La reproducción de las plantas puede ser de dos tipos: sexual y asexual. La reproducción sexual es similar a la reproducción humana, e implica la fusión de los gametos masculino (polen) y femenino (óvulo) para formar un nuevo organismo que hereda los genes de ambos padres. La parte sexualmente reproductiva de una planta es la flor. La reproducción asexual, por otro lado, implica la reproducción vegetativa a través de tallos, raíces u hojas. Esencialmente, la planta madre se regenera a sí misma utilizando una de sus partes.
Cada método de reproducción tienen su propias ventajas. En la reproducción sexual, la nueva planta es una combinación de genes, lo que le da la ventaja de adaptarse a entornos cambiantes. También puede evitar la transmisión de ciertas enfermedades, debido a que algunos genes son dominantes y otros recesivos. La reproducción asexual es más rápida y quizás la única forma de reproducción en especies que no dan flores. Dado que la reproducción asexual es básicamente la clonación de la planta madre, los agricultores pueden asegurarse de que no haya anomalías genéticas seleccionando una planta sana para la reproducción.
Reproducción sexual
Partes de una flor
La flor consta de cuatro partes: cáliz, corola, androceo y gineceo. El el cáliz contiene los sépalos verdes. La corola contiene los pétalos, que son de colores brillantes para atraer a los agentes de polinización (abejas y otros insectos) que ayudan en la reproducción. Los pétalos también protegen las dos parte internas, que están directamente involucrados en la reproducción. La tercera parte es el androceo, la parte reproductora masculina de la planta. La cuarta y más interna, es el gineceo, la parte reproductora femenina de una planta.
Androceo
El androceo contiene un haz de estambres que consisten en un tubo llamado filamento y el extremo hinchado llamado antera. La antera contiene los granos de polen. Una vez maduros, los granos de polen brotan para llegar a la parte reproductora femenina de la flor.
Gineceo
El gineceo contiene el pistilo, que está compuesto por el tubo (estilo) que llega al ovario. La punta hinchada del estilo es el estigma, que recibe los granos de polen. El ovario contiene los óvulos, que se convierten en semillas.
Flores unisexuales y bisexuales
Las flores unisexuales o monosexuales contienen solo una de las partes reproductivas (estambre o pistilo). El calabacín y el pepino son ejemplos de plantas con flores unisexuales. La misma planta puede tener flores unisexuales masculinas y femeninas. Las flores bisexuales o completas contienen tanto los gametos masculinos como femeninos, el estambre y el pistilo. Las rosas y las petunias son ejemplos de flores bisexuales.
Polinización
La propagación del polen de la antera al estigma de una flor se conoce como polinización. El polen (gameto masculino) y el huevo (gameto femenino) se unen para formar un cigoto durante la fertilización. El cigoto se convertirá en un embrión, que finalmente dará lugar a la semilla.
Hay dos tipos de polinización: autopolinización y polinización cruzada.
Autopolinización: cuando el grano de polen de la antera cae sobre el estigma de la misma flor u otra flor de la misma planta.
Polinización cruzada: cuando el grano de polen de una antera cae sobre el estigma de una flor de otra planta.
Agentes de polinización: las aves, los insectos, los animales, el agua y el viento se denominan «agentes de polinización», ya que colaboran en la reproducción de las plantas transportando o provocando que los granos de polen se dispersen y lleguen al gineceo de las plantas.
Reproducción asexual
La reproducción asexual es el medio por el cual podemos conseguir una planta hija exactamente igual a su predecesora. Muchas frutas comerciales se reproducen asexualmente para obtener un producto de exactamente la misma calidad. Esta reproducción vegetativa es una forma de multiplicación a través de hojas, tallos o raíces de la planta madre. También se puede realizar de forma artificial mediante cortes, injertos y capas.
La batata y la dalia se reproducen a través de raíces tuberosas. Sus raíces pueden producir nuevos brotes que darán origen a nuevas plantas. El jengibre se puede reproducir dividiendo los tallos subterráneos, también llamados rizomas. Kalanchoe bryophyllum se reproduce a través de pequeños brotes que aparecen en los márgenes de las hojas. Si una hoja cae sobre suelo húmedo, puede dar lugar a una nueva planta. Las fresas tienen unas ramas aéreas llamadas estolones que al tocar el suelo emiten raíces y dan lugar a una nueva planta. Los cactus se reproducen a partir de trozos de la planta madre. Si se desprende o separa un trozo, la parte desprendida arraiga y comienza una vida propia.
Conclusión
La reproducción sexual y asexual son diferentes métodos que las plantas utilizan para perpetuar su especie y sobrevivir incluso en condiciones desfavorables. Las plantas con flores utilizan la reproducción sexual atrayendo a los agentes de polinización. Las plantas sin flores dependen de tallos, hojas y raíces que producen nuevas plantas copia idéntica de la planta madre.