Picturesque

Stourhead (davidscammell.co.uk)

El término picturesque aparece durante el siglo XVIII, en Reino Unido, para denominar una categoría estética íntimamente relacionada con el movimiento romántico: lo pintoresco. Pintoresco es todo aquello visualmente encantador, interesante, agradable, de apariencia sorprendente y que, por ello, es digno de ser pintado en un lienzo o representado en una obra de arte. Junto a lo bello y lo sublime, lo pintoresco formó parte de la naciente sensibilidad romántica del siglo XVIII.

Dibujo de la época (magnoliabox.com)

El aprecio del paisaje y las cualidades paisajistas en Inglaterra surgió, en buena medida, como
consecuencia de las experiencias acumuladas durante el grand tour
. Este viaje, que llevaba a los jóvenes aristócratas británicos a visitar distintos países europeos, formaba parte del proceso educativo de las clases más pudientes. El joven viajero recorría, por puro placer, territorios muy distintos de los de su país de origen: el complicado paso de los Alpes, los apacibles valles de la Toscana, las cálidas costas mediterráneas o el intrépido acercamiento a un amenazante Vesubio. Percibir las diferencias en las formas geográficas, los matices de la luz, el ambiente y el color, era básico en la formación de una generación de gentilhombres. Ellos pusieron de moda coleccionar cuadros que les permitieran recordar los lugares que habían visitado.

Chatsworth (architecturaldigest.com)

Los valores paisajistas que mostraban los lienzos de la época inspiraron a poetas como James Thomson, Thomas Gray y Walter Scott, quienes dirigieron el interés de sus lectores hacia el aprecio por la naturaleza. Sus poemas describían la campiña con ojos de pintor, detallando la hermosura del territorio. La transformación del paisaje se convirtió en algo más que una moda o distracción, fue la forma de expresión de una época.

Petworth (nationaltrust.org.uk)

No todas las mentes sensibles de Gran Bretaña poseían la fortuna suficiente para costearse el grand tour o construir un jardín pintoresco, pero la inquietud intelectual movía también a los menos pudientes. Willian Gilpin, un sencillo maestro de escuela, eligió recorrer la agreste campiña del sur de Gales donde además de vistas paisajistas encontró numerosas ruinas históricas que incluiría en sus narraciones.  Su libro, ilustrado con aguatintas, Observations on the River Wye and several parts of South Wales tuvo gran éxito. Muchos viajeros ingleses aprendieron a descubrir las cualidades que tiene la naturaleza hasta en los detalles más ínfimos: los cambios de luz, el paso de las estaciones o en la vegetación más sencilla. La región del sur de Gales empezó a ser visitada por turistas que buscaban las ruinas góticas descritas por Gilpin.

Abadía de Tintern (thewotme.com)

La estética de los sentimientos, implícita en lo pintoresco, dio origen al romanticismo y
a un cierto tipo de jardinería
que pretendía provocar efectos sensibles inmediatos mediante imágenes paisajistas formadas por cuadros naturales. El personaje que mejor supo interpretar esta estética sentimental fue Lancelot Brown, a quien se le puede conocer el honor de ser el primer profesional del jardín paisajista. Durante su vida transformó doscientos once jardines, convirtiendo gran parte de Inglaterra en un continuo parque formado por las fincas colindantes de los vecinos.

Brown, considerado el padre de la jardinería paisajista inglesa, modificaba el paisaje con sus diseños manteniendo el estilo natural. Su estilo deriva de los principios de funcionalidad y refinamiento. Las tierras debían satisfacer todas las necesidades de la casa pero el paisaje debía mostrar un aspecto elegante y bello. Se le concede el honor de ser el primer profesional del  jardín paisajista ya que, durante su vida, intervino en doscientos once jardines, de tal manera que se puede considerar obra suya la transformación de la Inglaterra central y meridional en un continuo parque que pasa de la finca de
un vecino a la del otro.

Bibury (rockthetraveller.com)

Humphry Repton sucedió a Brown como mejor paisajista de su época. Era un excelente acuarelista, miembro de la Real Academia de las Artes, con excelentes conocimientos prácticos de horticultura. Partiendo de la teoría de lo pintoresco, la convirtió en un método de trabajo práctico recogido en su obra Indicaciones y consejos sobre el diseño de jardines (1795) y realizó más de cien transformaciones de parques y jardines. En sus trabajos conocidos como «Libros rojos», presentaba la transformación de los jardines mediante bocetos en aguatintas que mostraban el antes y el después de los proyectos que se le encomendaban.

Libro rojo de Repton (pithandvigor.com)

En la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XVIII, la transformación del territorio alcanzó la categoría de arte. El trabajo de ajardinamiento del paisaje, iniciado por Brown y continuado por Repton, le dio a Inglaterra su particular campiña, una inmensa obra de arte admirada desde cualquier punto del planeta.

Fuente: La mirada pintoresca, Javier Maderuelo (2012)

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4 comentarios en «Picturesque»

  1. Excelente disertación. Gracias a Brown y a otros paisajistas, la jardinería se convirtió casi una cuestión de estado, y el pueblo llano asumió la estética de la jardinería y el paisaje como algo personal. Así los ingleses están a años luz de nosotros en el cuidado del entorno, la preocupación por la belleza natural en sus jardines, pueblos y ciudades. Aquí aún estamos empezando.
    Saludos

  2. Este tipo de jardines, de espacios abiertos y de gran tamaño me gustan mucho.
    ¡Qué bueno que nos descubras tantas cosas, Mónica!
    Un beso grande.

    • Me alegra muchísimo acertar en vuestros gustos. Aunque eso no es demasiado complicado 🙂
      Un beso

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