Aunque en muchos países las solemos cultivar dentro de casa, la orquídea es una planta de exterior en aquellas regiones donde crece de manera espontánea en la naturaleza. Son plantas de origen tropical y crecen bien en climas con temperaturas templadas y cierto nivel de humedad en el ambiente.
Qué orquídeas son de exterior
Aquellos que tienen la suerte de vivir en zonas con clima templado, pueden cultivar orquídeas al aire libre durante todo el año. Pero si no es así en tu caso, quizás puedas cultivar algún tipo de orquídea en el exterior durante los meses del año más cálidos. A muchos tipos de orquídeas les va bien un tiempo al aire libre con una luz más brillante y un movimiento de aire más fuerte. A algunas orquídeas también les gusta la caída de la temperatura en las noches de verano y las refrescantes lluvias ocasionales.
Dependiendo de la zona en la que vivas, puedes cultivar muchos tipos de orquídeas al aire libre. Si tu clima es cálido y húmedo puedes cultivar Vanda y Epidendrum en el exterior de casa. Si tu clima es templado durante el día y refresca por la noche puedes cultivar Cymbidium en el jardín. Hay muchas otras orquídeas como Cattleya, Dendrobium, Oncidium a las que les gustan las temperaturas intermedias y se pueden cultivar con facilidad al aire libre. Tu tarea es averiguar los hábitats naturales de las orquídeas y después evaluar si tu entorno exterior es similar (o puede adaptarse) a las condiciones.
Dónde poner una orquídea de exterior
Lo primero que necesitas es encontrar un espacio adecuado al aire libre para tu orquídea. Algunas Vanda son amantes de la luz y se pueden cultivar a pleno sol siempre que estén expuestas a vientos frescos y reciban varias lluvias al día. Sin embargo y por mayor seguridad, en la mayoría de los casos es mejor evitar el sol directo. Por otro lado, una orquídea de exterior tampoco puede permanecer en la sombra densa, necesita tener algo de luz para ser feliz. Encontrar el equilibrio puede ser complicado.
Algunas sugerencias para cultivar una orquídea de exterior:
Colgada debajo de árboles o tela de sombreo
Una orquídea de exterior que no permanece al aire libre todo el año lo mejor es cultivarla en una maceta, canasta o un soporte que permita trasladarla de lugar. En el verano, puedes colocarla sobre un soporte debajo de un árbol, colgarla en una rama o ponerla debajo de un toldo. Los árboles permiten que pase algo de luz solar y que tu orquídea pueda recibir la luz filtrada que tanto le favorecerá.
Montada en un árbol
Si tu orquídea de exterior va a permanecer al aire libre durante todo el año puedes naturalizarla montándola en un árbol, un método que permite que las raíces de las orquídeas se aferran firmemente al tronco. Para montar la orquídea en el árbol utiliza un poco de musgo para colocarlo entre el árbol y la orquídea. Luego puedes sujetar la planta atándola con un hilo de pescar o una tira de tejido de media.
Bancal elevado
Las orquídeas epifitas no se pueden cultivar en el suelo, pero se puede construir una cama elevada llena de un sustrato especial para orquídeas con buen drenaje. En el Jardín Botánico de Singapur cultivan orquídeas de exterior en todo tipo de recipientes y lechos elevados al aire libre. Reciben riego casi diario y están ligeramente sombreadas por árboles altos. Si vives en una zona de clima templado, puedes preparar una interesante configuración con una mesa de cultivo llena de grandes trozos de cortezas, fibra de coco y carbón hortícola. Las orquídeas Vanda Alliance y Dendrobium serán adecuadas para este tipo de instalación.
Como planta de jardín
Además de las orquídeas epifitas, que crecen sobre otras plantas, existen también orquídeas terrestres (como Cephalanthera, Ophrys, Anacamptys o Neotinea) que son plantas que en la naturaleza crecen en el suelo como cualquiera de las plantas de tu jardín. Pero aún así, estas orquídeas también necesitan sustrato bien drenado. Existen sustratos especiales para orquídeas terrestres, compuestos principalmente por arena, grava, corteza y marga fibrosa.
Consejos para el cultivo de una orquídea de exterior
Hay varias cosas que debe tener en cuenta al cultivar una orquídea en el exterior:
- Asegúrate de que hayan pasado las heladas antes de sacar tu orquídea afuera. Algunas orquídeas pueden tolerar un tiempo muy breve de clima frío, pero la gran mayoría no pueden soportarlo.
- Es posible que tu orquídea no tolere el aumento repentino de exposición solar y se queme. Para evitarlo es aconsejable hacer que se adapte poco a poco. Al principio coloca tu orquídea en un lugar que sea solo un poco más brillante que su lugar habitual y luego llévala gradualmente a una zona más brillante.
- En el exterior hay más insectos y plagas que en el interior. Revisa regularmente tu orquídea de exterior para prevenir cualquier ataque.
- Para evitar las quemaduras solares, coloque tu orquídea debajo de algún árbol o en una zona con sombra parcial.
- No pongas tu orquídea bajo sombra completa. Necesita luz para crecer.
- Como en el exterior hay más luz y menos humedad, el sustrato de tu orquídea se secará más rápido. Deberás regar con mayor frecuencia.
- Si vives en una zona de lluvias constante, el mejor método es cultivar tu orquídea a raíz desnuda sobre la rama de un árbol o en una canasta. Si utilizas cualquier sustrato la mezcla se pudrirá con tanta agua y las raíces de las orquídeas se asfixiarán y morirán.