¡Buenísimos días!
Hoy visitamos un jardín de orquídeas en Buenos Aires (Argentina), concretamente en la ciudad de San Isidro, municipio recorrido por calles empedradas, de exuberante vegetación y llamativas casonas y quintas construidas en el siglo XVIII.
Leyendo la historia de esta casa y sus orquídeas, contada por Sofía Moreno-Burge en Gardenista, me ha picado la curiosidad por conocer el entorno de una casa tan magnífica y la historia que hay detrás de ella. Según cuenta Sofía, la casa pertenece a su tío, quien sacó adelante a su familia en este lugar y que ahora, ya sin los hijos en casa, se dedica a cultivar orquídeas en el jardín.
La historia de San Isidro arranca hace 300 años cuando el capitán Domingo de Acassuso decidió levantar una capilla en honor a San Isidro Labrador para dar servicio a los moradores de las aldeas cercanas. Con el tiempo, entorno a aquella capilla se fue formando un pueblo formado por familias modestas que trabajaban la tierra o pescaban y cuya principal fuente de ingresos llegaba de la provisión de alimentos a la ciudad de Buenos Aires.
Los habitantes de Buenos Aires, atraídos por la belleza de San Isidro, comenzaron a adquirir algunas propiedades destinándolas a residencias veraniegas. Con el tiempo, lo que fueron casas de vacaciones se convirtieron en viviendas definitivas transformadas en grandes y hermosas quintas.
El desarrollo urbano de San Isidro no ha supuesto la pérdida de aquellas antiguas casas de piedra construidas tiempo atrás, las quintas se han mantenido y constituyen hoy en día el casco histórico de la ciudad junto al templo que dio origen a la localidad.
En una de estas antiguas casas, de ambiente húmedo y aire decadente, está ubicado el jardín que muestran las fotografías, donde las orquídeas crecen sobre los troncos de un magnolio y un liquidámbar o en cestos que cuelgan de las ramas del jacarandá.
Y si estas imágenes os han gustado, seguro que os encantará esta entrada que publiqué sobre un jardín en Cuba lleno de orquídeas. El ambiente es similar, un clima húmedo y una vegetación exuberante donde estas plantas se sienten a sus anchas.
Por otra parte, existen también orquídeas de ambientes más cálidos y secos: las orquídeas mediterráneas son orquídeas terrestres en su mayoría y tan bellas como las tropicales aunque bastante menos conocidas.