Del azul de la mariposa que os enseñaba en la entrada anterior pasamos al color que predomina entre las flores que aportan un poco de color a estos días grises del invierno. De entre todas esas flores, hay una que me resulta especialmente agradable, la flor de la mimosa. Este árbol es uno de los primeros que florecen y lo hace ahora, en pleno invierno. Sus flores, además de aportar calidez al paisaje, nos pone en sobreaviso de que la primavera se acerca.
La Acacia dealbata, nombre científico de esta mimosa de espectacular floración amarilla, es originaria de Australia y las razones para usarla en el jardín no son otras que las que muestran las fotografías. Una floración algodonosa muy decorativa que, por desgracia, no dura muchos días. Así que cuando está en flor hay que disfrutarla a tope.
Cuando este árbol era algo más bajo, María y yo solíamos coger algunas ramas para decorar dentro de casa. El descubrimiento de sus flores era un acontecimiento todos los años. Os dejo con las imágenes, espero que os guste su efusiva floración.