Melisa officinalis, limoncillo o bálsamo de limón. La hierba de la claridad mental, la concentración y la relajación

Aunque recibe diferentes nombres comunes y hay quien incluso la confunde con la menta, el nombre de esta planta silvestre es Melisa officinalis. La melisa es una hierba vigorosa y potencialmente invasora, que tiene múltiples usos medicinales y culinarios. Si se extiende en exceso, es fácil de quitar y, como beneficio adicional, sus hojas se pueden utilizar para preparar infusiones, jabón o cosméticos naturales.

Por su aroma fresco a limón, la melisa es un buen repelente de plagas, aunque resulta muy atractiva para las abejas, que se sienten llamadas por el abundante néctar de las flores. De hecho, su nombre proviene del griego melissophylo, que significa «abeja», y del latín officinalis, que quiere decir «utilizado en farmacia».  En la antigüedad se cultivaba limoncillo para alimentar a estos insectos, y su uso medicinal se remonta mucho tiempo atrás. Los médicos árabes ya la empleaban en el siglo X para combatir la melancolía y fortalecer el corazón.

A nosotras nos encanta tomar una infusión de melisa cuando hace frío y también tenerla entre las hierbas del jardín para los insectos. Hoy os contaremos todo lo que sabemos sobre el bálsamo de limón: cómo cultivar Melissa officinalis, cómo cosechar adecuadamente las hojas, algunos de sus usos y cómo usarlo para preparar infusiones y otras recetas.

Guía herbal del bálsamo de limón

La Melissa pertenece a la familia de la menta (Lamiaceae), y a menudo puede confundirse con ella. Tiene hojas similares, en forma de corazón, y tallos muy parecidos, pero puedes identificarla rápidamente por su olor. Cuando rozas la planta con las manos, desprende un aroma singular. Huele a fresco y a limón, yo lo describiría como un olor a limpio.

La melisa y las abejas

Al igual que el resto de los géneros de la familia Lamiaceae, el limoncillo es excepcionalmente atractivo para los polinizadores. Solo por eso, ya vale la pena cultivarla en casa.

El nombre botánico Melissa se deriva del vocablo griego «abeja». Los antiguos griegos veneraban estos insectos, protegidos por la diosa Artemisa. Según la mitología, fue la ninfa Melisa quien salvó a Zeus, abandonado por su madre Rea, cuando todavía era un bebé. Melisa escondió al pequeño dios en las montañas y lo sacó adelante alimentándolo con miel.

Las hojas de esta hierba contienen compuestos químicos que también están presentes en las feromonas de las abejas, por lo que los apicultores y jardineros la plantan para atraerlas. Los apicultores aplastan las hojas y aprovechan su aroma para llevar abejas obreras a una nueva colmena. Plantando limoncillo alrededor del huerto, se consigue que las abejas lo visiten y polinicen las hortalizas.

Beneficios para la salud de la melisa

Para combatir el estrés, recoge algunas hojas frescas de esta hierba y respira su aroma fresco, o prepara una taza de infusión caliente. La melisa es un buen relajante contra la ansiedad y un alivio para estados de agotamiento mental.  La infusión del bálsamo de limón ayuda a paliar los dolores de cabeza, calma la tensión nerviosa y prepara el organismo para una noche de sueño reparador.

También tiene efectos antiespasmódicos, por lo que sirve para calmar el malestar digestivo. Sus propiedades antivirales hacen que sea una alternativa natural para tratar los resfriados comunes y el herpes labial.

Por su capacidad para contrarrestar infecciones y al mismo tiempo calmar los nervios, es perfecta para tomar en tisanas calentitas durante los meses de invierno.

Pero tomar melisa también puede tener sus contraindicaciones, por lo que no se debe abusar de ella y no tomarla, sin consultar al médico, cuando se tiene algún problema de salud. Parece ser que puede influir en la glándula tiroidea, por lo que las personas con hipotiroidismo deben evitarla. Las madres embarazadas o lactantes deben consultar con el médico antes de consumir esta hierba.

Cómo cultivar bálsamo de limón

Nombre botánico

Melissa officinalis

Familia

Lamiaceae

Temperatura

No soporta heladas

Altura

30-45 cm

Ancho

30-38 cm

Luz

Pleno sol, tolera sombra parcial

Agua

Le gusta el suelo húmedo, pero tolera la sequía

Advertencias

Es potencialmente invasora y podría considerarse una maleza en algunas regiones

Al toronjil (otro de sus nombres comunes) le gusta el suelo rico y bien drenado, pero suele prosperar en cualquier suelo. Es una planta muy resistente a las plagas, aunque puede verse dañada por trips y mosca blanca. De ser así, hay que prestar atención al suelo, ya que si está bien cuidada, la melisa produce una alta concentración de aceite que evita que los insectos la molesten.

Las plantas de melisa prefieren una ubicación a pleno sol. También puede crecer en la sombra, pero en este caso puede verse afectada por enfermedades causadas hongos.

Esta hierba tiene un crecimiento bastante rápido, pudiendo cubrir una buena parte del jardín. Una alternativa para evitarlo, es cultivarla en maceta, retirando las flores antes que formen semillas y se esparzan. Para controlarla en el suelo, habrá que cavar alrededor de la planta y evitar que las raíces se extiendan.

Cómo recolectar las hojas de melisa

El mejor momento para recoger la melisa es por la mañana antes del calor del día. Para usarla en infusiones es conveniente recolectar antes de la floración, ya que luego las hojas pierden sabor y aroma, pero deja que algunos tallos florezcan para invitar a las abejas y, cuando las flores se marchiten, poda la planta dejando una altura de dos tercios, así la planta crecerá más densa y con más fuerza. Cosecha de forma escalonada durante el verano y conseguirás tener nuevos brotes frescos durante toda la temporada.

Secar y almacenar las hojas de melisa

Puedes usar las hojas de melisa frescas, según las coges del jardín, o secarlas para usarla durante todo el año. Para secarla, separa los tallos y extiende las hojas en una cesta plana (u otro soporte) a la sombra, hasta que estén bien secas. Las hojas se deben guardar en recipientes herméticos hasta que necesites usarlas.

Usos de la melisa

Al igual que la menta, la melisa es una hierba muy popular, tanto por sus usos culinarios como por sus beneficios para la salud. En la cocina, las hojas frescas o secas se pueden usar en salsas o como aderezos para sopas. También para preparar infusiones, tinturas o aceites.

Infusión de bálsamo de limón

Las propiedades terapéuticas de la melisa se deben a su aceite esencial, que le confiere su olor característico. Además es rico en taninos y flavonoides. Las hojas frescas o secas se pueden tomar en infusión para calmar la ansiedad, el insomnio y los problemas digestivos. Para hacerlo, añade unas cuantas hojas frescas o una cucharada de hojas secas en una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante 5 o10 minutos, cubriendola taza para que los aceites volátiles no se evaporen. Si quieres endulzarla, agrega una cucharadita de miel.

Melisa para el cuidado de la piel

El aceite esencial de melisa tiene propiedades antivirales que se utilizan, en herboristería, para tratar el herpes simple o el labial. Como es astringente y cicatrizante, se puede aplicar por vía externa, en enjuagues o lavados, para ayudar en la cura de heridas, llagas o picaduras de insectos.

En cosmética es un aceite muy popular que se usa en aromaterapia y se incorpora en la formulación de aceites corporales, jabones y perfumes.

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2 comentarios en «Melisa officinalis, limoncillo o bálsamo de limón. La hierba de la claridad mental, la concentración y la relajación»

  1. Buen artículo amiga Mónica, ya sabemos algo más de Melisa officinalis.
    Un abrazo

Los comentarios están cerrados.

       

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