Trabajar en jardín es una actividad que aporta grandes beneficios para la salud: además de mantenernos en forma físicamente es un ejercicio que nos ayuda a reducir el estrés y conseguir satisfacción personal. Pero el cuidado de las plantas, en ocasiones, es un trabajo duro y entraña sus riesgos si no se hace de la manera adecuada.
Después de algunos años de experiencia cuidando mi jardín, recuerdo algunos episodios complicados por no haber protegido mis manos o andar por el jardín con calzado poco apropiado. A base de golpes he aprendido y en la actualidad cuento con algunas prendas que considero necesarias para trabajar en el jardín con seguridad, las imprescindibles son:
Gorra o sombrero
Guantes para las manos
Calzado apropiado
Protegerse del sol
En primavera y verano el sol ya pega con fuerza y si no te proteges es fácil terminar el día con la piel quemada, dolor de cabeza e incluso deshidratación. Si vas a trabajar mucho rato en el jardín no dudes en protegerte con una gorra o un sombrero, yo utilizo indistintamente esta pamela de rafia o una gorra de visera. Además me unto una buena crema protectora por la cara y los brazos, igual que si fuera a la playa, y procuro beber mucha agua.
Guantes para proteger las manos
La piel de las manos se estropea facilmente cuando cuidas el jardín: el agua, el sol, la tierra, las plantas, etc., todo lo que tocas son agentes agresivos que pueden producir sequedad y heridas. Los guantes son muy útiles para prevenir pequeñas lesiones, pero son indispensables para evitar heridas más graves que se pueden producir cuando utilizas herramientas para podar o cavar la tierra.
A mi me gusta ensuciarme las manos manipulando las plantas y sé que es una regla general, que a la mayoría de los jardineros nos gusta, pero es importante cuidarlas y evitar al máximo los riesgos que entraña trabajar con las manos desnudas.
Caminar por el jardín
Si conocéis mi jardín sabréis que tengo un gran desnivel, una rocalla de considerable altura llena de plantas. ¡Parece un jardín vertical! Trabajar en él no es cómodo, he de moverme entre las rocas para llegar a algunas de las plantas. Los primeros años trabajaba con cualquier calzado, incluso con chanclas, hasta algunos resbalones y caídas me hicieron comprender que necesitaba un calzado adecuado.
Yo necesito zapatos que se sujeten bien al pie y con una suela que no resbale, es lo aconsejable. Unas zapatillas de cordones o unas botas cerradas y bien sujetas, igual da que sea invierno o verano. La verdad es que en verano, por el calor, resulta un poco incómodo ir con zapatos cerrados. He probado en varias ocasiones zuecos de goma y nunca encontré unos que se sujetaran bien, así que jamás los he utilizado.
Este año me han enviado para probar estos zuecos de jardín, que se ajustan mejor a lo que yo necesito. La suela tiene un agarre perfecto y todo el interior y el borde es de neopreno, flexible y con muy buena sujeción al pie. Son de una nueva colección que ha sacado Corona este año y que también incluye botas, los he probado un poco y me han sido bastante cómodos, os contaré más adelante, cuando los use más.
Tienes toda la razón, es importante tener esas prendas para trabajar en el jardín. Yo no muestro mis botas porque dan pena, jaja. ¡la tuyas están impecables!
Un besito.
Recién estrenadas. En unos días llenas de barro y verdín, pero eso será buena señal.
Un beso!
¿Que tal el nuevo calzado? ¿A que son muy cómodos? Ya nos contarás como te va.
Un abrazo.
Muchísimo Miguel, ya he visto el sorteo en tu blog! 🙂