La agricultura biodinámica es una forma particular de la agricultura ecológica y, a pesar de que nos suena como algo muy nuevo (a nosotras, por lo menos), es un tipo de cultivo con una larga historia. Todo comenzó con las teorías de Rudolf Steiner, un filósofo austriaco que a principios del siglo XX estableció las bases de un sistema agrícola ecológico sostenible.
Fue la inquietud de unos agricultores, preocupados por el futuro de la agricultura, lo que provocó el nacimiento de este sistema. El uso creciente de fertilizantes y sustancias químicas parecía aumentar la productividad agrícola, pero había quien sospechaba que el uso de los abonos químicos causaba más problemas que beneficios, que estimulaba pasajeramente el crecimiento de las plantas pero estaban acabando
con la vitalidad del suelo e invitando las enfermedades.
Los primeros detractores de la agricultura química, con Steiner a la cabeza, acuñaron el término «biodinámica». El profesor exponía en sus conferencias lecciones sobre el método, puramente teóricas, y animaba a sus oyentes a aplicarlas y verificarlas científicamente.
El concepto de la agricultura biodinámica se basa en la individualización de la granja, evitando (o minimizando) la introducción de materiales externos, y se refuerza con otros aspectos como la influencia de la luna y los planetas.
Los tres pilares fundamentales de la agricultura biodinámica
La granja como organismo completo y autosuficiente
La granja es capaz de producir todos los elementos necesarios para su supervivencia. La interrelación entre suelos, plantas y animales equilibra el sistema, ya que él mismo produce todos los materiales necesarios para su supervivencia. Se minimizan las intervenciones externas que solo se reducen a compensar la pérdida de nutrientes que supone la salida de las cosechas.
La influencia del cosmos
El crecimiento vegetal se ve afectado por el universo completo. No solo es la luz del sol la que influye en la vida vegetal; también la luna, los planetas y otros astros contribuyen a su desarrollo. Los patrones de movimiento del cosmos marcan el momento propicio para realizar las diferentes labores del campo: siembra, poda, abonado, recolección, etc. Todas ellas están definidas en el calendario biodinámico.
Dinamización
La dinamización es la aplicación de preparados orgánicos para ayudar a la fertilización. El propio Steiner prescribió nueve preparados diferentes indicando los componentes y la manera en que debían ser preparados, con la creencia de que estos fórmulas transmitían energías cósmicas al suelo. Los preparados, que se introducen en un cuerno de vaca, se entierran durante ciertos meses en la tierra y más tarde se recuperan para aplicar pulverizados sobre las hojas o mezclados en el compost, según corresponda.
Son muchos los países del mundo en los que se practica la agricultura biodinámica y existe una agencia de certificación (Demeter) para las granjas y los jardines que se cumplen con estos métodos. No puedo imaginar de qué forma se comprueba cómo aprovechan las «fuerzas cósmicas» los vegetales, pero investigaré para conocer a fondo la vertiente más esotérica de estas técnicas.
Según he podido leer, no son pocas las críticas y las reticencias que algunos investigadores tienen hacia este sistema agrícola, pero también hay muchos agricultores y jardineros que la experimentan y ensalzan sus virtudes. Yo la descubrí conversando con un amigo viticultor y todo lo que me comentaba tenía sentido. Seguramente existen ciertas diferencias entre las postulaciones iniciales de Steiner, hace un siglo, y las directrices actuales. Espero poder contar con su experiencia más adelante. Mientras tanto, seguiré leyendo e informando de todo lo que llegue a mis manos.
Hola Mónica! Te comento mi punto de vista (respetando todos los otros):
La agricultura biodinamica es una mezcla entre métodos de trabajo y creencias a ciegas. En agricultura hay demasiadas variables desde la semilla, la tierra, el agua, la asociación, el entorno, los insectos, los factores climáticos, las plagas y otras muchas cosas que acompañan a cada cultivo. Cada una de estas por sí solas requieren de estudio y trabajo para mejorar el cultivo. Estas cosas si que puedes ir observando, apuntando y aprendiendo para ir consiguiendo controlar el maravilloso mundo de la agricultura. Lo de la biodinámica con la luna, los planetas y demás lo dejaré para cuando ya controle lo primero.
Un gran abrazo.
Muchas gracias, KI SI. Todas las opiniones son bienvenidas y respetadas, me alegra muchísimo tu comentario porque es un tema que acabamos de conocer. Lo cierto es que he profundizado más por curiosidad que otra cosa. Como bien dices, bastante si llegamos a controlar lo material y dejamos lo espiritual para luego. Con que consiguiéramos eliminar los químicos ya me daría por satisfecha. A partir de ahí, cada cual que emplee las técnicas que mejor le parezcan, siempre que sean naturales.
Un abrazo muy fuerte!
La biodinámica es bastante compleja así de primeras. Pero si lo piensas bien, es bastante eficaz. Teniendo en cuenta la distancia del tiempo, que la parte religiosa se puede quedar anticuada después de casi un siglo, libre cada uno de sus creencias…a mi me interesa la parte práctica. Y sigue siendo muy, muy funcional.
Steiner fue mi segundo gurú, después de Alwin Seifert con su "Agricultura sin venenos" que sigue siendo atemporal y recomendable para un primer acercamiento a la agricultura orgánica. Te descubre ese material maravilloso que es la base de la fertilización, el compost. Por ahí se empieza a cambiar el chip. No cambiar productos, comprender la naturaleza. Siempre digo que la agricultura ecológica lo tiene muy difícil por que no le valen productores o jardineros que no quieran entender, estudiar, observar,… quien solo quiera buscar soluciones en un bote, que se quede con la agricultura química o de síntesis.
Besines
Cómo me alegra saber que mis "nuevos descubrimientos" ya los conocéis y os parecen efectivos. La agricultura sin químicos es necesaria, ojalá cada vez se extienda más.
Un beso guapísima!
Hola Monica, a mi me interesa mucho la manera de cultivar de manera que no se cause daño al entorno y a su vez a uno mismo. Para esto hay que ir probando hasta encontrar el equilibrio que necesita nuestra tierra, un besin y enhorabuena por tu buen trabajo.
Gracias, Lola.
Un beso