Abelia: cuidados y cultivo de un bello y resistente arbusto

La abelia es un arbusto de follaje perenne con hojas de color verde oscuro y forma ovalada. Tiene una floración prolongada que comienza a principios de verano y dura hasta bien entrado el otoño. Las flores son blancas, de forma acampanada y agrupadas formando racimos, cuando los pétalos caen permanece el cáliz rojizo y que le da a la planta una coloración llamativa. En el jardín se puede utilizar como ejemplar aislado, pero también se puede guiar por un muro o intercalar con otros arbustos para crear un seto informal.

  

Descripción de la Abelia

La abelia es una planta perenne siempre verde, puede perder parte de su follaje si hace mucho frío pero no suele quedar desnuda en invierno. Existen muchas especies de abelias, más de 70 según los expertos, aunque la más popular, como ornamental para jardines, es la Abelia grandiflora. Esta es, en realidad, un híbrido obtenido de especies más sencillas oriundas de China.

La lista de variedades de abelia sigue en aumento. Son plantas muy vistosas que le aportan mucho interés al jardín, tanto en arriates como en borduras bajas. Tiene una floración abundante y llamativa, a la que le sucede el bonito colorido que tienen los cálices de las hojas que se mantienen mucho tiempo después que las flores caen. Al ser una planta que se adapta a la salinidad, es una opción a tener en cuenta en jardines cercanos al mar.

abelia

Dimensiones máximas de la planta de Abelia

Dependiendo de la variedad de abelia, el tamaño que alcanzará la planta en su madurez puede cambiar. Como regla general podemos esperar que las más grandes lleguen a:

Altura máxima: 300 cm

Ancho máximo: 200 cm

La abelia llega a ser una planta grande cuando ya está bien establecida, cosa que hay que tener en cuenta al diseñar el esquema de plantación y dejarle el espacio que la planta ocupará de adulta.

Época de floración de La abelia

Son matas que florecen de verano mediados otoño. 

Flores de abelia

Las flores se agrupan en los extremos de las ramas formando ramilletes. Son pequeñas, con forma acampanada y de color blanco o ligeramente rosa. Tienen un aroma suave y dulce que atrae a abejas y mariposas.

Hojas

Son pequeñas, ovaladas y de color verde oscuro y brillante. En el extremo de las ramas, cuando las flores caen, se observan unas pequeñas hojas rojas que en realidad no son tales, sino los sépalos del cáliz que permanecen en los tallos.

Cultivo y cuidados de la abelia

Temperatura y resistencia a las heladas

La abelia es una planta de clima templado que puede soportar hasta -10ºC cuando la planta es adulta. Los ejemplares jóvenes, durante sus primeros 5 años de vida, no toleran el frío y deben protegerse en invierno si se espera que las temperaturas bajen.

Tipo de suelo

Soporta todo tipo de suelos siempre que la tierra sea permeable, suelta y rica en materia orgánica. Conviene añadir un poco de compost o estiércol en la base de la planta dos veces al año: en primavera y en otoño.

Luz

Mejor a pleno sol, aunque puede cultivarse bajo una sombra suave. A la sombra producirá menos flores, pero puede ser la exposición ideal en zonas de veranos muy calurosos.

Riego

La abelia soporta condiciones de sequías cortas, pero en verano necesita agua en abundancia. El primer síntoma de falta de riego es la caída indiscriminada de flores, después se secarán las hojas y morirán los tallos. En otoño, después de la floración, e invierno, la planta necesita menos agua.

Cuándo plantar una abelia

Época de plantación de la abelia

Las abelias cultivadas en macetas se pueden transplantar al suelo del jardín en cualquier época del año. Como prevención, evitaremos hacerlo en épocas de calor intenso.

Distancia de plantación

En grupos impares, formando hileras o en solitario. Debe dejarse un metro de distancia con otras plantas.

Reproducción

Puedes multiplicar la abelia por esquejes o por división de mata. Los esquejes se obtienen cortando una rama por debajo del quinto nudo, entre finales de primavera y principios de verano, y se plantan en un sustrato rico en nutrientes. Conviene poner hormonas de enraizamiento en la base del esqueje. Puedes hacer un seto de abelias plantando una línea de esquejes.

La división de mata conviene hacerla a finales de invierno, con la planta en reposo vegetativo.

Usos y cuidados generales

Uso en el jardín

La abelia es una planta vistosa y de bajo mantenimiento que se cultiva tanto como ejemplar aislado, como para formar setos libres o plantada en macetas. Además de su prolongada floración, por el colorido rojizo de las hojas nuevas y de los cálices, mantiene el atractivo durante muchos meses más.

Cuidados de la planta

La abelia es una planta de pocos cuidados que no necesita demasiada atención. Resulta interesante hacer podas de formación para mantener la silueta de la planta y, a la vez, rejuvenecerla. La poda también ayuda a que florezca más y con más fuerza.

Plagas y enfermedades

Es una planta que no tiene problemas de plagas de insectos, ni de enfermedades. Cuando se cultiva en maceta hay que vigilar que el contenedor drene correctamente ya que la acumulación de agua en las raíces puede pudrir la planta. Si descubres algo irregular en tu abelia, puedes consultar nuestro artículo de plagas y enfermedades de las plantas para identificar los síntomas.

Otros posibles problemas

Las plantas jóvenes son menos resistentes al frío que las adultas. Ante inviernos duros deben recibir protección. Una vez bien establecidas pueden soportar heladas de hasta -10ºC.

Variedades de interés

Abelia grandiflora

Se llena de florecitas tubulares durante la temporada y, durante el invierno, mantiene el interés con sus cálices rojos. Florece sobre largos tallos arqueados.

Abelia grandiflora

Abelia Kaleidoscopie

De especial interés por su fabuloso follaje variegado que, de por sí solo, aporta colorido al jardín.

A. Kaleidoscopie

Abelia parviflora

Con hojas verde medio y flores rosadas, grandes y de agradable aroma

A. parviflora
       

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