra salud. En mi jardín cultivo algunas hierbas aromáticas que utilizo en la cocina o para perfumar el ambiente. Si os interesa conocer las propiedades de algunos de los arbustos del jardín no os perdáis esta entrada que escribí sobre la lavanda, o esta otra, sobre las rosas.
Hace unos años, conocí a un señor mayor como estudiante de un curso de medio rural. En un desplazamiento a una visita, le pregunte que le había llevado a él hacer aquel curso. Me contesto: el médico.
Sufría una lesión, le habían pensionado, pero el médico le dijo: A diario, o hace deporte o tiene un huerto.
Y allí estaba él, formándose para ejercer de agricultor, por prescripción médica:)
El trabajo de un huerto o un jardín es un ejercicio sano y agradable.
Y tan agradable!!! Da igual si cultivas flores u hortalizas, ver crecer las plantas que cultivas da mucha satisfacción!