Para introducir el tema retrocedemos en el tiempo y nos situamos en el Berlín de los años 20 del siglo pasado, cuando al jefe del gobierno se le llamaba todavía «canciller imperial» a pesar de la derrota sufrida en la Primera Guerra Mundial. En 1920, con la ley del Gran Berlín, se anexionan a la capital pueblos y comunidades rurales cercanas que incrementan la superficie y la población de la ciudad hasta llegar a los casi 4 millones de habitantes.
Tempelhof, un antiguo aeropuerto de Berlín que hoy es un parque público
La capital se convierte en la mayor ciudad industrial de Europa y vive un auge espectacular en el terreno del arte y la cultura atrayendo a los artistas más importantes de la época. La prosperidad se refleja en grandes infraestructuras urbanas construidas en apenas 6 años: la primera autopista del mundo, la Funkturm (una gran torre de radio) y el aeropuerto de Tempelhof.
Tempelhof en la historia
El aeropuerto de Tempelhof se proyectó para ser el mayor de la época y lo logró, a pesar de que el estallido de la Segunda Guerra Mundial truncó su expansión. Fue ya en tiempos del gobierno Nazi (1941) cuando se completó la gran terminal que lo convirtió en el mayor edificio del mundo hasta la construcción del Pentágono.
Fue un milagro que Tempelhof sobreviviera a la destrucción cuando los soviéticos lo tomaron durante la guerra. El comandante en jefe de las tropas Nazis tenía orden de destruirlo en caso de caer en manos enemigas, pero en lugar de eso se suicidó. Como sabréis, Berlín quedó dividida en cuatro partes al terminar la guerra y el aeropuerto, aunque había sido tomado por la URSS estaba en la zona asignada a los americanos.
Poco después del término de la II Guerra Mundial comenzó la Guerra Fría y el bloque comunista decidió bloquear Berlín Occidental por tierra (recordad que Berlin, aunque tenía parte oriental y parte occidental, estaba en la Alemania del Este) con la intención de dejarlos sin suministros y que abandonasen la ciudad. Las tropas aliadas decidieron crear un puente aéreo desde Tempelhof para proveer alimentos y todo lo que la ciudad necesitara para subsistir. Durante los once meses que duró el bloqueo, cada noventa segundos un avión aterrizaba con comida y todo lo que la ciudad necesitaba.
Tempelhof en la actualidad
La creación de otros aeropuertos más modernos fue haciendo que Tempelhof cayera en desuso, su cercanía al centro de la ciudad no permite que las pistas se amplíen lo necesario para albergar las grandes aeronaves actuales y además provocaba una gran contaminación ambiental y acústica demasiado cerca de la población. En 2008 se cerró al tráfico aéreo y en 2010, después de un referéndum para que el pueblo decidiera qué hacer con él, se convirtió en un enorme parque público abierto desde las 6 de la mañana hasta el anochecer donde se puede ir a patinar, montar en bici, hacer una barbacoa o incluso plantar tu huerto o jardín.
Se proyectaron mejoras y destinaron presupuestos para el desarrollo del parque entre 2010 y 2017, fecha en la que se celebrará una exposición internacional de horticultura denominada IGA 2017. Pero Tempelhof es un pastel muy grande y tentador para el sector inmobiliario de la capital alemana que ve muchas posibilidades de negocio en él. Son muchas las presiones que se ejercen sobre el gobierno para que recalifique parte de su superficie y se puedan construir edificios de viviendas.
Jörg Kantel
Tempelhof, el parque en peligro
En 2014, con el pretexto de la necesidad de viviendas sociales, el Parlamento decidió que era necesario volver a consultar a la población para reconsiderar la finalidad de tan gran extensión de tierra y convocó un nuevo plebiscito en el que los ciudadanos reafirmaron su deseo de que Tempelhof continuara siendo un gran espacio verde y lugar de esparcimiento público.
Tempelhof, albergue de refugiados políticos
Desde 2015 los hangares del aeropuerto alojan a miles de refugiados que llegan a Berlín huyendo de la guerra en su país. El aereopuerto tiene espacio cubierto para alojar muchísimas personas y se acondicionó para albergar a toda esta gente. Parece que esto se ha servido a los partidos del gobierno para modificar la ley que prohibía edificar en el espacio del aeródromo contemplando la edificación de nuevas naves que se desmontarán dentro de tres años, en 2019.
Según el ministro de Medio Ambiente esto no interfiere con la decisión de pueblo en las urnas, pero los grupos antisistema no confían en la buena fe del ayuntamiento y alertan de la posibilidad de que el gobierno regional construya de forma permanente «por la puerta de atrás».
Tempelhof, a día de hoy, es una novia con muchos pretendientes que de momento alberga a los refugiados políticos, acoge ferias y eventos culturales, es un amplio espacio de esparcimiento y ocio e incluso centro de encuentro para manifestaciones populares. Un pasado intenso, un presente movido y un futuro incierto para un aeropuerto venido a menos pero lleno de vida.
visitBerlin
Claudius
No puedo imaginar que nadie que ame la naturaleza y vele porque este parque continúe siendo un espacio verde y público se oponga a que se aloje a la gente que llega aquí sin hogar. Pero que la sociedad desconfíe de las intenciones de un gobierno que no cesa en sus intentos de recalificar la zona para construir viviendas tampoco me extraña en absoluto. Desalienta ver las pugnas continuas y las artimañas de unos pocos por apropiarse de lo que corresponde a todos, con la poca vergüenza de intentar arrebatárselo incluso después de haberlo concedido por votación popular. Parece que este mundo no tenga remedio. ¿Qué os parece a vosotros?
Pedazo historia, me ha encantado saber lo que puede esconder un parque. Y lo que más me ha llamado la atención es que se haga una consulta popular, maravilloso. Parece ser una novia para siete hermanos y espero que se quede con el más verde de todos ellos.
Me alegro de que te gustara.
Un abrazo!